A la tercera fue la vencida
Purito Rodríguez, tras ser segundo en 2010 y 2011, se alzó con el triunfo en el muro de Huy tras un explosivo ataque final · Se une en el palmarés a Astarloa y Valverde
Un ataque en pleno ascenso al muro de Huy, en cuya cima estaba la meta, convirtió a Joaquim Purito Rodríguez, segundo los dos últimos años, en el tercer español que inscribe su nombre en la Flecha Valona, después de Alejandro Valverde (2006) e Igor Astarloa (2003). La segunda clásica del tríptico de las Ardenas, con un recorrido de 194 kilómetros con salida en Charleroi y meta en el famoso muro de Huy, consagró el final explosivo de Purito, que remató un intenso trabajo del Katusha.
El español atacó en pleno ascenso al muro de Huy, a 400 metros de la meta, y dejó clavados a todos en un pelotón que se había reagrupado en ese mismo punto. Venció con un tiempo de 4:45.41. Michael Albasini y Philippe Gilbert, respectivamente, lo escoltaron en el podio. Junto al defensor del título, Gilbert, el cartel de favoritos contenía tres nombres españoles: Joaquim Rodríguez, segundo los dos últimos años; Alejandro Valverde, vencedor en 2006; e Igor Antón, quinto en 2011, que sustituía a Samuel Sánchez en el Euskaltel.
La carrera tuvo un inicio tranquilo, pese al viento y a los intentos de fuga. Bellemakers saltó en el kilómetro 60 junto a Roux y formó la escapada del día. Su ventaja, que llegó a los cinco minutos, descendió a partir del kilómetro 100, cuando Katusha y Lotto comenzaron a tirar del pelotón.
A 50 de la meta la pareja tenía 2:40 de margen, con cinco muros por delante y el de Huy por partida doble, pero el Katusha tiraba ya a bloque para llevar a Purito al pie de la última cota en condiciones de lanzar su ataque. Andy Schleck intentó un ataque largo, llevándose a Trofimov y a Fofonov, pero su aventura duró apenas seis kilómetros.
La fuga de Bellemakers y Roux murió a 15 kilómetros de la llegada. El muro de Huy, un kilómetro con rampas que alcanzan el 26%, volvió a erigirse en juez de la batalla, y la lluvia añadió un punto de dificultad al desenlace.
Hesjedal y Nordhaug atacaron a 8 kilómetros y a pie del último muro tenían 13 segundos sobre el grupo, pero el margen resultó insuficiente. Poco después de ser absorbidos, Purito asestó un ataque seco y esta vez, a la tercera, nadie pudo darle réplica.
No hay comentarios