"Perdona, que se me han olvidado cosas por contarte". Quiere seguir charlando para volver a su juventud. Es Manuel Alcalá (1947, Almería), cuya historia da para un libro, después de un cuarto de hora de conversación. El boxeador almeriense, que aparece en muchos pasajes del libro El boxeo almeriense 1935-1992, de Juan Ortega, disfruta charlando sobre esos combates que protagonizó en las décadas de los 60 y 70. A sus 75 años recuerda perfectamente cada detalle de los 43 que disputó.

"Uno contra Gitano Jiménez fue un robo", cuenta como si lo estuviese viviendo. "Él era de Oviedo y se celebró en Miranda del Ebro. Ganó a los puntos", prosigue Manuel. Se refiere al combate del 10 de septiembre de 1971 en el que luchó por el Campeonato de España en peso superpluma. Ese día no ganó, pero tres años después sí logró el título nacional en peso pluma.

Antes de ese entorchado nacional tuvo que entrenar y pelear duro. De esa generación de boxeadores de la Plaza Pavía, comenzó a boxear a los 16 años, en un combate contra King Díaz en la plaza de Toros de Almería. Debutó como profesional en septiembre de 1966, con apenas 19 primaveras. Fue en La Coruña, con Guillermo Barrientos como contrincante. Combate nulo y victoria por KO en la siguiente, en junio de 1967, ante Caballero en el Cine Andalucía, de Sevilla.

Pero cuando Manuel suspira antes de recordar esa noche mágica. 22 de agosto de 1974, en su tierra, donde se proclamó profeta a sus 27 primaveras. "Fue una buena pelea contra Miguel Molleda", rememora Manuel, que peleó contra el madrileño hasta en cuatro ocasiones, ganando tres de ellas. "Era una bonita rivalidad, ojalá volver a esos días", prosigue el boxeador, orgulloso de vivir mundo al competir en Italia, Suiza y Francia, impresionándole el ambiente de Milán. Esos entrenos dirigidos por Muro merecieron la pena, acompañado por sus hermanos. Francisco fue campeón de Andalucía de aficionado en peso mosca, llegando a ir convocado por la selección española; mientras que Juan disputó una veintena de combates.

"Ya no hay la tradición pugilística de antes porque los jóvenes no tienen hambre. Ahora disponen de todo y tienen la vida más sencilla", explica el almeriense, que vuelve a la época donde fue más feliz visualizando los combates emitidos en Gol TV. En la navidad de 1979 colgó los guantes tras 43 combates (15 victorias, 21 derrotas y siete nulos) y en 2017 la Diputación Provincial le homenajeó junto a otros boxeadores de la época. El tiempo pasa y el legado de Manuel Alcalá siempre estará presente.