“Lo que podía haber sido una campaña excelente se ha quedado en satisfactoria”. Así lo apuntaba este viernes, en el marco de la cuadragésimo quinta asamblea general ordinaria de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería, Coexphal, su gerente, Luis Miguel Fernández, quien, a pesar de la estructura de los costes y su escalada, destacaba la capacidad de respuesta del campo almeriense respecto a otros orígenes: “Almería ha estado a la altura y una vez más se demuestra que Almería no falla”. En esta línea, insistía en que, dada la situación actual, “las cadenas de supermercados ven a Almería como proveedor fiable, con volumen, calidad, seguridad y servicio, aspectos que otorgan una ventaja competitiva con respecto a producciones de otros lugares”.

El encuentro, en el que los socios aprobaron las cuentas de la asociación y esta exponía sus datos de la inusual campaña 2021-2022, adelantados en julio y cerrada con un volumen comercializado de 2.562.453 toneladas, un 31% más de ingresos totales y un 26% más de costes por kilo, la Junta de Andalucía presentaba su informe oficial de la última temporada agrícola de Almería. El secretario general provincial de Agricultura en Almería, José Antonio Aliaga, apuntaba que la superficie hortícola ha sido un 3,15% inferior a la de la anterior campaña (cuando se llegó a un máximo histórico), alcanzando las 63.117 hectáreas -este dato se da teniendo en cuenta los dobles cultivos-. Por productos, el pimiento se ha convertido en el cultivo estrella y desde 2016 su superficie ha ido en aumento en detrimento de la del tomate; así en la última campaña su superficie subió un 2,13%, mientras que la del tomate cayó un 2,67%; el resto de cultivos se mantienen estables destacando, en el caso de los de primavera, la sandía con una superficie similar a la del pimiento si bien caía un 9,37%. Para la temporada recién comenzada, la Junta prevé una reducción del 2% en el caso de la superficie de pimiento, que se fijaría en las 12.310 hectáreas; un aumento del 9% en el caso de la destinada a tomate, que quedaría en unas 8.896 hectáreas, subiendo también de forma ligera la de pepino y berenjena y descendiendo algo la de calabacín.

En cuanto a la producción de la campaña 2021-2022, Aliaga recordaba que se ha visto afectada por fenómenos climáticos adversos con un impacto directo en la producción final, alcanzando los 3,8 millones de toneladas, casi un 10% menos. Pero no ha sido igual en todos los cultivos; el pimiento ha alcanzado las 979.894 toneladas, un +2,23%, registrando también subidas la judía verde, la berenjena y el pepino; mientras, la producción de tomate se ha situado en 717.529 toneladas, un -1,19%, siendo también destacables las caídas en sandía y melón, con producciones un 40% y un 50% respectivamente inferiores. Los cultivos al aire libre como coles y brócoli han sufrido una ligera bajada de producción de en torno al 5%, si bien la caída de la lechuga ha sido mayor.

Respecto al valor comercializado de la producción, este se ha fijado en 3.994 millones de euros, un 14% más que el registrado en la temporada 2020-2021. Los productos que más han repercutido a la cifra global han sido el pimiento, con 1.173 millones de euros (+5,6%), el tomate, con 867 millones (+23%), el pepino con 646 millones (+39,5%) o el calabacín, con 470 millones de euros (+32,5%); por el contrario, el valor del melón ha bajado un 44% hasta los 36 millones de euros, esto ligado a la caída de la superficie.

Sobre los precios dados en la campaña 2021-2022, José Antonio Aliaga apuntaba que el precio medio de los productos hortícolas ha sido de 0,79 euros el kilo, un 25% más que en el ejercicio agrícola precedente. Por productos, el precio medio del pimento se ha situado en 0,84 euros el kilo (-3%), el del tomate en 0,94 (+30%), el de la berenjena en 0,63 (+9%), el del pepino en 0,80 (+32%), el del calabacín en 0,75 euros el kilo (+43%), el del melón en 0,56 (+39%) y el de la sandía en 0,54 euros (+103%).

Por su parte el valor de la exportación ha sido de 3.127 millones de euros, un 19,28% más; si bien el volumen enviado a mercados exteriores ha sido un 5,23% más bajo hasta alcanzar las 2.478.860 toneladas.

El balance de la Junta tiene en cuenta, además, otra de las banderas del campo almeriense: la industria auxiliar, que factura en torno a 1.500 millones de euros, de modo que el ‘clúster’ de la agricultura almeriense mueve más de 5.500 millones de euros.

Por otra parte, Aliaga llamaba a hacer un sobreesfuerzo en control biológico y respecto a la agricultura ecológica señalaba que Almería cuenta con 72.341 hectáreas, de ellas 4.382 se corresponden con hortícolas bajo plástico, y 4.843 operadores.

Por último, el responsable de agricultura aludía a los costes e indicaba: “Nos vamos a mover en torno a subidas del 20% y 30%”. Para concluir, Aliaga exponía que con una buena campaña, "hay que aprovechar para establecer una clara estrategia de sostenibilidad y de reputación, siempre he echado de menos que el esfuerzo que se hace en el campo no haga en imagen”, decía Aliaga.

El gerente de Coexphal, Luis Miguel Fernández, recalcaba que Almería es el principal proveedor de Europa con argumentos, “nació sin subvenciones, orientado al mercado y lleva en su ADN la competitividad”. Fernández destacaba también el esfuerzo realizado en el campo almeriense en línea con la concentración de la oferta y es que el 86% de la comercialización está ya en manos de 20 empresas, “solo hay un 14% disperso y hay que trabajar en ello y fomentar el ganar tamaño”.

Para el gerente de Coexphal: "El Modelo Almería sigue funcionando, incluso en los momentos de las mayores crisis, gracias a sus específicas características como la eficiencia hídrica, la optimización del terreno, el excelente uso de la energía solar y el control biológico frente a las plagas, que logran productos con sabor y saludables. Por eso, estamos convencidos que Almería seguirá creciendo en la adversidad, más unidos que nunca". Entre los retos apuntaba a la preocupación sobre el agua, a hacer hincapié en la sostenibilidad, así en una gestión impecable del plástico, y en la apuesta por la I+D+i.

Entre las demandas a las administraciones, Coexphal pide reducir la burocratización, la bajada del IVA a las frutas y hortalizas, la derogación de la Ley de la cadena alimentaria -que según la asociación es una desventaja competitiva- y una actuación más eficaz contra el etiquetado fraudulento, “nos dicen que hay más de 60 expedientes por etiquetado fraudulento, a lo mejor no basta con multas y habría que hablar con Sanidad y cerrar esas empresas que hacen daño a todo el sector”.