La máquina no estaba rota, era Nairo Quintana

Vicente Belda, ex director del Kelme, fue el descubridor de Nairo Quintana cuando el técnico trabajaba para el Departamento de deportes del Gobierno de Boyacá en 2008. Algo vio en el vencedor de la Vuelta en los primeros exámenes físicos de los entonces aspirantes a campeones.

Aquel chaval "tímido pero con desparpajo", con 18 años, sembró la duda sobre el buen funcionamiento de la máquina, ya que arrojó unos resultados extraordinarios de sus niveles físicos. La prueba de esfuerzo hubo de repetirse y confirmó que lo extraordinario era aquel joven de Tunja, no que el aparato estuviera roto.

Al día siguiente regresó y volvió a sorprender. Los resultados fueron los mismos y las cifras delataron el nacimiento de una estrella en potencia. "El siguiente paso fue decirles a los dirigentes deportivos de Boyacá que teníamos una joya de las que salen muy de ven en cuando", comenta el ex técnico alicantino.

El primer equipo de Nairo fue el Boyacá es para Vivirla, un Continental en el que debutó en 2009 con 19 años. Belda era el director y le ofreció un contrato antes de que terminara la educación secundaria. En 2010, con Café de Colombia, ganó el Tour del Porvenir y enseguida llegó la primera oferta de Eusebio Unzue.

"Su gran salto llegó cuando ganó la montaña en la Volta a Cataluña", rememora Belda. Por fin llegó el salto a la élite: "Rompió con Café de Colombia y hablé de nuevo con Unzue para que lo fichara Movistar". El resto es historia.

Vicente Belda, alejado del ciclismo de primera fila, no tiene dudas, Nairo Quintana "está capacitado para ganar el Tour". El descubridor espera verlo en lo más alto de París. De momento, ya se ha coronado en el Giro y la Vuelta.