Carne de toro con sabor a feria
Feria de Almería 2025
La tauromaquia ha influido e influye en muchos aspectos de nuestra cultura y sociedad, como por ejemplo, en la gastronomía
Las sevillanas, el idioma de nuestra Feria
Al margen de controversias y debates, lo cierto es que la tauromaquia ha influido e influye en muchos aspectos de nuestra cultura y sociedad, como por ejemplo, en la gastronomía. El toro de lidia constituye un punto y aparte en cuanto a consumo de carne, ya que no sigue el esquema convencional del mercado cárnico. En primer lugar, el objetivo de su cría son los festejos taurinos y no la alimentación humana. El toro se la juega en la plaza y, atendiendo a estas razones, es alimentado y criado. Y en segundo lugar, y por razones antes apuntadas, es un producto estacional ligado a la temporada taurina y, por tanto, el número de toros lidiados se rige por una lógica totalmente al margen de los hábitos de consumo.
Desde el inicio de los tiempos, el toro es un animal al que se le ha relacionado de una manera muy especial con el hombre. Además de los poderes que le asignan las diferentes mitologías vinculándolo con la virilidad y la procreación, ha sido un sustento básico para la alimentación y la supervivencia. Actualmente más que para la supervivencia, para deleite de los paladares. La carne de toro es una exquisitez que se puede servir de infinidad de maneras: Morros rebozados, criadillas guisadas, lengua estofada con piñones, rabo, riñones, guiso de lomo, solomillo a la parrilla, redondo en su jugo.
La carne de toro bravo, del toro de lidia procedente de las corridas de toros, goza según los entendidos de aromas y sabores especiales que confieren singularidad a los gustos. Esta deliciosa carne es de gran rendimiento y muy apta para su consumo, y además, su precio en el mercado es inferior al que corresponde a su calidad.
Receta: Rabo de toro al vino
Ingredientes: Rabo de toro (o en su defecto rabo de vaca), comino, clavo, pimienta negra, laurel, sal, vino blanco, coñac, zanahoria, puerro, cebolla y agua.
Preparación: Sellar la carne en una sartén o plancha. Después pasarla a un recipiente junto con todas las especias. Remover bien y añadir el vino blanco y el coñac. Cuando la mezcla se vaya reduciendo se incorporan todas las verduras junto con agua y sal, al gusto. Seguidamente cubrir y cocinar todo a fuego lento durante 4 o 5 horas.
Sacar el rabo de toro e incorporarlo de nuevo después de pasar por la batidora todas las verduras y demás ingredientes, para hacer la salsa, para que ésta quede espesa pero suave.
Como se dice en la jerga: ¡¡Que Dios reparta suerte!! Y que ustedes lo degusten bien.
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