José Alonso: “Me iba cardíaco tratando de imaginar la finca que quería ”

ENTREVISTA

José Alonso ha sido nombrado ‘Naranjero de Oro’ en Gádor por recuperar una gran finca de naranjos que él mismo diseñó y ahora se encarga de gestionar

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José Alonso: “Me iba cardíaco tratando de imaginar la finca que quería ”
José Alonso: “Me iba cardíaco tratando de imaginar la finca que quería ” / Javier Alonso
Macarena González

17 de febrero 2024 - 06:00

NARANJERO DE ORO, así es como ha sido proclamado José Alonso hace apenas unas semanas por los vecinos de su municipio, la Villa de Gádor.

Y desde luego, no es para menos, porque este agricultor ha realizado una labor fascinante con su gran inversión en la vega del paraje de El Ruini, donde éste gadorense ha conseguido recuperar el vergel de naranjos que existía antaño en esta finca que estuvo en desuso durante años.

–¿Cuándo comenzaste a dedicarte al cultivo de cítricos?

–La primera finca la compré en 1998, cuando nació mi hijo. Durante muchos años he compaginado la agricultura con mi trabajo como veterinario y gerente de una cárnica. Pero en realidad, lo que siempre quise fue recuperar el oficio al que se dedicaba mi abuelo, un agricultor de vocación que me la ha transmitido a mí. Él era aparcero, es decir, trabajaba la tierra de otra persona pero lo hacía como si fuese la suya propia con mucha ilusión y ganas. Hoy me gustaría que él pudiese pasear por estas tierras y viera cómo ha cambiado la cosa.

–¿Ha cambiado mucho el cultivo de naranjas en la zona? ¿Cómo lo ha hecho?

–Antes había que hacer todo a mano, no había las herramientas suficientes. Si hoy es un trabajo duro, no se puede comparar con como era antes. Los avances en mecanismos, herramientas y sistemas de cuidado unido al diseño de la finca, facilitan mucho el trabajo para llevar plantaciones mucho más grandes como la mía que está perfectamente preparada para ser mucho más accesible permitiendo así realizar las labores de cura, poda y recolección de una forma impensable en los tiempos de antes.

–Le acaban de dar la distinción como Naranjero de Oro por recuperar el vergel de naranjos, ¿Qué acciones has llevado a cabo?

–Era una finca que estaba completamente perdida y ahora se ve un manto verde que a mí personalmente me encanta. En los aledaños del desierto es lo único verde que hay y si no lo cuidamos desaparece.

Esto se ve ahora muy bien, pero durante tres meses estuve viniendo a observar desde arriba este terreno tratando de diseñar todo esto. Me ponía muy nervioso porque trataba de imaginar lo que quería ajustandome al presupuesto del que disponía y no encontraba la manera. Me iba cardiaco cada día hasta que una tarde visualicé lo que hoy vemos y supe lo que quería. A partir de ahí busqué los medios y ahora mismo está diseñada justo como la imaginé en aquel momento.

–¿Qué supone este reconocimiento para ti?

–Es algo muy bonito porque reconoce el trabajo diario que realizo y eso siempre se agradece, pero sin duda el mejor regalo lo recibo cuando mis clientes me felicitan por la calidad del producto y me confirman que el material ha llegado a su destino en excelentes condiciones

–Y una vez realizado el sueño, ¿Cómo es el trabajo diario en la finca?

–Intentamos hacerlo bien. Esta naranja es cuidada con mucho mimo, y la trato como si fuesen mis hijos, garantizando que no les falta de nada. Además toda la cosecha se recolecta a mano, y somos mi familia y yo quienes nos encargamos de hacerlo, por lo que en ocasiones no podemos cumplir con toda la demanda que tenemos. Mi único objetivo desde el comienzo ha sido hacer un producto de calidad absoluta que pueda ser valorado como tal en el mercado.

–¿Dónde comercializas tu producto? ¿Exportas tus naranjas?

–Principalmente en los mercados almerienses, pero también a nivel nacional como por ejemplo las últimas que las vendí en Vitoria. En varias ocasiones he mandado naranjas a Francia, la última vez alrededor de 5.000 kilos.

–Además tu hijo ha ganado el concurso a la mejor naranja de la cosecha, ¿Qué valores le has traspasado del oficio y que hay de ti en él como agricultor?

–Él nació cuando compré la primera finca, por lo que ha vivido todo desde el principio. Siempre le ha gustado fijarse en mí y ayudarme en las tareas del campo, lo que le ha llevado a cultivar una naranja exquisita. Yo únicamente le digo que en la agricultura hacen falta tres cosas para salir victoriosos: lo primero hacerlo bien, lo segundo que haya kilos, y si nos acompaña el precio hemos triunfado. La diferencia conmigo es que él no va a tener que invertir.

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