“El balance de la campaña durante estos primeros meses ha sido positivo, con una producción similar a la de 2019/20 y precios medios superiores al anterior periodo”. Esta es la principal conclusión a la que llega el informe ‘Hortalizas bajo invernadero- Balance provisional de la campaña 2020-2021’, elaborado por el equipo de Mercados de Plataforma Tierra (Cajamar), que compone Roberto García Torrente, Ana Cabrera y Tomás Agüera, director y técnicos, respectivamente de Innovación Agroalimentaria de Cajamar.

Según señala el estudio, la superficie invernada no ha parado de aumentar, hasta alcanzar las 40.218 hectáreas entre Almería, Granada y Murcia en 2020, lo que ha supuesto un crecimiento del 1,8 % sobre el año anterior. Esta evolución de la superficie invernada se ha traducido en un incremento de la superficie cultivada del 4,1 % para las principales hortalizas producidas en estos meses: tomate, pimiento, pepino, calabacín y berenjena. Tal y como recoge el informe, todas estas hortalizas han aumentado las hectáreas destinadas a su cultivo, salvo tomate, que ha descendido ligeramente (-0,3%), tendencia iniciada años atrás. De acuerdo al documento de Cajamar, esto se debe a la competencia creciente en el mercado, la disponibilidad de agua de desaladora en las zonas tradicionales de este cultivo que ha permitido a los productores diversificar sus plantaciones, al aumento del cultivo de especialidades, así como al aumento salarial de los trabajadores del campo en los dos últimos periodos productivos, a raíz de la aprobación del salario mínimo interprofesional.

Abril ha sido complicado para los productores de berenjena, calabacín y pepino, con cotizaciones muy bajas

En cuanto a la evolución de la producción, para el informe se han empleado, según Cajamar, los únicos datos disponibles actualmente que se corresponden con la producción de Almería, que representa más del 80 % de la superficie invernada principales zonas productoras desde septiembre a marzo. Así, la producción de hortícolas bajo plástico en Almería se ha mantenido estable con 1.955,3 miles de toneladas respecto a la campaña 2019/20 hasta el mes de marzo, aunque superior a la media de las cinco últimas campañas en un 4,7%. Respecto a la distribución de la producción según las principales hortalizas, el crecimiento más destacable es el que ha tenido lugar en calabacín, que ha aumentado sus toneladas en un 9,6% manteniendo la tendencia creciente de este cultivo en la última década con una buena aceptación del mercado. El tomate es otro de los productos que ha aumentado su producción, aunque de forma más modesta, un 2%. No obstante, es una cantidad que no remonta en absoluto la tendencia descendente que ha sufrido esta hortaliza en los últimos cuatro años. El comportamiento de la producción de pimiento ha sido opuesto al del tomate, en este caso ha tenido lugar un ligero retroceso de la producción del -0,9% pero que si se compara con la media de las cinco últimas campañas es un 9,6% superior. En pimiento, al igual que en calabacín el incremento del volumen ofertado está siendo bien absorbido por la demanda. Con signo negativo se encuentran las producciones de berenjena (-2,1%) y pepino (-1,7%). En berenjena, aunque se haya reducido el volumen, este es acorde con el histórico reciente. Respecto al retroceso de las toneladas de pepino rompe la tendencia creciente de este cultivo, pero se mantiene un 3% por encima del promedio de los últimos cinco años.

El incremento de la superficie cultivada bajo técnicas de control biológico en un 5,2% respecto al periodo 2019/20 y que ocupa un total de 26.035 hectáreas en Almería, según los datos facilitados por la Delegación provincial de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, es, según el análisis, otro de los aspectos que muestran la apuesta hacia una mayor competitividad.

En cuanto a los precios, cuya volatilidad caracteriza a este sector, en el balance de Cajamar, para la obtención de las cotizaciones medias, se han considerado las obtenidas desde septiembre hasta abril y su comparación con el mismo periodo de la campaña anterior. “En general, el comportamiento de los precios medios alcanzados por las hortalizas bajo abrigo ha sido positivo hasta el momento (septiembre-abril) con un aumento generalizado para los productos analizados (berenjena, calabacín, pepino, pimiento y tomate)”. “Pero ni la producción ni el mercado se han comportado de forma lineal durante estos meses, lo cierto es que nunca lo hacen”, cita el documento, que menciona que el mes de abril ha sido especialmente complicado para los productores de berenjena, calabacín y pepino, con cotizaciones muy bajas que han oscilado entre los 0,15-0,30 euros/kg. Una vez más, una situación de sobreoferta ha provocado un descenso de los precios, que en esta ocasión ha sido más acusado de lo habitual en esta época. Los precios de pimiento, sin embargo, en marzo y abril han sido muy elevados llegando a un máximo de 2,12 euros/kg en la semana 13, situándose incluso por encima de las cotizaciones alcanzadas en el confinamiento de 2020. Este buen comportamiento también ha tenido lugar en tomate, con precios un 20 % superiores a los de la campaña anterior en estos dos meses de primavera.

Respecto al mercado exterior, el informe publicado por la Plataforma Tierra señala que la exportación nacional de los productos analizados (berenjena, calabacín, pepino, pimiento y tomate) se ha contraído en volumen (-1,8 %), pero se ha incrementado en valor (4,8%) desde septiembre hasta marzo, con un total comercializado fuera de nuestras fronteras de 2.196,5 miles de toneladas y 2.602,5 millones de euros. Esta disminución en volumen de las exportaciones ha tenido lugar para todas las hortalizas consideradas a excepción de calabacín y berenjena, que han aumentado tanto el volumen exportado, como el valor obtenido de su comercialización.

Por parte de la competencia, el documento apunta la tendencia creciente de la entrada de producto procedente de Marruecos y Turquía a la Unión Europea. En el caso marroquí las cantidades comercializadas de tomate a la Unión Europea no han parado de crecer, así como su cuota de mercado, coincidiendo con el descenso de la oferta española de este producto. En pimiento ambos países también están aumentando su presencia en este mercado, aunque con cantidades menos representativas. Dado su potencial de producción, son países competidores para tener en cuenta de cara a futuro.