La batalla por el cetro municipal de El Ejido tendrá, a buen seguro, varios ganadores y varios perdedores. No está nada claro que una de las nueve fuerzas políticas que concurren a las elecciones pueda sacar la cabeza hegemónicamente sobre el resto. Sí es seguro de todas todas que uno de los vencedores será Vox, que viene de no existir y que ha ganado con total solvencia las dos últimas convocatorias electorales en el municipio: primero las autonómicas del 2 de diciembre (29'51% de los votos) y más tarde las generales (30'02% de los votos).
Puede decirse que el partido de derechas es el que menos tiene que perder. Por contra, el Partido Popular de Francisco Góngora sí tiene mucho que dejarse, pues viene de acumular 14 ediles y una cómoda mayoría absoluta y ahora cuenta con un poderoso enemigo –dos, si contamos al renovado Cs– que todo apunta que le quitarán un buen puñado de votos. Aunque hay que tener una cosa muy en cuenta: en las municipales casi nada vale con respecto a otros comicios. Hay muchos ejemplos en la historia. Y este factor hace que se cuestione toda previsión.
Góngora llega a las urnas con la intención de afrontar su tercera legislatura con la vara de mando. La gestión económica de un ayuntamiento en el que ahora llueve bastante menos que hace ocho años (los números cantan y éstos le dan la razón con contundencia a la gestión de Góngora y José Francisco Rivera) es su gran carta de presentación. Eso, y un equipo cohesionado y trabajador, que se mantiene casi al completo y que está muy rodado. Esa experiencia de gestión diaria no la tiene ningún otro partido ni candidato, y esa también es una baza para Góngora.
El principal partido de la oposición en la última legislatura, el PSOE (7 concejales), atravesó aguas turbulentas en la recta final del ciclo, cuando dimitieron cinco de sus siete concejales, a lo que hay que sumar la anterior renuncia de quien fuera candidato en 2015, Tomás Elorrieta. Está por ver si la reciente recomposición de partido y candidatura en torno a José Miguel Alarcón surte efecto, así como la influencia que puede tener en el voto socialista el buen resultado de Pedro Sánchez a nivel nacional.
La lista de IU-Equo-Para la Gente, que ha contado con dos concejales estos últimos cuatro años, como la del PP es también continuista, sobresaliendo en los puestos 1 y 2 sus dos ediles actuales, Juan Antonio López Escobar y Ángeles Fernández Guardia. También es edil y comparece como candidata de su formación Eva Liria Rubio, seguramente la concejal más beligerante de la actual corporación, y que representa las casi extintas siglas de UPyD. Liria cuenta con adeptos en El Ejido y su aspiración es que el partido que fundó Rosa Díez siga teniendo voz en el consistorio.
Y también un concejal ha mantenido Cs en este curso, aunque en la formación naranja el cambio sí es más que evidente. Cecilio Vargas es el candidato elegido y llega a los comicios con mucha ambición, un equipo renovado y considerando que, más allá de que los busquen unos u otros para pactar, Cs pretende gobernar, algo que a todas luces parece muy complicado.
Y llegamos a Vox, protagonista inusitado de titulares en toda España por el gran arraigo que su ideario a nivel nacional han tenido en El Ejido. Ganaron las andaluzas y también las nacionales, pero su gran reválida en el municipio, lógicamente, son las municipales. Lista paritaria entre hombres y mujeres, experiencia cero en gestión municipal y un candidato con más partidarios que detractores son sus atributos previos. Juan José Bonilla irá a por todas y aspira a que gobierne la lista más votada, sin que medien pactos. Pretende ser él el candidato que más sufragios aglutine y considera que tiene opciones para ello, aunque lo de gobernar... está por ver.
Concurren también a los comicios Podemos (Jerónimo Javier Atencio), Ganemos (Almudena Casseri) y UCIN (Gabriel Jesús Pérez).
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