El reciclaje del aceite usado permite dar de nuevo vida a una sustancia muy contaminante, que de ser desechada en puntos que no sean los adecuados, son un grave perjuicio para la naturaleza. Almería sigue demostrando que está metida de lleno en la economía circular, en reciclar y volver a adaptar productos al consumo humano. Así, a través de la red de empresas gestoras que trabajan en el marco del Sistema Integrado de Gestión de Aceites Usados (SIGAUS), en la provincia se recogieron y reciclaron un total de 2.501 toneladas de aceites industriales usados, gracias a la puesta en marcha de 3.700 operaciones con las que se atendieron a 1.269 establecimientos generadores, siendo el 56% talleres mecánicos. 

La generación del aceite industrial usado fue extremadamente dispersa en el territorio, ya que más de la mitad de estos establecimientos (un 52%) generaron menos de una tonelada de residuo, acumulando entre ellos apenas un 13% del total del aceite usado generado. En total, para recoger todo el aceite usado fue necesario efectuar 3.700 operaciones de recogida por 63 municipios almerienses.  

Una vez terminada su vida útil, el aceite industrial se convierte en un residuo muy contaminante debido a la presencia de metales pesados y otras sustancias tóxicas, que puede afectar negativamente a nuestro entorno y a la salud de las personas si no se trata adecuadamente. Por ello, es fundamental contar con un sistema logístico y financiero que permita recoger este residuo allí donde se produce, aunque sea en zonas alejadas o de difícil acceso. Así, gracias al sistema logístico puesto en marcha por SIGAUS, se recuperaron el pasado año 832 toneladas de aceite usado en 46 municipios rurales de Almería, otras 377 toneladas en municipios de montaña y 21 toneladas en municipios de menos de 1.000 habitantes.  

Recogida junto a espacios protegidos

Gran importancia tuvo, asimismo, la recogida del residuo junto a espacios protegidos (Parque Natural de Cabo de Gata, por ejemplo), donde evitar la contaminación del aceite usado resulta imprescindible para evitar un importante impacto ambiental. En 2021 se atendieron 22 establecimientos situados en este entorno natural, en los que se recogieron 18 toneladas de aceites usados. 

Recogida en espacios protegidos.

Recogida en el entorno de recursos hídricos.

En el mismo sentido también fue destacable la recogida del aceite usado en el entorno de recursos hídricos, como ríos, embalses o lagos. Hay que tener en cuenta que se trata de un residuo especialmente dañino para los medios acuáticos ya que, si se vierte en el agua, crea una capa que impide el traspaso de oxígeno, imposibilitando la vida para la fauna y flora. En estos entornos se recogieron 61 toneladas de residuo en 32 establecimientos.