UD ALMERÍA 3-1 CELTA DE VIGO

Los que no valen para Primera

  • El tiempo le acaba dando la razón a un Rubi criticado por los que hoy le aplauden

  • La plantilla se reinvindica para hacer del Power Horse Stadium el cuarto mejor estadio de la categoría

Once dispuesto por Rubi, el mismo en los tres últimos encuentros ligueros

Once dispuesto por Rubi, el mismo en los tres últimos encuentros ligueros / Javier Alonso (Almería)

Pedía Rubi tiempo, término que no tiene cabida en un fútbol que no entiende de procesos, en el que no se ve el día a día y en el que el entrenador parece ser el que menos sabe. Pero ha sido el tiempo el que le ha terminado dando la razón, con tres victorias y nueve goles a favor en los tres últimos encuentros en el otrora Estadio de los Juegos Mediterráneos, al margen de las buenas actuaciones frente a dos colosos como el Real Betis y el Villarreal. Estos guarismos y el fútbol desplegado por el juego indálico parecían una utopía hace mes y medio, cuando ni la plantilla ni el técnico valían para Primera División.

Decían los entendidos que Rubi no era técnico de Primera División. Los dos ascensos a la máxima categoría y colar al Espanyol entre los mejores del viejo continente eran sólo consecuencias de la fortuna. De hecho, el pasado ejercicio el Almería ascendió gracias a un Umar Sadiq que no ha estado ni hoy ni frente al Rayo ni ante el Girona. El resto de piezas eran meras comparsas.

Comparsas como un De la Hoz al que se le cuestionó incluso en la época prejeque, cuando el objetivo era la permanencia en Segunda División. Sin nivel para la categoría de plata, como para codearse con los mejores... Pero ahí está, en la máxima expresión del metrónomo, creciendo a pasos agigantados a sus 30 años, estrenándose incluso como goleador con una diana clave.

Iago Aspas agarra a un De la Hoz que llegó a ser discutido en Segunda División Iago Aspas agarra a un De la Hoz que llegó a ser discutido en Segunda División

Iago Aspas agarra a un De la Hoz que llegó a ser discutido en Segunda División / Javier Alonso (Almería)

Baptistao, con dos asistencias hoy, era otro de los apestados. Un tipo que volvió a abandonar su país para ganar un buen puñado de euros en su segunda etapa en el fútbol español. La edad ya le pesaba y arrastrase sobre el verde era su cometido. Como el de Embarba, que si bien este mediodía no ha brillado, ya ha dejado claro de lo que es capaz como un Robertone que tampoco tenía nivel para Primera. Samu, su compañero de fatigas, también se terminará subiendo al carro sin querer dar la impresión el que suscribe de ser palmero.

Por esa medular anda un Eguaras, el mismo con el que el Zaragoza engañó al Almería y que hoy ha sido otro de los que tras una larga trayectoria ha materializado su primera diana en la élite. Lo ha hecho tras una genial maniobra de Sousa, ese delantero con sobrepeso que se atragantaba nada más respira. Para delanteros, un Touré cuyo fichaje fue toda una aberración. No tenía nivel para jugar en la categoría como se podía comprobar en cada partido del Stade de Reims que cualquier buen aficionado veía domingo sí y domingo también.

Todo ello con Rubi como director de orquesta, con planteamientos erróneos semanas sí y semanas también, un vendedor de humo en la sala de prensa y un atrevido al pedir paciencia para encajar las últimas incorporaciones. Para más inri, la plantilla sin experiencia en Primera División hacía presagiar el desastre, al ser condición sine qua non para poder competirle de tú a tú a jugadores con delanteros como Borja Iglesias o Iago Aspas. Encima el técnico nacido en Barcelona y criado en Vilasar de Mar no acierta en ninguna sustitución, como se ha podido comprobar hoy, dando entrada a jugadores como Pozo, Vinicius, Ramazani, Sousa y Eguaras, sin incidencia ninguno de ellos en el resultado final.

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