Finanzas

Coexphal urge a atajar la crisis estructural de precios en el campo de Almería

  • Recomienda a sus asociados la retirada de entre el 5 y el 10% de los productos con calidad comercial. Pide a las administraciones que acaben con las prácticas fraudulentas y den nombres de quienes las cometan

Acto simbólico de tirada de producto por los bajos precios promovido por Coexphal

Acto simbólico de tirada de producto por los bajos precios promovido por Coexphal / Javier Alonso (Almería)

Representantes de Coexphal en el acto simbólico de ayer en que se tiró pepino y otros productos por la crisis de precios Representantes de Coexphal en el acto simbólico de ayer en que se tiró pepino y otros productos por la crisis de precios

Representantes de Coexphal en el acto simbólico de ayer en que se tiró pepino y otros productos por la crisis de precios / Diario de Almería

Año tras año y vuelta a empezar. Mañana hará un año de la última gran movilización del campo almeriense para denunciar una crisis estructural que afecta a las cotizaciones en origen de los productos hortofrutícolas y, esta semana, se vuelve al punto de partida sin que ninguna medida contundente se haya llevado a cabo para poner remedio.

Juan Antonio González: “La situación es caótica, queremos que esto llegue a las administraciones para que se tomen medidas”

Después de que el pasado viernes la organización Asaja Almería detallara el hundimiento de los precios que se paga al productor por las hortalizas y que los propios agricultores denunciasen la situación a través de las redes sociales, ayer, la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas, Coexphal reunía su junta directiva con urgencia para analizar esta grave situación que sufre el sector un año más. Según la propia asociación, en dicha junta, se informó de los volúmenes y precios actuales, con comparativas de otros años y otros orígenes. Algunos datos llamativos son que el pepino se cotizaba el lunes a 0,16 euros de media y el tomate liso a 0,14 euros el kilo. Lejos de mejorar, se prevé que la situación pueda empeorar en los próximos días/semanas debido a varias circunstancias: condiciones meteorológicas muy favorables, presencia de producto holandés (se ha alargado su campaña), descontrol de entradas de productos de terceros países, etc. En esta línea, se pronunciaba ayer el gerente de Coexphal, Luis Miguel Fernández, quien añadía:“Esta crisis se repite año tras año y en algunos productos es estructural y necesita de soluciones estructurales”. Estas palabras se produjeron en un acto simbólico de retirada de pepino y otros productos por parte de las comercializadoras de Coexphal-APROA, con el fin de ilustrar la mala situación que atraviesan los precios en origen. “La situación es caótica, queremos que esto llegue a las administraciones para que se tomen medidas”, decía el presidente de la asociación, Juan Antonio González, quien insistía: “Los agricultores no podemos aguantar más”.

Como consecuencia de esta situación, Coexphal ha decidido reclamar a las administraciones competentes la protección de los productos hortofrutícolas europeos, frente a la entrada sin control del producto de terceros países en clara desventaja competitiva; recomendar a todos sus asociados la retirada del 5-10% de productos con calidad comercial, a fin de disminuir la oferta actual. Para ello, se ha solicitado a la administración dos o tres puntos de retirada de producto para visualizar este acto; e insistir a las administraciones competentes en la persecución de prácticas ilegales como el re-etiquetado fraudulento de productos provenientes de terceros países y reclamar los nombres de las empresas expedientadas por estas prácticas, al objeto de expulsarlas de la asociación.

Por otro lado, el gerente de Coexphal explica que se ha verificado que la actual ley de la cadena, lejos de mejorar la situación, no responde en absoluto al objetivo primordial que debería tener, proteger al eslabón más débil de la cadena, el agricultor y su empresa productora-comercializadora.

Los agricultores ya no saben que hacer ante esta crisis que no es nueva. Este año, tanto desde las administraciones como desde la distribución se ha alabado su esfuerzo, al igual que el del conjunto de la cadena agroalimentaria para abastecer los mercados, no sólo el español, también el europeo, de productos frescos del campo durante esta crisis sanitaria derivada de la COVID-19; sin embargo, esta puesta en valor no ha servido para que las cosas cambien. Los productores se adaptan a las nuevas exigencias de los mercados, apuestan por técnicas respetuosas con el medio ambiente pero esto no se traduce en el precio. “Nuestra pretensión no es hacernos ricos, sino vivir de nuestro trabajo y alimentar a nuestras familias”, insisten los propios agricultores a través de las redes sociales, quienes animan a sus compañeros a denunciar la situación y a los consumidores a indicar el precio final de compra para mostrar los márgenes comerciales.

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