"Rami Frío siempre ha sido cauta y nunca ha gastado más de lo que se necesitaba"

Miguel pulido lázaro. Fundador y gerente de rami frío

Rami Frío, cuyas instalaciones se ubican en la Juaida, celebra su 25 aniversario En la empresa, que cuenta con una flota de 25 vehículos, trabajan 30 personas Tiene otra sede en Granada

Miguel Pulido, durante la entrevista con Diario de Almería.
Carmen Fenoy

01 de diciembre 2013 - 01:00

Miguel Pulido es de Cáceres. Unas vacaciones decidió pasarlas en Almería con su mujer, cuya familia es originaria de esta provincia, y su hija Marisa. Ese viaje de 15 días acabó prolongándose a toda una vida. Pulido comenzó en el sector del frío en una empresa familiar en Extremadura; sin abandonarla marchó a Madrid para continuar su formación. Su aventura almeriense comienza con este viaje, en el que él un día paseando por la ciudad decidió entrar en la tienda MobBa en la calle Méndez Núñez, que regentaba José Martínez Jiménez, allí ofreció sus servicios como técnico, y tras unos días de prueba no dudaron en darle el trabajo. Su familia en Cáceres, en un principio, quedó algo disgustada, si bien lo aceptó sabiendo que era lo mejor para él. Según cuenta Miguel Pulido, más tarde, se trasladó a trabajar a otra empresa más especializada en el sector del frío comercial; tras la cual optó por fundar su propia firma, Rami Frío, que este año celebra su 25 cumpleaños.

-¿Por qué nace Rami Frío?

-La empresa nace por las inquietudes de cuando eres joven. Yo tenía unos 32 años y veía cómo se estaba desarrollando el mercado en el sector hortofrutícola en Almería; en la empresa en que yo trabajaba ya se vislumbraba un buen futuro y era el momento de salir como empleado y adentrarse en esta aventura. Nunca se sabe si fue mejor antes o después, pero creo que fue el momento justo y que estuvimos acertados.

-¿Cómo fueron los inicios?

-Rami Frío surgió con un socio; todo partió de un encuentro en una comunión. Él tenía unos locales en la calle San Miguel y me sugirió que aprovechara los locales para crear la sociedad. Esto junto a mi inquietud motivó finalmente la constitución. Estuvimos 9 años como socios. Él no trabajó en el negocio porque no era su cometido pero fue un revulsivo para mí. Tras esos años vi que tenía que seguir volando solo, le compré la participación de la empresa y desde entonces he ido formando equipo, que ha sido base fundamental para que estos 25 años hayan sido más fáciles.

-¿Cómo ha formado este equipo?

-En Almería, la verdad es que la especialización en frío industrial era algo desconocida y había que formar personal. Esto lo hemos ido consiguiendo día tras día. También, a través de la Escuela de Formación Profesional nos ofrecieron y aceptamos la posibilidad de que los jóvenes realizaran prácticas en nuestra empresa y todos los años vamos formando a los que quieren ser profesionales del frío. De hecho, actualmente, el 70% de la plantilla, que de media ronda los 35 años, está compuesta por trabajadores formados en esta empresa.

-¿Cómo ha sido la trayectoria de Rami Frío?

-No ha sido difícil porque después de mis años de experiencia trabajando en dos empresas en Almería aprendí y conocí a muchos clientes y amigos que siempre me han estado apoyando haciendo que la labor de la empresa sea más fácil. Siempre me he visto arropado, sobre todo, también por mi esposa, quien siempre estuvo ayudando y apoyando mis decisiones que, a veces, tampoco eran fáciles, sobre todo, en los inicios cuando uno no contaba con el capital suficiente y tenía que contar con los bancos. A partir de ahí los clientes han entrado en una dinámica con nosotros que creo que ha sido fructífera en todo momento.

-¿Con qué partisteis y con qué contáis ahora?

-Nosotros empezamos en la calle San Miguel, lo que se conocía como el Balneario San Miguel, una calle que no tenía salida, ni estaba el Paseo Marítimo. Empecé arreglando el local y comprando una furgoneta; comenzamos tres personas, Petri que llevaba la administración, Manuel Castillo que estaba como ayudante y yo. Vimos que en muy poco tiempo la empresa empezaba a funcionar y necesitábamos más personal, sobre todo de taller, y entró Juan Baños y Ángel Martínez.

-Por lo que veo se acuerda de todos, ¿no?

