El Almería no acaba de carburar bajo la batuta de Guti y el preparador madrileño debe tomar cartas en el asunto. Desde su llegada apostó por un cambio de sistema, modificando el habitual 1-4-2-3-1 de Pedro Emanuel por un 1-4-3-3 en busca de mayor posesión de balón, pero se ha desvelado que emplear la figura de un mediapunta en dicho dibujo carece de sentido.

Ni Coric ante el Zaragoza ni Vada frente al Elche completaron buenos partidos, ya que sus cualidades apuntan más a dar el último pase que a generar el juego. Chema directamente parece no contar a sabiendas de que será uno de los sacrificados en el mercado invernal. Todos ellos tienen más alma de segundos puntas que de centrocampistas.

Todos los caminos, por tanto, conducen a que Guti experimente ante el Numancia con nuevos inquilinos para el trivote en la sala de máquinas buscando mayor equilibro defensa-ataque y en bajo ese prisma lo lógico sería apostar por juntar a Petrovic, De la Hoz y Aguza sobre el terreno de juego.

Petrovic ejercería el papel de pivote defensivo, con De la Hoz y Aguza por delante al objeto de aportarle mayor equilibrio a la medular

El serbio en el papel de pivote defensivo, con De la Hoz y Aguza por delante. El cántabro ejercería ese papel de enganche entre la zaga y la delantera con esa posibilidad de pisar área que tan bien desarrolla y el catalán como cerebro por el que pasan todos los balones, llegador desde segunda línea y ejecutor del balón parado.

Salvando las distancias, y ya que Guti ha mamado la escuela merengue, serían los roles que Casemiro, Kroos y Modric (o últimamente Valverde) interpretan en el Real Madrid con Zinedine Zidane.