Premio al futuro almeriense

Los tres alumnos almerienses que se vistieron de luces en el último festejo de la Feria de Almería 2022 consiguieron cortar orejas y hasta un rabo y dar así un espaldarazo a sus respectivas carreras, que apenas están comenzando, apoyados por un fervoroso público. Especialmente emotivo fue el caso de Dennis Martín, quien cortó las dos orejas y el rabo después de reponerse de un tremendo susto que incluso lo dejó varios minutos aturdido.

El primero de los novilleros locales en pisar el albero fue Ernesto Lorenzo (tercer eral), que firmó una buena actuación delante del público almeriense, a quien brindó el novillo, haciendo extensivo el brindis a todas las víctimas del covid. Bien en el capote y en las banderillas (las puso junto a Dennis Martín), se hizo muy pronto con la embestida del eral al tomar la muleta, evidenciando que ya posee cierta veteranía. Se le vio muy seguro durante toda la faena, impidiéndole al animal que tocara el trapo. Mató bien, con una estocada algo delantera, y fue premiado con las dos orejas.

Muy jaleado en el inicio de su faena –y también al final–, Dennis Martín se convirtió en el triunfador del festejo. Dio buenos pases de recibo con el capote y al poco tuvo el gran susto de la tarde, en el tercio de banderillas (que puso junto a Lorenzo). En el tercer par fue enganchado por el novillo, quien lo llevó empitonado hasta la barrera y lo estrelló contra las tablas. Quedó aturdido durante varios minutos, pero con un gran pundonor volvió a la cara del novillo. El público se volcó más si cabe con el almeriense, quien toreó bien y con mucho valor en los medios, finalizando de rodillas y con un desplante en la cara del astado. Martín culminó con una gran estocada que de inicio le dio las dos orejas, pero el público porfió y el presidente terminó concediendo también el rabo.

El tercero de los almerienses toreó el que cerraba plaza, un Héctor Morales, más inexperto que sus compañeros y quien apenas acumula tres clases prácticas en su corto devenir como alumno. Realizó una faena muy encimista, en la cara del eral, y sufrió algún desarme mostrando una bisoñez lógica ante tan poco bagaje previo. Mató bien y consiguió cortar una oreja de su enemigo.

Intervinieron otros tres novilleros de distintas escuelas, que no consiguieron el favor del público tras sus faenas. El valenciano Javier Camps fue el que abrió el festejo ante un público todavía frío, con el que no encontró transmisión. No obstante, demostró oficio y recursos y puso de manifiesto que cuenta ya con cierta experiencia en los ruedos. Acabó su faena con palmas del respetable, tras matar con dos pinchazos y media estocada.

Algo similar sucedió con el malagueño Antonio Fernández, quien brindó el eral a su familia, presente en el tendido. El novillo, manso, no ayudó a su lucimiento. Se fue pronto a chiqueros e incluso le dio un revolcón que no pasó a mayores. Mató de media tendida y varios descabellos, lo que originó dos avisos y el silencio del público.

Y en cuanto a Ángel Delgado, de la Escuela Taurina de Úbeda, le tocó lidiar con el cuarto, que en Almería siempre pasa más desapercibido que el resto, por mor de la merienda. Toreó con los pies muy juntos, estuvo correcto y se adornó bien, pero también recibió un aviso y se fue de vacío tras no matar bien.