Koppert continúa construyendo una agricultura más sana y segura

Cuando el holandés Jan Koppert cultivaba pepinos hace más de medio siglo, no se podía imaginar que su apellido iba a ser una referencia en el sector agrícola. Sus pepinos estaban perdiendo fuerza por culpa de la araña roja, por lo que fue a Suiza en busca de un investigador que le recomendaron, llevándose hasta Holanda el que sería primer insecto auxiliar de Koppert, empresa que fundó en 1967 visto el éxito que estaba teniendo entre sus vecinos. Medio siglo después Koppert es el líder mundial en cuanto a protección biológica y polinización mundial se refiere. No en vano, está presente en 120 países, en 25 de ellos con filiales. Después de Holanda, España (filial creada en 1994) es el más importante), con Almería como punto referencial.

La misión es hacer una agricultura más sana, segura y productora, difundiendo el control biológico, en lo que es pionera. Aunque ya tiene 1.500 empleados en todo el mundo, 300 de ellos en Róterdam (la sede principal), sigue siendo una empresa familiar. Lo pudieron comprobar la docena de periodistas, procedentes de Andalucía, Murcia y Portugal, que visitaron el pasado martes las instalaciones de la firma en una actividad enmarcada dentro del 50 aniversario de Koppert. La expedición fue recibida por Martin Koppert, nieto de Jan (tercera generación) y responsable de expansión de negocio de la compañía, y Henry Koppert, sobrino de Jan y CEO de la firma.

Con tres líneas de trabajo -macroinsectos (50%), polinizadores (20%) y microbiológicos (30%)-, Koppert trabaja con un sistema integrado, esto es, intenta que todo sea biológico, aunque en ocasiones utiliza medidas químicas correctoras, pero éstas tienen que selectivas y muy reducidas.

El I+D de Koppert es fundamental, para estar por delante y continuando en la punta de lanza del sector, innovando constantemente. Partiendo de la base de que no se puede patentar vida, el objetivo es la forma de producir el insecto, que es lo que se puede patentar. En este sentido, tiene centros de I+D en Holanda, España (Vícar), Eslovaquia, Méjico, Estados Unidos y Brasil, buscando un modelo descentralizado para probar diferentes aspectos en diversos puntos del planeta.

En la visita por la sede central de Koppert los periodistas visitaron algunos de los diversos laboratorios que la entidad tiene en Rotérdam, caso del productos de bacterias, el de control de la producción o el de empaquetado de insectos, además del control de calidad en origen y también en destino, para verificar la cadena de frío (la temperatura depende del producto).

Koppert pretende fomentar unan fruta y verdura de sabor, también en snack, para que se consuman con mayor facilidad que otros productos menos saludables, esto es, que, por ejemplo, que los niños desayunen fruta (en tamaño más reducido) en lugar de bollería. La empresa facturó 178 millones de euros en 2016, por los 55 de 2006, una media de aumento del 12%. De esos 178 millones de euros, el 8% se dedicó al I+D.