"A nosotros no nos llaman para bodas"

Pese a que Juanma Lillo no lo quiera, el verbo es una de sus principales virtudes y en las ruedas de prensa sale a relucir. De momento lleva cuatro y en todas ya ha dejado alguna frase célebre. Ayer, de manera distendida gracias a la tranquilidad que dio la victoria ante el Xerez, Lillo tiró de ingenio para responder a una pregunta acerca de que si estaba notando la presión de poder entrar por primera vez en zona de descenso.

"No me he hecho esos planteamientos. Para mí esto es más sencillo porque acabo de llegar; a vosotros os preocupa más porque lleváis tres años en Primera División. Mi intención, hoy por hoy, es sólo vencer el partido del sábado. Igual soy un inconsciente, pero a nosotros nos llaman para los entierros y no para las bodas ni para los bautizos", metáfora que utilizó para referirse a que se había hecho cargo del Almería porque Hugo Sánchez no fue capaz de enderezar el rumbo.

Como el partido del pasado domingo ante el Xerez es la única referencia hasta el momento, el tolosarra dejó claro que muchas veces es mejor hacer bueno el refrán de dame pan y dime tonto. "La victoria te ahorra muchas palabras. Si juegas bien y no ganas, al final todo se te viene en contra. Pero yo me veo con la obligación de jugar bien y ganar", reconoció el preparador rojiblanco.

Lillo no quiso desvelar si había modificaciones, aunque apuntó que lo que no cambiará será su "filosofía". En ella, juega un papel fundamental un futbolista que no contó para nada con Hugo Sánchez y que ahora tiene que demostrar que puede ser el cerebro de este equipo. "Me gustan mucho los jugadores que hacen mejores a los demás. Miguel Ángel [Corona] es de este tipo de futbolistas, pero esto no es un salvoconducto para que tenga que jugar siempre. En el partido ante el Xerez, el papel que debía jugar se quedó más en una intención que en un hecho", se sinceró.

Centrándose en el partido de mañana sábado en El Madrigal ante el Villarreal, al tolosarra no le preocupa la baja por sanción de Chico. "Yo atiendo al equipo. Su sustituto aportará cosas mejores y peores. A nuevos jugadores, nuevas condiciones". Pellerano tiene todas las papeletas para ocupar el puesto del gaditano.

Sobre el equipo entrenado por Ernesto Valverde, Lillo alabó sus virtudes. "A los de amarillo también les gusta tener el balón y te empujan contra tu propia portería. Sería bueno que al Villarreal no le permitiéramos ser él", comentó el entrenador almeriense, que dejó muy claro un planteamiento: "Cuando afrontas un partido, no piensas en las cifras de los rivales. Si hubiera modificaciones en el equipo, sería para hacerles daño".

Finalmente, Lillo habló de alguna posible salida y del estado de Vargas. Sobre ventas en el mercado de invierno, dijo que "inicialmente, cuento con todos los jugadores que están en la plantilla. Si llegara alguna oferta, habría que estudiarla siempre que todas las partes estuviéramos de acuerdo". En cuanto al futbolista colombiano, reconoció que "ya puede hacer cositas", pero no puede forzar cuando se trabaja con balón.