Quinn McNutt, de Estados Unidos a La Cañada
Fútbol | División de Honor Juvenil
El americano afronta una nueva etapa en el fútbol español, tras su paso por diversos equipos de Tarragona, en las filas del conjunto de la barriada almeriense
A La Cañada se le atraganta el triunfo también ante San Félix (0-1)
Cada año son miles y miles los estudiantes que parten desde España hacia Estados Unidos en busca de mejores oportunidades con la que poder compaginar los estudios con su deporte. Sin embargo, el camino inverso recorrió el joven estadounidense Quinn McNutt (29 de agosto de 2006, Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos), quien tras su paso la temporada pasada por el fútbol catalán en equipos como el Nástic de Tarragona o el CF Pobla de Mafumet ahora afronta una nueva etapa en España formando parte de las filas de La Cañada en su División de Honor Juvenil que dirige Juan Carlos Zumaquero. Y con un claro objetivo, llegar a ser en un futuro futbolista profesional.
Lo que para algunos podría parecer una decisión con poco sentido, para Quinn ni mucho menos lo es. Así, McNutt, cuyos referentes han sido Messi y Wayne Rooney, no duda en explicar que su sueño "yendo a España iba a ser más fácil", añadiendo que "hay más oportunidades aquí (por España) que en Estados Unidos porque como casi todos los jugadores de juvenil en Estados Unidos van a jugar a la universidad y como que solo hay MLS y USL que son las dos ligas de Estados Unidos que son profesionales". Una situación que provoca que "sea muy difícil ir de la universidad a una de las dos ligas", a diferencia de lo que muchos españoles podrían llegar a pensar.
Fue por ello que el pasado curso puso rumbo a España y más concreto a Tarragona, donde llegó para probar con diversos equipos de la zona hasta que le llegó la oportunidad del CF Pobla de Mafumet. Sin embargo, se topó con su primer contratiempo al tan solo poder entrenar al no contar todavía con dieciocho años, edad necesaria para la tramitación de la ficha para aquellos jugadores extranjeros de países no pertenecientes a la Unión Europea. Todo ello para más tarde probar suerte en el CE Europa, de Barcelona, y en el Nástic de Tarragona, en el que acabó concluyendo la pasada campaña.
Aparece la puerta de La Cañada
Una etapa que acabó concluyendo antes de lo previsto, puesto que no contaban con él para el presente curso. Sin embargo, fue ahí cuando acabó abriéndose la puerta de La Cañada, algo que hace no tanto difícilmente hubiera entrado en sus planes cuando se encontraba en la otra punta del país y apareciendo un nombre que acabó siendo clave, el de entrenador del cadete cañaero Radu Varcus. Una situación que explica de la siguiente manera: "Mi madre es profesora de biología en Estados Unidos y ella tiene un estudiante que es de Almerimar y él jugó a fútbol en el Ejido y él conoce a muchas personas de Almería. En mayo cuando yo sabía que yo no iría al Gimnàstic de Tarragona mi madre le preguntó a él si había equipos en Almería que yo pudiera hacer pruebas y no oí nada de él hasta mediados de julio y él a mis padres les dijo que hay un equipo en División de Honor Juvenil que se llama La Cañada Atlético y que podía ir a hacer una prueba con ellos y que vamos a ver qué pasa".
De esta manera, cuenta que "una semana o dos después vine a Almería e hice la prueba con ellos y en la primera semana me dijeron que fuera otra semana y también otra semana. En total creo que estuve aquí para dos semanas y pico o algo y después de dos semanas o tres semanas me dijeron que podía jugar con ello". Aunque antes de ello comenta que "a un entrenador que se llama Radu, que es el entrenador de los cadetes, el chico de Almerimar, que se llama David, le envió como mis highlights de algunos partidos amistosos con el Gimnàstic de Tarragona", detallando que "al final me querían para hacer la prueba".
