Rodrigo Ely marcó en el minuto 87 del Valladolid-Almería un gol que puede valer un ascenso, cuando los rojiblancos caían por 2-1, después de que se vieran remontados. Ramazani adelantó a la UDA en el primer tiempo, pero empató muy pronto Roque Mesa, y los locales habían logrado adelantarse justo a la vuelta del descanso. El resultado permite al Almería seguir en puesto de ascenso y ganarle el average a los pucelanos.

Rubi presentó hasta cuatro cambios con respecto a la victoria ante la Ponferradina. Seguramente el regreso más esperado fue el de Ramazani, que acompañó como novedades a Robertone, Eguaras y Akieme. Suplieron a Appiah, Puigmal, De la Hoz y Centelles. Rubi sentó a De la Hoz con la intención de tener más balón con Eguaras y, tal como reveló el mister minutos antes del duelo, aprovechando que el Valladolid solo alineaba a un punta (Weissman). Justificó hacer cuatro cambios, además, por haber jugado el lunes y, por tanto, gozar de menos descanso del habitual.

Y si lo que quería Rubi era tener más el balón que su rival, no lo consiguió ante un Valladolid que compareció muy enchufado y que, pese a ir de más a menos en el primer tiempo, merodeó mucho el área de Fernando precisamente ayudado por su capitalización de la pelota (61/39 % de porcentaje antes del descanso). A eso el Almería respondió con la colosal arma ofensiva que aporta la velocidad de Ramazani, un verdadero quebradero de cabeza con espacio por delante, pero que en cambio siempre erró en el último pase a Sadiq. El partido tuvo mucho ritmo y la sensación de peligro fue constante en las dos áreas.

Los primeros minutos fueron convulsos para el Valladolid, que en el calentamiento perdió a El Yamiq (iba a ser titular) y su sustituto, Javi Sánchez, apenas duró 9 minutos en el campo. Eso, sin embargo, no impidió que se mostraran muy peligrosos en ataque, especialmente con un entonado Gonzalo Plata. Los de Pacheta parecían tener las ideas muy claras en la zona de creación e hicieron emplearse a fondo a la zaga constantemente en el primer tiempo.

A falta de control por parte de Eguaras y Samú, que entraron poco en contacto con el cuero en el primer acto, los indálicos ofrecieron su habitual peligrosidad a la contra y la velocidad por banda, especialmente con Akieme por la izquierda. Precisamente de sus botas nació la acción del 0-1, cuando porfió por un cuero que parecía imposible y consiguió centrar raso sobre la misma línea. Masip la paró en primera instancia ante la entrada de Ramazani, que estuvo muy habilidoso porque, en plena caída, logró meter el pie para empujar el balón al fondo de las mallas (19').

Pero la respuesta del Valladolid fue demasiado rápido como para, siquiera, asimilar el preciado botín parcial que ya se tenía. Los locales botaron una falta ensayada desde la derecha, en raso hacia la frontal, donde Roque Mesa empalmó de primeras y la clavó en la escuadra de Fernando, sin que tuviera ningún opositor en mucho espacio a la redonda (22'). Plata, poco después marró otra muy clara que pudo haber significado el 2-1.

El Valladolid fue perdiendo algo de fuelle con las cercanías del descanso, lo que permitió que el Almería en cierta manera respirara y que tanto Samú, Eguaras o Robertone comenzaran a entrar en contacto con el cuero. De hecho, fue el Almería el que acabó el periodo atacando, gracias a sendas acciones del omnipresente Ramazani, cortada la primera por Joaquín, cuando ya pisaba el área, y la segunda por Nacho, que cortó la asistencia hacia Sadiq.

Varapalo a la vuelta de vestuarios

No dio tiempo prácticamente a nada a la vuelta de vestuarios, si acaso a apuntar los dos cambios de Rubi, que dejó en la ducha a Akieme y Portillo para dar entrada a Centelles y Puigmal. El Valladolid desnivelaba la balanza a su favor gracias a una acción por la izquierda conducida por Nacho, quien centro para que Weissma, desde el suelo, la pusiera de cara para que Toni Villa batiera a Fernando, nuevamente sin que ningún defensa estuviera encima (48').

El gol espoleó el José Zorrila e hizo que los locales se cargaran de moral ante un Almería que volvió a mover ficha, con la entrada de Appiah por un desaparecido Samú Costa.

No se invirtió la tendencia de la primera parte en cuanto al dominio y si alguna esperanza había de empatar tenía que ver con las contras, aunque los rojiblancos estuvieron un largo tiempo sin apenas inquietar a Masip. No obstante, en el último cuarto del partido el Valladolid pareció dejar las 'alegrías' en la búsqueda del tercero

Babic, con un cabezazo fuera desde el punto de penalti, avisaba en el 70', aunque el Valladolid respondió al poco con una doble ocasión. Weissman hizo intervenir a Fernando con un buen remate a la salida de un córner.

El equipo entró en los últimos minutos con fe, aunque la cosa estaba cada vez más difícil. Centelles pisó el área en el 86' con mucho peligro y pidió penalti al caer cuando iba a chutar y un minuto después llegaría la acción del empate, un saque de esquina que le llegó rebotado en el segundo palo a Ely, quien, solo, la empujó para delirio de toda Almería (87').

La agonía se prolongó hasta más allá del 96', pero los rojiblancos consiguieron guardar un botín de verdadero oro para seguir dependiendo de sí mismos. El ascenso está más cerca.