Koppert: trabaja para alcanzar un nivel casi inexistente de residuos en el 'agro'
La multinacional holandesa amplía sus productos de control biológico a cultivos de fresa y cítricos y acomete una expansión de mercado a más países sudamericanos y al gigante asiático.
El director comercial de Koppert España, Kris de Smet, acude a la presente edición de Fruit Logistica con un objetivo claro: dejar patente que la agricultura almeriense es limpia y que la tendencia general es alcanzar "un nivel mínimo de residuos". Conseguir que sea 'cero' no es, al menos por ahora, un reto realista para ninguna empresa, pero "se pueden hacer grandes cosas en control biológico para combatir las plagas de la forma lo más natural posible y con niveles muy bajos" de restos químicos.
Las cifras lo avalan. Smet recuerda que la agricultura española ha pasado de tener un 40% de control biológico en pepino a alcanzar el 70%. Otro de los cultivos predominantes, el tomate, ha incrementado su superficie con este tipo de soluciones sostenibles desde el 20% al 50%.
Koppert España trabaja de forma activa en reducir cada vez más esos márgenes y en ampliar el uso de fauna auxiliar a cultivos que hasta hace poco no la aplicaban. "Tenemos casi 1.000 hectáreas de control biológico en fresa en la provincia de Huelva y también nos hemos introducido en el sector cítrico", explica De Smet. La firma comercializa sus productos a "grandes empresas" del ramo, sobre todo en las provincias de Sevilla, Huelva, Región de Murcia y Comunidad Valenciana.
Los resultados de aplicación de sus productos en fruticultura son óptimos, ya que se enfocan a variedades de insectos "muy definidas". En el caso de los cítricos se efectúa el control de piojo rojo de California con Aphytis y en el de la fresa el principal enemigo a combatir es la araña roja.
A lo largo de estos días de feria la multinacional holandesa Koppert hará gala de su amplia gama de productos y forjará alianzas con antiguos y nuevos clientes de ámbito internacional. Actualmente sus esfuerzos para ampliar la cuota de mercado se centran en países de Sudamérica y en China, país que supone "un reto muy importante" en cuanto a la aplicación de productos de control biológico.
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