La última batalla Warriors-Thunder

La gran victoria a domicilio que lograron los Warriors ante los Thunder (101-108) en el sexto partido de las finales de la Conferencia Oeste y que los mantuvo con vida no tendrá valor si no consiguen esta madrugada (03.00) la decisiva en el séptimo, al que ya han calificado como ir de nuevo a "la guerra".

"Eso fue lo que nos tocó vivir cuando estábamos con las espaldas contra la pared en el sexto y lo que hizo que nos diésemos cuenta que íbamos a una guerra deportiva que teníamos que ganar si queríamos seguir", señaló Curry, clave, junto con Klay Thompson, en igualar una serie que estaba 1-3 para la franquicia de Oklahoma City. Lo lograron por la puerta grande, viniendo de atrás, con su mejor arma, la concentración, y los tiros demoledores de triples, a los que los Thunder no pudieron responder.

Los Warriors podrían ser el décimo equipo que consiga superar una desventaja de 1-3 en una serie al mejor de siete partidos en la historia de la NBA y lo harán en su Oracle Arena de Oakland, decisivo en su camino para alcanzar su segunda final consecutiva.

Ninguna de sus históricas 73 victorias acumuladas esta temporada, ni tan siquiera la ya memorable remontada del sexto partido, les servirá cuando esta noche cuando se jueguen todas las aspiraciones de defender el título en un solo encuentro. "Aprendí que nuestros jugadores son duros, mentalmente fuertes", declaró el técnico Steve Kerr, que ganó el premio de Entrenador del Año. "No sé si aprendí eso. Eso ya lo sabía. Pero lo confirmaron. Es una gran remontada, pero no está culminada. Tenemos por delante el partido más importante de todos", indicó Kerr, consciente de que su equipo, que sólo perdió tres choques en su cancha esta campaña, está sufriendo ante Durant, Westbrook, la defensa de los Thunder y su hombre alto, el pívot neozelandés Steven Adams. Pero Curry, lo tiene claro: "Hay que darlo todo porque, ahora sí, es ganar o irse a casa".