El Almería afronta esta semana en un horario intempestivo para la práctica del fútbol una cita que ha cobrado mayor importancia tras claudicar en el tiempo extra en Valladolid y perder en casa el pasado lunes ante Osasuna. Si el parón de selecciones a la vuelta de la esquina le vendrá a Rubi como anillo al dedo para acoplar a las nuevas piezas, una derrota podría significar, en función del resto de resultados, entrar en descenso por primera vez en la temporada, con lo que ello podría suponer para un plantel neófito que no tendría hasta dentro de dos semanas una nueva oportunidad.
El cuadro almeriense, que viajó ayer a Mallorca tras el último entrenamiento de la semana, se planta en Son Moix con dos derrotas consecutivas, pero también con dudas en el ambiente tras el encuentro del lunes, cuando se llegaron incluso a escuchar unos pitos que no "ayudan al equipo", según Rubi. El preparador vilasarense ha vuelto a pedir un tiempo que se entiende lógico para que el remozado plantel vaya engrasándose con las incorporaciones de las últimas semanas de mercado.
El once visitante presentará novedades, aunque resta por ver cuántas, sin vislumbrarse revolución. Touré está llamado a ser titular después de que Sousa no termine de cuajar. Como quiera que Rubi quiere "asustar más en ataque", no parece que el técnico rojiblanco vaya a volver al sistema de tres centrales, por lo que el ataque lo completarán Ramazani y Embarba, sin descartarse que entre Vinicius por el último.
Con una defensa que ya se recita de carrerilla, la medular también podría tener alguna que otra sorpresa, máxime al no carburar en las últimas jornadas. Que De la Hoz continúe en el dique seco (también son bajas Centelles y Baptistao, los tres, por esguinces de tobillo) invita a que Eguaras vuelva a ser el mediocentro posicional a pesar de su gris actuación ante Osasuna, siendo el sacrificado en el descanso. Portillo y, sobre todo, Puigmal tienen papeletas para formar de inicio, buscando algo diferente.
El Real Mallorca tampoco llega de la mejor manera. Los de Aguirre fueron goleados en el Bernabéu antes de pasar una semana de intranquilidad institucional por el caso Sarve. El técnico mejicano, que tiene las bajas de los lesionados Ndiaye, Kadewere y Battaglia, pondrá en liza un once similar al que perdió ante el Real Madrid. Copete podría entrar por Nastasic en la línea de tres centrales y Baba ocupará el puesto del citado Battaglia. Otro de los nombres propios es el de Muriqui, en un sensacional estado de forma; no en vano, ha anotado tres de los cinco goles a favor que llega el Mallorca.
Los locales están firmando un irregular inicio de curso, sin haber aún ganado en su feudo. De hecho, de los cinco puntos que lleva en su casillero, cuatro lo ha logrado fuera de Mallorca, donde está mostrando más solvente, más allá de la goleada en el Bernabéu, donde llegó a adelantarse. El Real Betis se llevó los tres puntos de tierras baleares en la segunda jornada gracias al doblete, desde los once metros, de Borja Iglesias y el Girona arrancó un punto hace un par de semanas, con gol del exrojiblanco Samu Sáiz en el descuento, también desde el punto de penalti.
Los caminos de ambos equipos están siendo similares, aunque al Almería fuera de casa le está costando más. Hoy necesita puntuar como el comer para evitar que se declare el estado de nerviosismo con un parón de selecciones que se saborearía con el primer triunfo como visitante, pero que se haría demasiado largo con la cuarta derrota de la temporada. Porque al fin y al cabo el fútbol son goles y no habría mejor medicina que una victoria.
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