La firma Agroclean refuerza la lucha biológica a través de la prevención

Que la economía actual no anda bien es algo evidente. Oímos continuamente que las cifras del paro no dejan de aumentar, que los empresarios abandonan sus negocios y que la sombra de la deuda pública se está tornando cada vez más alargada. Sin embargo, no todos ven el presente o el futuro más inmediato tan negro. En plena crisis aún hay gente que se 'tira a la piscina' y crea nuevos negocios. Ése es el caso de Agroclean, firma ejidense dedicada a la fabricación de productos nutricionales y medios de defensa fitosanitarios que ultima a día de hoy los preparativos para la próxima apertura de sus instalaciones en el Polígono La Redonda.

Para Jesús Lizarán, gerente de Agroclean, la agricultura es uno de los pocos sectores que está sobreviviendo por su carácter primario. "En marzo o en abril parecía que la campaña iba a ser un desastre, pero no ha sido así", arguye. Tanto él como los cinco socios que constituyen la sociedad son conscientes de la gran competencia que existe en el mundo de los insumos agrícolas, y por ello decidieron acometer su proyecto empresarial con una filosofía clara, concreta y alejada de los cánones tradicionales.

En Agroclean lo importante "no es vender grandes volúmenes, sino productos hechos a la medida de las necesidades de cada agricultor y que sean, además, asequibles y compatibles con la agricultura ecológica", explica Lizarán. "En un mundo globalizado es casi imposible tener un artículo que sea sólo tuyo", además del alto coste que supone la adquisición de una patente (el trámite implica, de partida, alrededor de unos 30.000 euros), "la competencia acaba dando con la fórmula y todos terminan copiándose". Por este motivo, la opción de Agroclean es "invertir esos 30.000 euros en I+D y para sacar un producto nuevo cada año".

En este sentido, la empresa se ha propuesto ofrecer dos tipos de servicios. Por una parte, los técnicos del laboratorio crearán 'fórmulas magistrales' a la medida de cada cliente que lo solicite. Sobre este punto, Lizarán subraya la importancia de la cercanía con el agricultor. "El sentir de los trabajadores es que los productos que usan siempre vienen de fuera, Nosotros queremos cambiar eso".

Por otra parte, se comercializarán dos gamas de creación propia que se incrementará anualmente para responder a las nuevas necesidades. La primera de ellas es una gama de nutricionales compuesta a base de aminoácidos y otras sustancias de origen vegetal que activan el crecimiento de las plantas y su recuperación en situaciones de estrés. Entre estos productos están el abono líquido para aplicación foliar y radicular, el bioestimulante para todo tipo de hortofrutícolas, y cultivos ornamentales, y el compuesto que corrige la carencia de calcio. Además, también comercializan varios tipos de materia orgánica para el suelo que mejoran las propiedades físico-químicas del mismo.

El segundo segmento, la gama 'Ambrela', es un medio de defensa fitosanitario destinado al control de las principales plagas que azotan al sector, y que se ajusta a todas las exigencias de compatibilidad con la fauna auxiliar. Su acción es simple. Después de aplicar el compuesto sobre la planta, se crea una película protectora. Ésta protege al cultivo de las plagas y, al mismo tiempo, favorece la polinización por parte de abejas y abejorros, ya que el compuesto contiene aromas de aceite de tomillo. "Este producto no es definitivo", explica el gerente de la firma. "No mata a los insectos, sino que previene su ataque. Es una herramienta más dentro del conjunto de las que se utilizan en la agricultura integrada".