Granja de Perdices La Colina prevé un aumento productivo del 20%
En 2008 se criaron 20.000 aves y, para este año se estima que habrá 4.000 más · La empresa de Tabernas ha pasado de tener 250 parejas de reproductoras a 600 en sus casi diez años de vida
"Empecé la empresa como un hobby, y ahora sólo tengo ganas de jubilarme para poder dedicarme a esto plenamente". Rafael Prior, dueño de la granja de perdices La Colina, en Tabernas, ha sabido canalizar algunas de sus aficiones, la caza y la naturaleza, para convertirlas en una profesión que desempeña de forma paralela a la docencia.
La experiencia ha sido muy positiva. Inició la actividad de cría de perdiz roja o común (Alectoris rufa) en el año 2000 con 250 parejas de aves reproductoras y, a día de hoy, ya cuenta con 600. Además, la crisis económica parece que, de momento, no está afectando a las ventas. Si en 2008 la producción de la firma ascendió a 20.000 unidades, este año las previsiones indican un aumento del 20% o, lo que es lo mismo, entre 3.000 y 4.000 individuos más. No obstante, las cifras están sujetas a a cambios porque la perdiz es un animal "muy delicado". El índice de mortalidad de los polluelos es alto. Son susceptibles de contraer enfermedades como la Coccidiosis, la Histomoniasis o la Clamidiosis, y son muy sensibles al estrés. Sin embargo, tomando las medidas oportunas pueden llegar a vivir hasta 12 años.
Las claves para el cuidado de estas aves son estrictas incluso antes del nacimiento. El huevo debe introducirse en la incubadora en un máximo de 10 días tras la puesta, manteniendo una temperatura media de 37 grados centígrados. Durante ese intervalo de tiempo las bandejas donde se colocan los huevos van cambiando de posición de forma mecánica y controlada, con el fin de "que no se peguen", explica Prior. A los 20 días, se pasan a la máquina denominada 'nacedora'. En esta fase, que suele durar unos tres días, la temperatura se baja 3 grados y se elimina el movimiento.
Apenas nacen, los pollos de perdiz se meten en una habitación amplia, sobre un lecho de viruta, con humedad y temperatura controladas. El factor higiénico "es fundamental", tanto en las intalaciones como en el agua. Ésta tiene que estar a una temperatura adecuada, desinfectada y clorada.
"Nada más nacer buscan el pienso", comenta el dueño de la finca mientras sostiene un polluelo en la mano. En tan sólo 6 días su aspecto será muy diferente. Las perdices crecen a ojos vista, y cuando sólo cuentan con 12 o 14 días comienzan a volar. Un par de semanas después dejan la sala para criarse en semi-libertad.
El núcleo zoológico cuenta con 22 patios de vuelo muy similares al hábitat natural de la perdiz roja. En los 'voladeros' se siembra hierba, y se ha construido una pendiente "para que, cuando llueva, el agua no se estanque y provoque enfermedades". Además, el clima semidesértico de Tabernas es muy beneficioso para su crecimiento, y hace que las aves "salgan muy bravas".
Esta característica hace que entre el 95% y el 99% de las ventas se dirijan a la actividad de la caza de reclamo. El resto se utilizan para la repoblación de cotos y, un porcentaje mínimo, es para consumo. "La perdiz no es muy común en la cocina porque su carne es seca", arguye Prior.
La perdiz comienza a venderse en el mes de agosto, y su comercialización se extiende hasta enero. El precio medio oscila a lo largo del año, alcanzando el pico máximo en septiembre. Para establecerlo, (se parte de los 8 euros por unidad), se toma en cuenta el mes de referencia ya que, dependiendo del mismo, las perdices ingieren una cantidad mayor de alimento. "No paran de comer", explica el dueño de La Colina, "y sin embargo, pese a que los precios se vienen manteniendo, el coste del pienso se ha duplicado".
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