Bioeconomía, un modelo de futuro para el agro

Roberto García, director de Innovación Agroalimentaria en Cajamar, analiza este sistema basado en la innovación y en la optimización del uso de fuentes de energía y materias primas

En lo que se refiere a la implantación de la economía circular, la Junta quiere fomentar las plantas intermedias.
En lo que se refiere a la implantación de la economía circular, la Junta quiere fomentar las plantas intermedias. / Javier Alonso
Fran Maturana

18 de septiembre 2017 - 02:31

Cada vez es más habitual usar el término bioeconomía dentro del sector agroalimentario. Sobre todo desde que la Junta de Andalucía puso en marcha el pasado año el Plan de Gestión de Restos Vegetales para dar solución a un problema endémico en el campo, especialmente en el almeriense, donde se genera el mayor volumen de estos residuos orgánicos de la región.

Sin embargo, es un concepto tan amplio y complejo. Roberto García Torrente, director de Innovación Agroalimentaria del Grupo Cajamar, ha publicado en los últimos días un artículo de opinión en el blog de la entidad donde pretende arrojar algo de luz sobre este modelo económico que implica un importante salgo adelante de la humanidad en cuanto al uso intensivo de la tecnología en todas las fases del proceso productivo.

El objetivo es un uso responsable del material biológico renovable

Según García Torrente, la bioeconomía propone un nuevo modelo productivo basado en la innovación y en la optimización del uso de fuentes de energía y materias primas, priorizando el empleo de aquellas de carácter renovable. "Su objetivo es garantizar, mediante el uso responsable del material biológico renovable del planeta, la seguridad alimentaria de la población, la biodiversidad y la protección del medio ambiente, para seguir avanzando así en la generación de valor económico y bienestar social".

En la Unión Europa la bioeconomía ya es una realidad. En conjunto genera anualmente un volumen de negocio que sobrepasa los dos billones de euros y da empleo a más de 22 millones de personas en la industria agroalimentaria, química, biotecnológica y energética."En España, el peso específico del sector agroalimentario, la diversidad de nuestra oferta, su sofisticación, la diversidad de agentes implicados en red y sus condicionantes ambientales hacen de nuestro país un entorno idóneo para el desarrollo de muchas de las premisas más avanzadas de la bioeconomía en ámbitos muy diferentes. El sector agroalimentario, entendido como la suma de la producción agraria y la industria asociada, los servicios auxiliares y la distribución, supone prácticamente el 10 % de nuestro PIB y ocupa a más del 10 % de la población activa española", explica el director de Innovación en su artículo, quien apunta a que entre las líneas de trabajo que comienzan a ser una realidad y que, sobre todo, cuentan con mayor potencial de desarrollo, destacan la biotecnología, como mecanismo para el desarrollo de nuevas variedades vegetales o razas animales mejor adaptadas a los cambios bióticos, capaces de optimizar la transformación de los insumos en productos consumibles y más resistentes a plagas y enfermedades. Y por otro lado el control biológico de esas mismas plagas y enfermedades, que permitirá mejorar el equilibrio ecológico de los sistemas agrarios con la progresiva reducción de los tratamientos químicos y la obtención de alimentos cada vez más sanos y saludables.

Y, finalmente, la generación de nuevos alimentos saludables, ante la preocupación cada vez mayor de los consumidores por el impacto de un estilo de vida sedentario y los nuevos hábitos de consumo, que han cambiado radicalmente en las dos últimas generaciones conforme avanzaba la globalización. Esta nueva conciencia nutricional está fomentando, por un lado, la demanda de productos biológicos y, por otro, la creación de 'medicalimentos', caracterizados por sus propiedades beneficiosas para la prevención de determinadas enfermedades. "Nos encontramos en un momento apasionante en el sistema agroalimentario, y especialmente en el ámbito de la bioeconomía", subraya.

19 medidas para la gestión y reducción de los restos

Las consejerías de Agricultura y de Medio Ambiente y han puesto en marcha un total de 19 medidas dentro del Plan de Gestión de Restos Vegetales aprobado hace un año destinadas a la gestión y reducción de los restos vegetales procedentes de invernaderos en el litoral oriental andaluz. Estas actuaciones son el resultado de un trabajo colaborativo con organizaciones profesionales agrarias, cooperativas y asociaciones de productores, transportistas, etc, así como de las distintas administraciones implicadas, local y regional, con quienes se ha mantenido recientemente una última reunión en Almería. El objetivo general de todo ello es realizar una gestión sostenible a través del tratamiento y reducción de estos restos vegetales bajo la perspectiva de la economía circular (estrategia de economía eficiente en el uso de los recursos).

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