Rugby | División de Honor B

URA le adelanta los Reyes Mayos a Alcalá (22-29)

Dos jugadores del Alcalá placan a un jugador del conjunto cruzado en el partido disputado en el Juan Rojas.

Dos jugadores del Alcalá placan a un jugador del conjunto cruzado en el partido disputado en el Juan Rojas. / Brunela Caturano (Almería)

Unión Rugby Almería se presentó al partido, siendo local, con una convocatoria de tan solo 19 jugadores, mientras que Alcalá, desplazándose desde Madrid, lo hizo con 23 efectivos, ‘completo’. Era, de entrada, una muestra del estado actual, en la jornada 8, de ambos clubes. Nadie en los cruzados, en todo caso, pensaba que iba a ser sencillo encontrar el buen juego y conseguir la victoria, en definitiva, romper la espiral negativa en la que se andaba metido. De hecho, la primera parte se caracterizó principalmente por la notable acumulación de error almeriense, en gran medida, por exceso de ganas del equipo de recuperar sensaciones y agradar a su público. Se regaló mucho y Alcalá no tuvo que dominar para verse con 3-19. De hecho, todo nivelado… menos el tanteo.

A pesar de ello, habiendo encajado tres ensayos demasiados ‘sencillos’, se revivió un poco antes del descanso y por fin se vio que las cosas podían salir. Tan fue así que se logró un try y se siguió presionando para recortar más la distancia, pero no había más tiempo. Era esperanzador para afrontarse la segunda mitad con otro nivel de acierto, sobre todo habiendo visto la efectividad de los madrileños para sumar puntos cada vez que tuvieron la oportunidad. Así fue, dando la imagen de mayor seguridad, creyendo en si mismo el XV unionista y con Pocho en el papel de líder. Pero la mejora se quedó en nada porque con un marcador de 15-19 se volvió a dar un caramelo al rival y se vio de modo definitivo que ‘tampoco era el día’. Se luchó más, se rozó, pero faltó fuerza.

El encuentro comenzó con una igualdad que pasó del campo de Alcalá a la línea de la medular del terreno de juego. Unión Rugby Almería quería, lo buscaba, proponía, iba a por un triunfo necesario, pero cometió una serie de errores que no le permitieron darle a su puesta en escena el premio de los puntos. Balones escurridos, algunos avant, no se podía abrir el marcador pese a intentarlo. Dos touches iniciales, luego una melé, a lo que siguió un avance de Emilio Arias, rompiendo por el centro. Después otra melé y ‘a vivir’ en la parcela rival, si bien todo eso se iba diluyendo en errores no forzados que iban minando la moral. Pocho lo intentó rompiendo por el centro, Castro continuó por la derecha, se ganó una siguiente melé, pero se perdió la posesión por avant. 

Madrileños y cruzados pelean por un balón en un saque de touch. Madrileños y cruzados pelean por un balón en un saque de touch.

Madrileños y cruzados pelean por un balón en un saque de touch. / Brunela Caturano (Almería)

De ahí se pasó al centro del campo, siendo en el minuto 16 cuando pudo Alcalá pisar por primera vez la 22 almeriense. Intentó un drop que se marchó y después quiso irse a la touche en un golpe que podría haber sido elegido a palos. URA defendía y todo se mantenía en equilibrio. Cuando se quiso dar un estirón más para recuperar presencia en el campo madrileño, el ala izquierdo estuvo atento, robó e hico un try que echó por tierra todo el trabajo previo. Sin desmerecer la intensidad defensiva de Alcalá y todos los méritos que contrajo, abrió el marcador en el primer error de bulto almeriense en el minuto 23. Unión Rugby Almería ganó su propia patada de salida y se fue a touche, y a maul, y se rozó el try, pero de sancionó en contra.

La recuperación consiguiente dio a los cruzados la opción de sumar en golpe a palos que se erró. Se insistió y se logró otro golpe, también a palos, y transformado para el 3-5. La respuesta fue contundente, ya que Alcalá ganó su propio saque, rompió fácil la cortina defensiva por el centro y ensayó bajo palos ante la falta de placaje cruzado. En ese momento se entró en crisis y el rival lo aprovechó recuperando una touche que se ejecutó mal por parte de URA. Se produjo la sucesión de fases, de ahí a una melé que se ejecutó con salida rápida de balón, otra falta de placaje almeriense y nuevo ensayo para dar una renta amplia de 3-19 sin apenas haber pisado el territorio local. Enorme efectividad, castigo a los errores y mismo escenario de los partidos anteriores.

Pese a las adversidades y los golpes anímicos recibidos, URA ganó la patada tras ese try y por fin enganchó un buen juego de los tres cuartos, abriendo el balón con pases certeros hasta que se abrió la brecha y se entró para hacer el ensayo. Era el momento esperado de la confianza y de ella se apoyó el equipo para presionar, estando cerca de hacer otro ensayo. Se fue a touche, se metió en diez metros, estuvo cerca, pero no se logró penetrar en la zona de marca y el partido se fue a su intermedio con un 10-19 y las expectativas altas depositadas en el rendimiento de la segunda parte. Esto se vio cumplido y se trabajó para meterse otra vez en diez metros. Se jugó a touche, se fue a la sucesión de fases y Pocho hizo un gran try para apretar el marcador.

Llegó la recompensa acto seguido, con Momia culminando una serie de fases y dándole opción a su equipo de ganar el partido

Se erró la transformación y se quedó el tanteo en un 15-19, partido a tiro de un ensayo simple y con cambio de dinámica. Lamentablemente, se tuvo una melé otra vez cerca de la anotación, rozando el ensayo, pero perdiendo la ocasión. En la patada defensiva, sencilla para sacar el juego desde atrás, se cometió un grave error, se perdió el oval y se regaló otro try. Fue el punto de inflexión que dejó a los cruzados muy tocados, 15-26, si bien quedaba mucho tiempo y se siguió buscando la imagen ganadora. Llegó la recompensa acto seguido, con Momia culminando una serie de fases y dándole opción a su equipo de ganar el partido. Era un 22-26 a falta de 19 minutos para el final. Había tiempo de sobra para obrar la machada y la grada estaba totalmente enchufada.

Se podía soñar con recuperar la senda de la victoria, sin estar bien del todo y a pesar de los regalos. Se venía el vuelco en el marcador, con error de Alcalá derivado en una melé. No se pudo jugar y el golpe se lanzó a touche. Se fue a maul, avanzando hacia la remontada, pero, de modo poco comprensible y de nuevo, se produjo otra pérdida y ya no solo se perdió la ocasión de adelantarse, sino que el equipo se vio metido otra vez en apuros defensivos. Un golpe lanzado a palos con acierto por parte de Alcalá se presentó como una losa, a pesar de que todavía se podía empatar (22-29), y faltaron a la parte final ánimo y fuerzas. Se perdió una touche desde la que construir y quedó la sensación de que la orilla quedó cerca y que, de nuevo se murió antes de alcanzarla.

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