"España es el primer productor europeo de maíz transgénico, pero no consume"
El ganador del XII Premio Unicaja de Investigación Agraria desvela las reticencias de los ciudadanos ante productos genéticamente modificados · Prefieren plantas o medicinas a carne de este tipo
El trabajo duro siempre tiene su recompensa, y esta semana Macario Rodríguez, investigador del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) de Camino del Purchil (Granada), ha recibido el reconocimiento a la labor realizada junto con sus compañeros, Samir Sayadi, Doctor Ingeniero Agrónomo e investigador titular del Ifapa, y Melania Salazar, Doctora en Ciencias Económicas y Empresariales, en el estudio '¿Los alimentos modificados genéticamente tienen cabida en nuestros mercados?: Un análisis desde la óptica del consumidor andaluz'. La Fundación Unicaja les ha entregado en Málaga el máximo galardón de la XII Edición del Premio Unicaja de Investigación Agraria.
-La pregunta es obligada, ¿tienen cabida en nuestro mercado los alimentos modificados genéticamente?
-Si bien de forma agregada el rechazo de los consumidores hacia los alimentos modificados genéticamente (MG) es evidente, al realizar una segmentación de mercado se ha podido apreciar la existencia de dos grupos de sujetos que podrían ser potenciales consumidores de los mismos. Uno de ellos los aceptaría en su conjunto, ya que no cuestiona ni las ventajas medioambientales (reducción del uso de pesticidas y del consumo de agua) ni funcionales (Omega-3) ofrecidas en el experimento por estos alimentos. En cambio, los integrantes del otro segmento muestran un comportamiento centrado en las características intrínsecas del alimento, relacionadas con un mayor valor añadido tanto funcional (Omega-3) como sensorial (textura). Por tanto, no rechazarían los alimentos de 2ª generación con alegaciones funcionales para la salud. También se ha detectado un segmento que los rechaza de forma más moderada girando su compra entorno al precio.
-A nivel productor y mercantil, ¿en qué posición está España respecto a otros países?
-España es el primer productor europeo de maíz Bt (transgénico), y el único en el que la adopción de dicha tecnología no es marginal, situándose su tasa de adopción, en 2009, en un 21,40% de la superficie sembrada. El nivel de adopción de dicha tecnología en la cuenca del Ebro sobrepasa con creces el 50%. En esta zona el desempeño de estos maíces se muestra más eficiente debido a la mayor prevalencia de la plaga del taladro del maíz. A nivel comercial, tanto en España como en Europa es prácticamente imposible encontrar alimentos transgénicos en el lineal del mercado, puesto que la totalidad de las importaciones transgénicas de soja y maíz se destinan para alimentación animal. Estos alimentos derivados de animales criados con piensos MG están exentos de indicarlo en su etiquetado. De modo que, la industria agroalimentaria a corto plazo parece que seguirá sin ofrecer alimentos MG. Un hecho ocurrido recientemente, y que desde luego resulta destacable, es la aprobación en Europa, tras más de 10 años sin autorizaciones, de la liberación intencional al medioambiente de un cultivo de patata transgénica con fines industriales y para alimentación animal.
- ¿Cuáles de estos alimentos gozan de una mayor aceptación?
-Gozarían de una mayor aceptación los alimentos MG de 2ª generación con alegaciones beneficiosas para la salud del consumidor. Además, si se demostrase que los beneficios medioambientales de los mismos, por ejemplo reducción del uso de pesticidas o agua, son reales y tangibles también gozarían de una buena aceptación. Respecto al grado de modificación genética, utilizando como ejemplo un preparado de pollo con verduras, se ha podido apreciar que la desconfianza de los consumidores hacia las modificaciones genéticas en animales (pollo MG) es mucho más acusada respecto a la de plantas (verdura MG) u otro tipo de aplicaciones alimentarias (conservantes MG y alimentación animal con piensos MG). Además, la aceptación es mayor cuando el producto no es un alimento sino que se trata de medicinas como un vacuna MG y, en mayor medida, si se trata de productos industriales, como folios obtenido a través de un cultivo de patata transgénica. Asimismo, la disposición a consumir es menor cuando se concreta el producto alimenticio y no se alega beneficio alguno, frente a otro MG genérico al que se le incluye algún tipo de beneficio asociado.
- Entre los resultados se expone que hay un posible nicho de mercado para estos alimentos, ¿qué perfil tienen los compradores?
-Se trataría de jóvenes pertenecientes a un hábitat urbano y con actitud innovadora frente a la alimentación. Confían en la calidad actual de los alimentos y no creen que la sociedad rechace el uso de las modificaciones genéticas en la alimentación. Asimismo, disponer de un nivel de conocimiento elevado sobre biotecnología y los alimentos MG parece erigirse como un factor de aceptación. El segmento de consumidores que aceptarían específicamente los alimentos de 2ª generación con alegaciones funcionales creen que ya pueden estar consumiendo de una forma u otra alimentos transgénicos y ostentan una percepción más acusada de los beneficios que de los riesgos de estos alimentos y en los estudios y controles a los que están sometidos.
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