RUGBY | DIVISIÓN DE HONOR B

Honor para los cruzados de URA caídos en Sevilla (31-12)

Una melé durante el encuentro que el conjunto cruzado disputó el pasado sábado en Sevilla.

Una melé durante el encuentro que el conjunto cruzado disputó el pasado sábado en Sevilla. / Juan Antonio Petit (Sevilla)

Viaje a la capital hispalense en el día, con salida a las 8 de la mañana creyendo en la posibilidad de revertir la situación, pero conscientes de que se iba demasiado cortos de efectivos. Tan es así que no se tuvo la posibilidad de cambio en todo el partido, ya que, encima, en el minuto 5 cayó lesionado Emilio Arias. Tuvo que ser sustituido, para más inri, cuando intentó impedir un ensayo inevitable, recibiendo un durísimo golpe en mala posición. Había fallado el placaje, Maxi se fue a por los palos y un referente para URA, su zaguero, intentó corregir la situación, pero se quedó fuera definitivamente con todo lo que ello acarreó después. No se podía comenzar peor, 7-0 y a resistir. 

Desde el minuto 1, con recepción de la patada de salida de URA, CAR Coanda se fue a por todas, consciente de que a los cruzados les está costando mucho entrar bien en los partidos. Así, como en todos los encuentros que precedieron, se encajaron dos try en los primeros 7 minutos, tres en el primer cuarto de hora, y fue a partir de entonces cuando Unión Rugby Almería tomó la iniciativa y se metió en el campo rival durante un buen número de minutos. También como venía siendo habitual, no se pudo puntuar y al descanso se llegó con 19-0. Pese a las limitaciones físicas, la segunda mitad acabó en empate (12-12), insuficiente para sacar algo positivo del IMD San Pablo.

El comienzo del encuentro no dio respiro a los unionistas, ya que CAR Coanda estuvo firme en el pase, dinámico en su juego, de puntos de fijación a apertura del oval, y a la touche para arrancar el primer ensayo en el referido fatídico minuto 5. Atendido Emilio Arias, tuvo que irse del terreno de juego y fue un golpe anímico importante para el XV de Quintana. Incluso volvió a ensayar el conjunto sevillano en la siguiente jugada, otro regalo de los lamentablemente demasiado habituales. De hecho, la touche de URA se jugó larga, directamente a las manos de un jugador sevillano, que, sin placaje alguno, entró bajo palos para un doloroso 14-0 porque el rival no tuvo que trabajar nada.

Ganaron una melé y esa autoridad se topó con la intensidad defensiva de CAR Coanda, impidiendo avance almeriense

Era muy complicado levantar la cabeza y tirar hacia adelante, pero esto es rugby y por muchas complicaciones que se tengan o por muchos errores que se comentan, no hay nada que objetar a unos cruzados que lo buscaron con humildad. Ganaron una melé y esa autoridad se topó con la intensidad defensiva de CAR Coanda, impidiendo avance almeriense. Otra melé solvente no pudo dar opción de ataque, y de hecho la presión obligó a una patada alta desde la que volvió a la carga el equipo local. Una patada con más criterio y una subida rápida dieron opción de ataque, sin embargo defendió URA y tuvo touche, que otra vez se perdió, parcial, touche sevillana y ensayo.

CAR Coanda acumuló fases, percutió por delantera y entró con pick&go para el 19-0 y un panorama muy crudo y difícil. Se rozó el ensayo en el minuto 30 con una escapada de Pocho, se apostó por jugar a la mano y se volvió a estar casi dentro, faltando solo el último medio metro para haber conseguido la recompensa. Lamentablemente nada salió bien, e incluso en esa presión cruzada para recortar distancias se erró en patada a touche, que salió por la zona el lateral tras el banderín, permitiendo a los sevillanos escapar de donde los cruzados habían conseguido meterlos. El campo estaba pesado, se perdió la supremacía en melé y estuvo hasta el final intentando resarcirse.

No fue así y 19-0 en el descanso, sin cambios, porque es cierto que Román iba en la convocatoria, pero sabiéndose que no iba a participar, ya que lo primero siempre es el jugador y no estaba recuperado del todo de su lesión. La segunda mitad vio a URA en un desgaste inconmensurable, ensayando al principio y la final, con otros dos tries de los locales, y de ahí en 'empate' referido anteriormente como una lectura anímica de la que sacar ánimos para el resto de la temporada. El equipo lo intenta, no se deja nada fuera del terreno de juego, trabaja bien, pero las cosas no salen. Lección tras lección y a continuar en la línea de enorgullecer a la afición dando lecciones de coraje.

Se comenzaba con un 19-7 algo esperanzador, sabiendo que había que guardar físico para poder resistir todo el encuentro

Unión Rugby Almería emuló en el inicio de la segunda parte el inicio de partido del XV sevillano. El talento de Pocho obró la jugada individual, arrastrando al placaje sevillano y sirviendo un gran balón para el ensayo bajo palos, partiendo desde el ala derecha, de Juan Ignacio Pérez. Se comenzaba con un 19-7 algo esperanzador, sabiendo que había que guardar físico para poder resistir todo el encuentro. Se volvió a romper por el centro y se avanzó muchísimos metros, buscando el segundo ensayo de Pérez. No pudo ser, se fue a melé, con otro golpe de CAR Coanda en la ejecución y patada a los palos que no entró. Ahí se escapó un tren a la victoria.

Máxime, se acentuó más porque pese a la insistencia de URA y su dominio llegó otro ensayo sevillano en el minuto 63, en medio un juego algo 'sucio', en el sentido de que los dos equipos perdieron claridad en la ejecución. En el caso de los cruzados estaba justificado por el paso de los minutos, sobre todo cuando Pocho vio la amarilla, tanto que con uno menos sobre el terreno de juego se encajó el try. Tras fallar una patada, CAR Coanda sí encontró una ruptura por el centro, se fue a touche y entró en la zona de marca tras recuperar una melé a favor almeriense en cinco metros. Se iba la ilusión y se marchó del todo en el minuto 76, en el que, desgastados del todo, hubo otro try.

Fue lo que parecía poner el cierre al choque, en una posesión de URA en su propia 22 y sin aire ya para poder salir, en la que un robo sevillano en pleno desconcierto abrió vía por la izquierda. Pero no, fuera de tiempo, y tirando de honor, a modo de guiño a lo que se había esforzado el grupo de 15 jugadores, tocados varios, aguantando por el compañero de al lado, espíritu rugbier que provoca orgullo, se ensayó. Se pasaron los últimos instantes en campo de CAR, y de izquierda a derecha, encima en acumulación de fases, últimos gramos de energía, se ‘empató’ esa parte. Orgullo y honor.

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