Mujer de agua
Alfredo Casas: "La Virgen de Mar es una madre viva y cercana a la que acude el pueblo de Almería"
Feria de Almería 2025
El periodista dedicó a la patrona un pregón emotivo y lleno de historia y poesía
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"A la Virgen no le puedo decir que no”, fue la respuesta del periodista Alfredo Casas cuando hace unos meses le pidieron ser el pregonero de la Virgen del Mar en esta Feria de Almería. Así que, inspirado por la misma Virgen, se puso manos a la obra para regalarle a la patrona de la ciudad uno de los pregones más bellos que se recuerdan. Una oda de sentimiento salpicada de poesías, recuerdos e historia. Un canto a la madre de Almería de uno de sus hijos que siente como su casa ese santuario desde el que este sábado habló para todos los almerienses.
El acto fue presentado por Juan Francisco Escámez Trujillo, hermano mayor de la Cofradía del Perdón — "tenías que ser tu quien me presentara, lo tenía claro desde el principio", dijo Casas— y contó con el acompañamiento musical del cuarteto vocal Anacrusa.
Para Alfredo Casas, la Virgen del Mar no es "solo una figura de madera que veneran los nacidos en esta noble y decidida por la libertad ciudad de Almería", sino que es una "madre viva y cercana, a la que el pueblo de Almería acude con la confianza que un hijo acude a su madre". Por eso, "ante su altar se presentan los enfermos en busca de consuelo, las familias que agradecen bendiciones, las parejas que quieren formar una familia y los jóvenes que buscan orientación".
Citando un poema del insigne Manuel del Águila, la imaginación de Alfredo Casas viajó hasta ese hallazgo de la Virgen del Mar en la playa. "Creo que todos hemos cerrado los ojos alguna vez para imaginar la escena que tantas veces hemos escuchado de quienes relatan la leyenda de tu llegada a Torregarcía". "Que poco sabía Andrés que aquel encuentro contigo pasaría por siempre a la historia de nuestra ciudad. Y que sana envidia..., quien hubiera estado en aquella torre aquel día, para ser el primero que se encontrara contigo, para poder tenerte a solas, en los brazos y secar tu rostro y el de tu hijo", dijo el periodista.
Repasó la leyenda de la llegada de la Virgen de Mar, poniendo en su radiofónica voz las palabras escritas en 1956 por María Dolores López Ronco, una poesía de Rafael Alberti y otro poema de Manuel del Águila.
Luego pasó a repasar los momentos de encuentro de los almerienses con su patrona, "amén de los pequeños y personales momentos que en esta iglesia se viven". Así, habló de la Romería de Torregarcía que "no es solo una celebración religiosa; es una expresión viva de la identidad espiritual del pueblo almeriense". Para el pregonero, este encuentro anual se ha consolidado como una de las romerías más entrañables de esta parte de Andalucía, "uniendo fe, historia y cultura popular en un acto de profunda devoción mariana".
La siguiente cita con la Virgen del Mar es en agosto. "La Hermandad se esmera en preparar los cultos, en acercar a la Virgen a la ciudad, a los almerienses. Todo es poco. Poemas, música, pregones, flores y por supuesto, oración". Y ya dentro de la feria hay dos momentos "en los que la devoción por la Virgen del Mar explota: la Ofrenda Floral y, por supuesto, la procesión de alabanza".
Para Alfredo Casas, el sábado previo a la procesión "la ciudad huele distinto; es el aroma de los nardos que los almerienses llevamos con cariño a nuestra patrona en la tradicional ofrenda floral. Un acto que, más que solemne, se vive con un aire familiar y festivo, como si toda la ciudad hubiera quedado en Santo Domingo para un gran encuentro". Es para él un día de encuentro, de abrazos con amigos a los que hace tiempo no se ve, de fotos para el recuerdo y de niños correteando con la flor en la mano, orgullosos de ser parte de la tradición.
Y qué decir del último domingo de agosto. Para el pregonero es "uno de esos días en los que la ciudad cambia su rutina, se viste de gala y deja que el corazón le marque el paso". La Virgen del Mar sale en procesión de alabanza. "No es una procesión cualquiera: es una mezcla de tradición, emoción y ese aire festivo que solo los almerienses sabemos darles a nuestras celebraciones. La tarde va cayendo y las calles del centro empiezan a llenarse. Santo Domingo, templo que forma parte de la memoria de todos los almerienses, abre sus puertas para que la Virgen salga al encuentro de su pueblo".
Tras el repaso por la historia, recuerdos y sentimientos que la patrona despiertan en él, terminó su pregón Alfredo Casas "con el corazón agradecido y lleno de emoción". Prometio contar siempre con orgullo que un día fue pregonero de la Virgen del Mar y que seguirá visitándola "para darte gracias por tantas cosas, pedirte por la familia, los amigos, por los que ya no están".
El acto finalizó con la entrega al pregonero de una minuatura de la Virgen del Mar, mientras que Juan Francisco Escámez recibió un pin dorado de la patrona. Y como colofón se le cantó el himno a la Virgen.
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