Mercadona dona toneladas de alimentos a los más necesitados en Almería
Empresa
Los supermercados de la provincia entregan productos a diario a una decena de comedores y entidades sociales
Recientemente se ha unido la residencia de Cuevas del Almanzora, que da de comer a 36 ancianos
Desde hace poco más de un mes, cada mañana sor María Jesús espera la llegada de la furgoneta de Mercadona a las puertas de la residencia de mayores Santa Luisa de Marillac de Cuevas del Almanzora. A las nueve, el repartidor llega para hacer la donación diaria de alimentos procedente del supermercado que la empresa tiene en el municipio. Este geriátrico gestionado por las Hijas de la Caridad ha sido la última entidad social en unirse al programa de donaciones de Mercadona.
“Queremos compartir con la sociedad parte de cuanto recibimos de ella, por eso colaboramos con diez comedores y entidades sociales de toda la provincia a los que donamos alimentos diariamente”, explica Conchi Parra, directora provincial de Relaciones Externas de Mercadona.
En lo que va de año ya han entregado más de 250 toneladas de alimentos para los colectivos más necesitados. Una labor social que han reforzado especialmente en los últimos meses como consecuencia de la grave crisis provocada por el coronavirus. Por ello, cada vez colaboran con más entidades, como han comenzado a hacer desde julio con la residencia de mayores de Cuevas.
En este geriátrico conviven 36 personas mayores y seis religiosas de las Hijas de la Caridad. Como todas las residencias están viviendo tiempos complicados por la pandemia del coronavirus. “Gracias a Dios no nos ha faltado de nada, ni mascarillas, ni guantes, ni EPI... El Ayuntamiento de Cuevas y los vecinos se han portado muy bien con nosotros estos meses”, dice agradecida sor María Jesús. Y aunque la mascarilla le oculte la boca, sus ojos dibujan una sonrisa cada mañana al recibir las bolsas de alimentos de Mercadona:“ahora vemos todo lo que nos han traído y según lo que haya vamos planificando los menús de estos días”, explica sor María Jesús.
Hay pollo, ternera, cerdo, ensalada, yogures, harina, azúcar... Un poco de todo. “Durante la jornada en la tienda vamos retirando los productos que están dañados pero en perfecto estado para su consumo y los añadimos a las cajas para la donación. También se les envían los alimentos a los que le quedan unos días de fecha para caducar, pero todo siempre con la premisa de que sean productos que cualquiera consumiríamos en nuestras casas”, explica Conchi Pérez.
Para los trabajadores del supermercado esta colaboración supone una “satisfacción y un orgullo”, tal y como reconoce Rosa Ramírez, la coordinadora de la tienda de Cuevas. Aunque admite que los primeros días les costó adaptarse a la nueva forma de trabajo, están muy involucrados pues saben que lo que hacen repercute positivamente en la sociedad y en el municipio. “No les supone un sobresfuerzo, al contrario, lo hacen con ilusión”.
Una gran ayuda ante la crisis del COVID-19
El convenio firmado entre la residencia de mayores y Mercadona ha sido de gran ayuda para este geriátrico. En tan solo un mes ya han recibido tres toneladas de alimentos. “Antes teníamos que comprarlo todo, ahora prácticamente no necesitamos salir a la compra, salvo si nos falta algo concreto”, cuenta sor María Jesús mientras revisa los congeladores y la despensa llenos de productos de Mercadona.
Esta comida les ha venido como caída del cielo. En estos difíciles momentos han reducido al máximo su contacto con el exterior, por lo que recibir a diario en la misma puerta kilos y kilos de comida es una ayuda inestimable. “Por suerte no hemos tenido ningún caso de coronavirus”, cuenta la religiosa desde la puerta del geriátrico ubicado en la Plaza del Hospital.
Reciben la comida donada de lunes a sábado, siempre a primera hora. Luego, una vez que la organizan y distribuyen por los arcones y despensas, las cocineras del centro se ponen manos a la obra (o más bien a las sartenes, ollas y fogones) para preparar más de 40 menús: los de los residentes y las seis religiosas. Casi todos los días hay alguna sopa, “pero no de esas de cartón, sino que la hacemos aquí con las verduras y la carne”, cuenta la monja. Luego, algún plato de carne, hortalizas, legumbres. Una dieta muy variada. Eso sí, “nos han dicho que sushi no les mandemos, que no se lo comen”, bromea la coordinadora del supermercado.
Elaboran cuatro comidas al día:desayuno, almuerzo, merienda y cena. Gracias a la donación de Mercadona pueden ahorrar varios miles de euros al mes. Un dinero que así puede utilizar en algunas de las tantas necesidades que tiene un geriátrico de este tipo.
Una residencia para mayores con pocos recursos
Esta residencia realiza una importantísima labor social en Cuevas del Almanzora y en toda la comarca del Levante. Tiene diez plazas concertadas con la Junta de Andalucía pero el resto son plazas privadas ocupadas mayormente por ancianos de escasos recursos, cuyas pensiones no rebasan los 700 euros. “No pueden pagar el precio normal de una plaza, que supera los 1.500 euros. Tenemos ancianos que solo reciben una pensión de 350 euros y aquí los atendemos”, cuenta la religiosa.
Es una institución muy querida por los cuevanos. Las Hijas de la Caridad llegaron a lo que era un viejo hospital en el año 1.870 y allí siguen, ayudando a los más necesitados. “Este lugar tiene una historia muy bonita. Primero fue el Hospital de la Caridad de San Antón, donde se atendían a los mineros de la zona. Con el tiempo pidieron a las Hijas de la Caridad que se hiciesen cargo pues no había un buen servicio a los enfermos. Luego vieron la necesidad de hospedar a las familias de los enfermos y de dar una enseñanza a sus niños, por lo que se creó también una escuela infantil, un comedor, un internado de niñas huérfanas y un asilo para ancianos”, explica sor María Jesús.
El lunes, a las nueve, la furgoneta de Mercadona volverá a aparcar en la puerta de la residencia. En estos momentos en los que las visitas a los geriátricos están tan restringidas, la que hace cada mañana el repartidor del supermercado es una de las más esperadas.
Una labor social que llega a toda la provincia
Además de con la residencia de mayores de Cuevas del Almanzora, Mercadona también colabora con otras nueve entidades almerienses: con el comedor Nuevo Rumbo de Níjar, la Asociación Noesso Comunidad Terapéutica de Vícar, el Hogar Nuestra Señora del Río de Huércal-Overa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, la Asociación de Personas con Discapacidad El Saliente de Albox, la Institución Benéfica Sagrado Corazón de Jesús (Casa Nazaret), el Hogar Santa Teresa Jornet de Almería, el comedor La Milagrosa de Almería, la Comunidad Adoratrices y la Comunidad Juana Mª Condesa Lluch de la capital. Ytambién tiene un convenio con el Banco de Alimentos de Almería.
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