La Cofradía de Pescadores de Adra lanza un SOS a la Junta de Andalucía

Pesca

Emilio Francisco Jiménez, Patrón Mayor de la institución, escribe una misiva para pedir ayuda a Juanma Moreno y Carmen Crespo por los graves problemas de subsistencia que presenta la cofradía

Puerto de Adra.
Puerto de Adra. / Efe

"Esto no es una carta de formalidad, sino una formal y agonizante llamada de socorro para rescatar del fondo del mar al más digno medio de vida que vertebra la historia del pueblo abderitano, que ha regalado a Andalucía, y a toda España, la cultura milenaria acuñada en las monedas que llevan su escudo, defendida a capa y espada durante siglos por centenares de familias, generación tras generación. Un escudo con dos atunes que es testimonio vivo de nuestros ancestros más lejanos, y que merece la pena seguir protegiendo hasta que nos quedemos sin aliento".

Difícil expresar mejor la situación de asfixia que siente la Cofradía de Pescadores de Adra, que como lo ha hecho en estas líneas el Patrón Mayor, Emilio Francisco Jiménez. En una carta dirigida al presidente de la Junta, Juanma Moreno, y su consejera, Carmen Crespo, el abderitano ruega más que solicita ayuda para solventar los importantes problemas que presenta su institución y que les está "conduciendo inexorablemente al drama de su desaparición".

Tras dar las felicitaciones a ambos cargos electos, Jiménez enumera algunos de los principales problemas de la Cofradía de Pescaderos de Adra. El primero tiene que ver con la Fábrica de Hielo del Puerto, que dejó de funcionar por una grave avería. "Su inaplazable reparación, exclusivamente encaminada a poder continuar sirviendo hielo cuanto antes, tiene un coste estimado de 30.000 €, cantidad inasumible para una Cofradía de Pescadores que se encuentra en la más penosa de las ruinas. Y más allá de una reparación de urgencia que sólo comportaría un parche para dar respuesta rápida a la grave contingencia actual, es fundamental la elaboración de un proyecto integral de remodelación de la fábrica a medio plazo que esté a la altura del implacable aumento del precio de la energía, con el diseño, fabricación e instalación de una máquina moderna que guarde estricto rigor con los estándares normativos y los actuales principios de máxima eficiencia y sostenibilidad, y que ofrezca un servicio eficaz que dé respuesta a toda la demanda de la flota pesquera abderitana y sus distribuidores".

El segundo asunto, no menos importante, tiene que ver con las ayudas concedidas por lo paros biológicos. "En ocasiones no recaen sobre los trabajadores al ser denegadas a los armadores, muchos de los cuáles ni siquiera tienen la oportunidad de solicitarlas debido a su gravosa situación fiscal. En cualquier caso, la concesión de las mismas se produce tras haber transcurrido demasiado tiempo desde el paro biológico que las justifica, lo que tiene un efecto demoledor sobre los damnificados. En conclusión, no tiene el menor sentido que los requisitos para la concesión de ayudas sean más estrictos para aquellos que más lo necesitan, ni que el cobro de las mismas se dilate innecesariamente en el tiempo, prolongando injustamente la agonía de armadores y trabajadores del puerto abderitano, que en los últimos años ha pasado al último lugar de Andalucía en la percepción de ayudas sociales", indicaba en la carta el Patrón.

Emilio Francisco Jiménez, Patrón Mayor

"No se hunde un barco. Se hunden una treintena [...] se pone punto final a una historia milenaria que es el orgullo y la razón de ser de un pueblo"

De la misma forma, emite una crítica al anterior Gobierno de la Junta al sentirse perjudicados en algunas decisiones. "Algo parecido venía ocurriendo hace algunos años con la condonación de deudas que el anterior gobierno socialista concedió exclusivamente a las cofradías de pescadores que explotaban Lonja, motivo por el cual la Cofradía de Pescadores del Puerto de Adra quedó excluida. Una vez más, cuanto más vulnerables somos, menos ayuda recibimos, y antes entramos en el bucle de la desaparición".

Y al igual que el comienzo de la carta toca la fibra sensible, tras pedir a Moreno y Crespo que se concierte una cita, el final de la misiva también expresa el sentimiento de rabia y frustración de los pescaderos abderitano pertenecientes a dicha cofradía. "No se hunde un barco. Se hunden una treintena. Se ahogan las familias de sus trabajadores y armadores y se pone punto final a una historia milenaria que es el orgullo y la razón de ser de un pueblo: El pueblo abderitano".

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