Ferrocarril: una puerta por abrir a las exportaciones de Almería
Finanzas
La gran apuesta de la UE pasa por un transporte de mercancías que disminuya la huella de carbono
Sin Alta Velocidad, los Puertos Secos como el de Níjar o Almería son muy necesarios
Nada nuevo se descubre a estas alturas cuando se habla de las comunicaciones que tiene Almería. Pero resulta especialmente sangrante al ver la cantidad de turistas que pierde en estas fechas o las oportunidades que desaprovecha como potencia exportadora.
Como la provincia siempre hace de la necesidad, virtud, se las ha arreglado con unas flotas de camiones almerienses excepcionales, para transportar a toda Europa el producto de su principal industria, el agroalimentario. Es habitual ver en cualquier rincón de España, Francia, Alemania, Holanda, países nórdicos... tráilers de las principales compañías de transporte de Almería, que llevan frutas y hortalizas de la provincia a los principales mercados europeos. Frutas, hortalizas y materiales como el mármol, donde Almería también tiene una importante industria productora.
Aunque éste tipo de transporte no se va a perder, la apuesta de la Unión Europea por la reducción de la huella de carbono lleva a copiar modelos europeos y ahí es donde gana importancia el ferrocarril. “Los mercados de Centroeuropa no ven adecuado recibir productos de agricultura ecológica en medio de transporte que dejan varios kilos de huella de carbono. El sector se encuentra en una disyuntiva de cara al futuro. Europa tiene una cuota de mercado de exportación o importación por ferrocarril del 30% y España sólo un 4%”, apunta José Carlos Tejada, coordinador de la Mesa del Tren de Almería.
José Carlos Tejada, coordinador de la Mesa del Tren
"Estamos en una situación de debilidad ante mercados cada vez más competitivos”
Para que esa gran diferencia cuantitativa no siga en aumento, hace falta la Alta Velocidad y eso, por desgracia, es algo que ya se sabe que va despacio. Mientras el Corredor Mediterráneo es algo más que un sueño de momento inalcanzable, en opinión de Tejada, el presente pasa por una apuesta decidida por los Puertos Secos de Níjar, Almería “y si los empresarios del levante también tiene capacidad económica, otro en Pulpí”, indica el coordinador. Esta instalación permitiría una intermodalidad entre la carretera, la vía férrea y la vía marítima, que agilizaría el movimiento de las mercancías agroalimentarias entre los buques y las redes viarias interiores, creando un punto de distribución centralizada.
¿Y qué supondría esto para el sector agroalimentario y para la provincia en términos económicos? En tres puntos lo desgrana José Carlos Tejada. “Bajaría el coste del transporte, puesto que ahorraríamos seis céntimos por kilo transportado, según un estudio que hemos hecho en la Mesa; los tiempos de los viajes disminuirían y se podrían cargar más cantidad, puesto que un ferrocarril puede transportar hasta 50 contáiners, que suponen unas 1.400 toneladas; y sería un transporte más sostenible. Europa apuesta por una red comunitaria de Alta Velocidad; por el uso de barcos con un combustible más limpio que el diésel; y por la intermolidad entre puertos marítimos y ferrocarril”.
Esto no quiere decir que el transporte por carretera vaya a quedar a un lado. “Quiero mandar un mensaje de tranquilidad a las empresas de camiones porque esto no significa dejarlas de lado. Carrión, por ejemplo, ya tiene montado en Centroeuropa un centro base de cabezas tractoras. El camión llega a su punto, suelta el container y la cabeza tractora se va a su centro. Además, seguirá habiendo un flujo interior diario del almacén al Puerto Seco”, explica el coordinador.
Es la idea. Es la apuesta. Es el futuro de la exportación a Europa, el gran mercado del agroalimentario almeriense. Mientras el AVE sigue siendo el cuento de nunca acabar, toca unir fuerzas y construir infraestructuras necesarias que la industria almeriense siga creciendo.
El Cable Inglés muestra la unión histórica de la vía férrea y marítima
Unos de los principales monumentos de la ciudad de Almería, el Cable Inglés, es la mejor demostración de que históricamente el ferrocarril y el barco han estado muy unidos en la provincia para el transporte de mercancías. Ahora convertido en un mirador inigualable, hace un siglo era el mecanismo que engrasaba la potente industria minera almeriense.
“Por un lado tenemos el Cable Inglés, por otro el Cable Francés (más humilde, situado a pocos metros de distancia, dirección al Paseo Marítimo del Zapillo, en la zona de Las Almadrabillas) que también era para la exportación de mineral de las Minas de Alquife. Si nos remontamos más atrás, tenemos muelles de carga en Pulpí, Aguamarga, Almería... Se creó una infraestructura de muchos kilómetros que permitía transportar el mineral a puntos de carga. Fue un elemento fundamental para exportar millones y millones de toneladas de material a lo largo de los años”, explica José Carlos Tejada.
Teniendo como referencia este exitoso modelo, Almería debe invertir e innovar para que ese transporte intermodal sea el futuro de la exportación. “Los containers en los que nosotros transportamos las hortalizas, van refrigerados. Hay que pensar en innovar y que esos convoys puedan tener un sistema de alimentación eléctrico para la refrigeración. De aquí a 2026-28, nos queda mucho por trabajar. Estamos en una situación de debilidad ante mercados cada vez más competitivos”, advierte Tejada que pone como ejemplo el transporte de los tomates marroquís que desde Tánger alcanzan el Corredor Central hacia centroeuropa, vía Algeciras.
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