El miedo del campeón y su inofensivo 'tiki-taka'

España jugó ante Croacia un mal partido. El miedo a la decepción agarrotó a los de Del Bosque, que dispusieron de una abusiva posesión de balón que no terminó de convertirse en ocasiones claras de gol.

El miedo del campeón y su inofensivo 'tiki-taka'
El miedo del campeón y su inofensivo 'tiki-taka'
Jesús García

19 de junio 2012 - 16:59

La selección española es fiel a un estilo. Posesión, control, pases cortos, juego combinativo y de vez en cuando una genialidad que te resuelve un partido. Es la seña de identidad de una selección que ha pasado de ser el eterno aspirante a ser el faro del fútbol mundial. Sin embargo todo premio tiene su castigo, y el de ser campeona de Europa y del mundo es tener que soportar la presión exterior y tener que luchar contra tus propios miedos.

España se enfrenta a una oportunidad histórica, jamás una selección ha podido levantar tres grandes títulos internacionales consecutivos, y los hombres de del Bosque están a sólo tres victorias de conseguirlo. Pero estar permanentemente bajo los focos desgasta, y la selección vivió ante Croacia su primer episodio de miedo del campeón.

Los futbolistas de la selección, por indicación técnica o por decisión propia, pisaron el Gdansk Arena con la convicción de que lo importante era pasar a cuartos de final, que con un empate les valía y que no hay mejor defensa que la posesión del balón. Sin embargo, alguien debería de haberles dicho a los muchachos que el que juega con fuego tarde o temprano se quema, y que el que especuala con el resultado, tarde o temprano sale perdiendo. No fue así en este caso, y pese a jugar al empate durante todo el partido, finalmente la selección se desperezó a falta de dos minutos para el final y una genialidad orquestada por el falso nueve y el héroe del mundial , culminada por el jugador número trece de Del Bosque, ponía definitivamente a España en cuartos de final como primera del grupo C.

Mucho se había hablado durante la semana de un posible pacto entre España y Croacia por un empate a 2-2 que clasificara a españoles y balcánicos y dejara en tierra a Italia, uno de los serios aspirantes al título. Desde España se negó con rotundidad, pero luego se pactó con el diablo una victoria paupérrima con el tiempo casi cumplido. Más le hubiera valido a España haber pactado y librar así del sufrimiento a más de 14 millones de españoles que se acercaron a la televisión a ver el encuentro. España jugó con miedo, sin apenas arriesgar. Jugó al 0-0, cuando más fácil hubiera sido jugar al 2-2, o al 0-1, o al 0-2...

El miedo del campeón a decepcionar y caer eliminada cuando todo el mundo espera su presencia en la final agarrotó las piernas de los jugadores y atenazó sus en otras ocasiones lúcidas mentes. Casi un 70% de posesión para una selección que eternizaba sus ataques, jugaba en horizontal, sin desmarques de ruptura y con un sistema que terminó siendo previsible y fácil de defender para Croacia. España tocaba en horizontal, una y otra vez, apoyándose con la defensa y volviendo a empezar, pero sin profundidad ni prácticamente intenciones de asomarse a la portería defendida por Pletikosa. El tiki-taka, si es lejos de la portería, no vale de nada.

Ser el faro del fútbol mundial tampoco es algo que beneficie a España. Eres el rival a batir. Los equipos contra los que España se enfrenta se toman el encuentro como un gran reto, y se preparan a conciencia. Ya no se dispone del factor sorpresa que nos facilitó la Eurocopa hace cuatro años, ahora todas las selecciones nos estudian y hasta intenta imitarnos. Cada partido se plantea para España como un ejercicio de paciencia contra un estilo que se esfuerzan en defender.

Pero aunque insistan, la España de la Eurocopa 2012 aún no ha encontrado ese sistema infalible que años atrás le llevó a ser campeona de Europa y del mundo. Prueba de ello es que durante el partido ante Croacia Del Bosque probó hasta con cuatro jugadores como referente en ataque, dos falsos nueves y dos delanteros diferentes. Y todo para que terminara marcando el extremo.

Y por si fuera poco, España está cansada. La temporada ha sido larga, y la falta de rotaciones en la que ha incurrido Del Bosque, con varios jugadores por estrenar o casi sin minutos en el campeonato, está haciendo que en partidos como el de Croacia los jugadores se muestren faltos de frescura y se esfuercen en racionalizar los esfuerzos pensando más en los intensos partidos que quedan hasta la final que en el encuentro que están jugando..

Desde la prensa y desde la afición se ha cargado a la selección con la losa de campeón que los de Del Bosque deberían quitarse cuanto antes para poder desplegar realmente el fútbol que tienen en sus botas. Se tiende desde España a desacreditar con rapidez al rival. Croacia sorprendió a muchos. España desplegó todos sus temores sobre el campo y los balcánicos apunto estuvieron de aprovecharse. Ha sido la pesadilla que esperemos que sirva de antesala a un plácido sueño. A partir de ahora ya no vale jugar con miedo, ni especular con el resultado. A partir de ahora únicamente sirve salir a morder cada partido como si nunca se hubiera ganado nada.

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