Un periplo alejado de su tierra natal que le está permitiendo comprobar de primera mano las diferencias entre un fútbol y otro, considerando que "aquí es como que ganar es lo único que importa", mientras que "en Estados Unidos es más importante que los jugadores estén mejorando y los resultados no tienen casi importancia". Por su parte, su aventura ni mucho menos fue fácil desde el primer momento comenzando por el idioma del cual señala que "no hablaba casi nada cuando vine". No obstante, su sueño era el fútbol y poco le importaban los obstáculos a los que se tuviera que enfrentar.
"Me ayuda mucho y también hablando con mis amigos en la residencia me ayuda"
En esta línea, el estadounidense actualmente asiste a clases de español durante cuatro horas al día de lunes a viernes. "Me ayuda mucho y también hablando con mis amigos en la residencia me ayuda", indica al respecto. Una situación diferente al del pasado curso en el que convivía con otros estadounidenses "El año pasado estuve con otra gente de Estados Unidos que también querían hacer pruebas en equipos de allí, de Tarragona, y con unos de ellos fuimos a un instituto en Tarragona. Pero un instituto solo con españoles y todo en Tarragona, pero para nosotros nos daban las clases en inglés. Por eso yo creo que no aprendimos mucho como sí pudiéramos haber aprendido más si estuviéramos aprendiendo con los chicos españoles, pero estábamos separados", comenta Quinn McNutt. Aunqu no duda en afirmar que "he aprendido muchísimo, mucho más que en Tarragona".
Además, el joven americano se encuentra más que cómodo en tierras almerienses, donde le han acogido como si fuera uno más del equipo desde el primer momento. "En el vestuario con los otros jugadores a veces sí es difícil entender que están diciendo y también formar relaciones con ellos porque soy diferente. Pero también me aceptaron muchísimo, mucho más que en Tarragona", asegura sobre la acogida. Algo que no duda en afirmar que "no esperaba eso, yo creía que como sois casi los mismos, pero sois muy diferentes también entre ciudades que están como a 30 minutos. Llevo seis meses aquí y la gente es más abierta, me hablan más, son más amables y yo me siento más cómodo con los jugadores del equipo que el año pasado y como que son más mis amigos".
No obstante, McNutt no oculta que "es difícil a veces no tener a mi familia conmigo, cara a cara porque claro que es diferente como en una llamada o algo así", si bien agrega que para él "no es súper difícil estar sin ellos, pero claro que les echo de menos cada día". Aunque no duda en asegurar que "tengo una vida maravillosa aquí que estoy en España jugando al fútbol a un muy buen nivel. Por eso no es tan difícil, porque estoy haciendo algo que me gusta muchísimo".
Aunque tal y como le ocurriera ya en Tarragona también tuvo que conllevar el contratiempo de no contar con ficha, no siendo hasta finales de diciembre, coincidiendo con el inicio de la segunda vuelta, cuando por fin pudo debutar con los cañaeros en la goleada en casa frente al Rusadir. "Cuando vine creía que podía jugar cuando tuviera 18 años, pero al final era mucho más difícil y Antonio Miras, uno de los directivos, hizo todo lo de los papeles y de la ficha. Es muy difícil como tiene hacer un montón de cosas para tener la ficha y aunque tardó tanto tiempo yo sabía que iba que iba a tenerla y al final con eso me dio alivio para seguir entrenando y todo. No voy a decir que era fácil, claro que era muy difícil, muchas noches hablando con mis padres, diciéndoles que no sé si la ficha llega y que no sé como si vale la pena estar aquí sin jugar. Pero al final tengo la ficha, ahora puedo jugar", explica sobre esta complicada situación.
Y aunque la temporada está cada vez más cerca de tocar a su fin, en su mente solo aparece una expresión americana: 'make the best like of the time you have' ('aprovecha al máximo el tiempo que tengas'). De esta forma, afirma que "quiero hacerlo lo mejor que puedas durante el tiempo que queda. Todavía hay muchos partidos para jugar y todavía hay muchos objetivos para el equipo como acabar en una posición alto y cosas así. Quiero disfrutar que tengo la ficha y que puedo jugar y que estoy en un muy buen equipo. Yo quiero disfrutar, trabajar y mejorar. Eso es mi objetivo para el resto de la temporada". Y todo con una clara meta, llegar a ser futbolista profesional allá donde sea sin importar donde se pueda presentar la oportunidad.
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