El día que toda Almería gritó el gol de Iniesta

Hoy se cumple un año de la mayor hazaña deportiva conseguida por la selección española de fútbol en toda su historia, su proclamación como campeona en el Mundial de Sudáfrica 2010, dos años después de levantar la Eurocopa en Austria. Pasar por Las Almadrabillas, bajo la sombra del Cable Inglés, trae gratos recuerdos de las intensas semanas vividas durante la competición en MundiAL 2010, carpa que instaló Diario de Almería para todos los almerienses. Más de 5.000 gargantas se dieron cita en la gran final entre el combinado de Vicente del Bosque y Holanda y unieron su grito de alegría en una sola voz con el gol de Iniesta que alzó a la Roja a la gloria futbolistica.

Fue el broche de oro a una competición que convirtió día tras día al Cable Inglés en un espectador de lujo en la reunión de culturas y diferentes acentos que se dieron cita en MundiAL 2010. Fue la carpa de los colores, con camisetas naranjas holandesas o albicelestes de Argentina. Se bailó a ritmo de samba brasileña durante los encuentros de la Canarinha y los seguidores alemanes mostraron su respeto ante una buena cerveza bajo el incansable sol almeriense. Fue un ejemplo de contrastes, una Torre de Babel junto al Mar Mediterráneo en la que convivieron una decena de nacionalidades bajo un estandarte único, el del balón. Sin duda, una iniciativa pionera que nunca antes habían experimentado los almerienses y que resultó ser todo un éxito para toda la ciudad.

Pero no solamente de fútbol se vivió durante esas semanas. Por las noches, tras los partidos, los conciertos pusieron el mejor sonido posible a un ambiente de cordialidad, maquillado con una brisa marina típica de jornadas veraniegas en esta tierra. Hubo actividades para todos los gustos que hicieron de la carpa mundialista un fijo en las agendas de todos los ciudadanos y turistas que no quisieron perder la oportunidad de disfrutar de un lugar idóneo para pasarlo bien en compañía de sus familiares y amigos.

Una pantalla gigante, a modo de cine de verano, mantuvo en vilo hasta el último minuto del Mundial a todos los seguidores de España y Holanda. La misma que presenció los llantos de cientos de argentinos y estudiantes italianos que vieron a sus respectivas selecciones marcharse de la competición antes de tiempo. En Las Almadrabillas se vieron las dos caras del balompié, la buena del triunfo y la mala de la derrota. Aún así, siempre reinó la deportividad gracias a que a todos los visitantes de la carpa les unía la misma pasión.

Deportistas, artistas y políticos disfrutaron de la comodidad 'VIP'

Sobre la explanada en la que cientos de personas se reunieron diariamente para ver los partidos del Mundial, se levantó una planta superior en la carpa en la que se dieron cita en los encuentros que disputó España numerosas caras conocidas de la sociedad almeriense. Era la zona VIP, lugar de reunión y tertulias entre deportistas, artistas y políticos. Héctor Berenguel, José Ortiz, Barbero, Raúl Sánchez, Martín Doblado y Alfonso García, entre otros, representaron al mundo del deporte participando en retransmisiones en directo con Onda Cero e Interalmería TV, mientras que autoridades como Luis Rogelio Rodríguez Comendador o Juan Carlos Usero dejaron ver su lado más futbolero.