Historias taurinas de Almería: las 16 alternativas a toreros almerienses

Tauromaquia

Los toreros de Almería han sido doctorados en 16 ocasiones, siendo el primero Relampaguito (1907) y el último Jorge Martínez (2023)

Sólo cinco tomaron la alternativa en la plaza de Almería, seis en la provincia y otros cinco, fuera 

Historias taurinas de Almería: la feria de hace 25 años

Escultura de Rlampaguito frente a la plaza de toros de Almería.
Escultura de Rlampaguito frente a la plaza de toros de Almería. / Diario de Almería
José Luis Laynez Bretones

25 de agosto 2024 - 06:00

Acabamos estas historias de la tauromaquia almeriense con motivo de la Feria de la Virgen del Mar recordando a los toreros que han tomado la alternativa y vestido de oro. En total han sido 16 los novilleros que vieron hecho realidad su sueño de doctorarse. Cronológicamente fueron: Relampaguito (1907), Pastoret (1017), Nacional (1952), Enrique Vera (1952), Juan Luis de la Rosa (1953), Juanito Gimeno (1965), Ruiz Manuel (1995), Curro Vivas (1998), José Olivencia (1999), Jesús Almería (2001), El César (2002), Torres Jerez (2005), Playerito (2002), Antonio Márquez (2010), José Cabrera (2022) y Jorge Martínez (2023). 

El primer almeriense en doctorarse fue el mítico Julio Gómez Relampaguito (1884-1947) quien el 28 de agosto de 1907 la recibió de manos de Bombita con El Gallo de testigo en Almería, plaza en la que toreó ¡58 tardes! y 36 en Madrid. Una estatua suya ante la puerta grande recuerda su figura. Luego vino Francisco Ferrer Pastoret (1884-1927), de padres almerienses pero que, parece ser, nació enOrán. Se doctoró en Madrid en 1917 en mano a mano Manolo Bienvenida. En Almería lidió 16 tardes. 

El tercero fue Octavio Martínez Nacional (1927-1996) quien recibió la alternativa en Vista Alegre de manos de Cañitas con Niño de la Palma de testigo en 1952. El siguiente fue Enrique Vera (1932-1993) a quien se la dio Manolo Vázquez en 1952 en Jaén. Su faceta artística le impidió ser gran figura del toreo. Luego vino todo un personaje, conocido en toda Almería: Juan Luis de la Rosa (1926-2006); la recibió en Almería, en enero de 1953 de manos de Nacional con Enrique Vera de testigo. Y el último de aquella época heroica en ser doctorado fue Juanito Gimeno (1944-1986). Se la dio Miguelín con El Jerezano de testigo en Berja el 12 de septiembre de 1965. Tras renunciar a ella volvió a tomarla en una nocturna en Madrid diez años después.

Treinta años pasaron hasta que otro almeriense volviera a doctorarse y vinieron seis de golpe, los frutos de la Escuela Taurina de José Antonio Martín. Ruiz Manuel fue el primero en tomarla, el 30 de julio de 1995 en la localidad francesa de Beaucairé. Es director de la Escuela Taurina. Luego vino Curro Vivas, gran banderillero y hoy día subalterno, que la tomó el 1 de agosto de 1998 en Berja. El tercero de esta nueva Edad de Plata fue José Olivencia, que lo hizo el 23 de agosto de 1999 en Almería de la que hablamos en este otro reportaje. Jesús Almería la tomó en Roquetas el 22 de julio de 2001, último año que la Feria de Santa Ana fue en una portátil. A Vera se fue El César para tomarla en la Feria de San Cleofás el 22 de septiembre de 2002. Y el último de esta promoción fue Torres Jerez que se doctoró en la Feria de Almería el 24 de agosto de 2005.

A continuación vinieron dos alternativas testimoniales: Playerito, el 12 de octubre de 2002 en su Adra natal, con ¡71 años!; Rafael Camino fue padrino y Olivencia testigo. La otra fue la de Antonio Márquez, recientemente fallecido, quien quiso poner fin a su etapa de director de la Escuela Taurina de Almería tomando la alternativa; se la dio Olivencia y fue testigo Torres Jerez, en las fiestas de La Cañada.

Los dos últimos doctores en el arte de Cúchares lo han sido muy recientemente. José Cabrera se fue a Francia a tomarla el 5 de junio de 2022 de manos de Morenito de Aranda con Alberto Lamela de testigo. Y el 21 de agosto de 2023 Jorge Martínez recibió los trastos de matar de manos de Juan Ortega y Roca Rey de testigo en la Feria de Almería. Ambos salieron a hombros por las respectivas puertas grandes y son dos firmes promesas de la tauromaquia almeriense. ¡Que Dios reparta suerte, maestros! 

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