El cherigan, la plancha, la influencia árabe y otros secretos del tapeo

La segunda visita guiada tuvo como objetivo desvelar el origen gastronómico almeriense y los bares con más encanto

Carmen Plazas y su grupo posan ante el Mercado Central, uno de los puntos de la visita guiada.
Carmen Plazas y su grupo posan ante el Mercado Central, uno de los puntos de la visita guiada.
María Milán

18 de agosto 2013 - 01:00

Eran las 12:00 horas del mediodía en la Plaza de la Constitución, y el grupo de veinte personas apuntadas a la segunda vista turística del día, Saboreando el Centro Histórico. Mercado Central, partía rumbo a descubrir todas las claves de la tradición almeriense por excelencia: las tapas. "El objetivo de esta visita es promocionar el tema de las tapas, el origen gastronómico de estas, las rutas de tapas que hay y sus especialidades", confesaba Carmen Rosa Plazas, la guía turística encargada de dirigir a este grupo no solo formado por almerienses deseosos de profundizar en un tema que tienen bien aprendido, sino también de turistas procedentes de otras partes de España, Barcelona la mayoría, e incluso del extranjero, como es el caso de Roberto y Monia Rodorigo, padre e hija italianos, acompañados de José Manuel Torrente. "Llevo ocho años viviendo aquí y he querido traer a mi padre a esta visita, aprovechando que está en Almería", explicó Monia Rodorigo, profesora, y José Manuel Torrente añadió que siempre aprovechan este tipo de visitas guiadas.

"Esta calle en el último año ha cogido mucha fama y referencia dentro de la ruta de tapas", explicó Carmen Plazas señalando la calle Jovellanos, donde hizo referencia a alguno de sus bares como Nuestra Tierra y su tapa estrella, el trigo; Jurelico y sus tapas de pescado y el restaurante árabe, y es que no hay que olvidar, como bien señala la guía, "la gastronomía almeriense y árabe están muy unidas, porque comparten la cocina con especias, miel y frutos secos". Un poco más abajo se encuentra el bar más antiguo de Almería, que data de 1850, el popular Casa Puga donde todavía apuntan las tapas en una tablilla de mármol. Y para encontrar la perfecta combinación tradición-cocina gourmet, el Hotel Catedral.

Carmen Plazas reveló dos secretos de la gastronomía almeriense sorprendentes: las tapas a la plancha en la ciudad, que no llevan aceite, solo sal y también desveló el origen de una de las tapas estrella y genuina almeriense: el cherigan, esa rebanada de pan algo tostada con base de tomate, ajoblanco o alioli que puede llevar cualquier ingrediente, y dejando volar la imaginación existe una infinita variedad a lo largo de todos los bares de Almería. El nacimiento de esta tapa se debe a un cocinero del café Colón al que apodaban el cheri, la derivación almeriense del término inglés sheriff. Y de cheri, cherigan, y así se ha quedado para siempre. A la historia de las tapas también acompañó la historia de algunos de los rincones de la ciudad como el rincón de Espronceda, la Casa Rosa, la casa más antigua de Almería, la plaza de los Burros y las puertas a los refugios, así como referencia a los patrones de la ciudad: la Virgen del Mar y San Indalecio. La calle Padre Alfonso Torres, la visita al Mercado Central y el encanto de la Puerta Purchena finalizaron este suculento recorrido que corroboró que a Almería, en gastronomía, no le gana nadie.

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