-Sí, sí. De todos ellos tengo buenos recuerdos y, además, son amigos. La mayoría siguen en la empresa y la verdad que orgulloso de ellos, luego entró un comercial y estuvimos unos 9 en la calle San Miguel. En ese tiempo todo fue bien, la calle empezó a crecer y las instalaciones se quedaron pequeñas y compré estos terrenos en la Juaida; entonces tomé la decisión de hablar con mi socio y decirle que era el momento de emprender mi camino. Todo tenía un principio y final, al principio para mí, mi socio fue un apoyo moral y un trampolín pero la empresa creció, llegó el momento de la separación y montamos estas instalaciones, adaptadas a las necesidades del momento y pensadas para el futuro, porque ya veíamos el crecimiento de Almería, sobre todo, hortofrutícola, en el que en un principio nos basamos a nivel industrial. Cuando vimos el gran crecimiento de este sector pensamos que pronto pararía y fuimos desviando al tema comercial a la alimentación y, hoy, ya trabajamos con las grandes empresas de este sector.

-Además de Almería, ¿abarcan con su trabajo otras provincias?

-Hace tres años compramos una empresa en Granada también del sector del frío ya que nuestros clientes allí nos lo demandaban, era una manera de tener algo centralizado en Granada y atender, además de esta provincia, Jaén, aunque ésta también se atiende desde Almería, todo depende de la urgencia y de donde esté el personal. Damos un servicio bastante bueno, tenemos contratos de mantenimiento de 24 horas los 365 días al año y nuestros clientes están cubiertos en una respuesta de no más de cuatro horas en avisos normales y en urgencias en no más de dos horas. Desde febrero hasta ahora hemos trabajado todos los días, incluso los fines de semana, para que los comercios no tengan que cerrar y puedan atender también a sus clientes.

-¿Cómo logran esto?

-Gracias a nuestro personal. Las furgonetas están todas equipadas como si fueran un taller y van con los repuestos y materiales más usuales que en una instalación puedan hacer falta.

-¿Cuál es la flota de vehículos actual de la empresa y la plantilla?

-La flota está compuesta de 25 vehículos y unas 30 personas.

-¿Os ha perjudicado la crisis?

-No, hemos ido creciendo. Hemos sido una empresa sin aceleros, posicionándonos en el sector firmemente para no tener sorpresas. Hemos sido cautos. Rami Frío ha vivido dos crisis: la de los 90, menos agresiva porque duró menos tiempo y nosotros crecimos, bien a consecuencia de las empresas que cerraron cuyo hueco cubrimos, y la actual, en la que nos está sucediendo lo mismo. Desde hace cuatro años nosotros hemos ganado cuota de mercado y hemos tenido hasta que ampliar plantilla; este año concretamente hubo que reforzar la plantilla con dos personas más. Como anécdota, cuando los trabajadores escucharon casos de otras empresas que cerraban por la crisis, se sentaron conmigo y me dijeron que si hacía falta renunciaban su paga extra, no sólo, no tuvieron que hacerlo sino que se les subió el sueldo. Aún así en muchas ocasiones se pasan apuros porque raro es que en esta crisis no tengas algún inconveniente de cobro, a nosotros ha habido tres o cuatro empresas fuertes que nos han dejado enganchados 700.000 euros, afortunadamente durante estos 25 años hemos ido ahorrando.

-¿Cómo ve la continuidad de la empresa?

-Con mis 64 años voy delegando ya en personal joven, por un lado evidentemente son mis hijos los que están cogiendo las riendas: Marisa lleva el tema de administración; María del Mar de alguna forma dirige e incluso mejor que yo porque sus conocimientos son mayores y hoy en día los clientes hablan más con ella que conmigo, ella lleva la dirección de la empresa; Miguel en el departamento técnico; y mi sobrino Luis Agustín, que actualmente es el jefe de taller. Estoy orgulloso porque hay continuidad y los ves con ilusión y ganas. Hace unos diez años, una multinacional vino a comprar la empresa, yo consensué con mi familia y ellos fueron los primeros en decir que si esto lo había hecho yo con cariño y esfuerzo, por qué no iban a ser ellos capaces de continuar. Hoy el cliente es la base fundamental y si se encuentra a gusto tanto con el trato como con el servicio ese cliente lo mantienes e incluso te trae más clientes. Aquí el boca a boca funciona muy bien, preferimos perjudicarnos nosotros a que un cliente se vaya disgustado.

-¿Y fuera de la provincia almeriense?

-Ya empieza a verse la confianza en el sector de la alimentación, también en el tema industrial. Nosotros hemos salido de Almería porque aquí hay más empresas del sector. Nos expansionamos por demanda del cliente y trabajamos en Murcia, Granada, Jaén, Sevilla, Córdoba o Huelva. Cuando nos toca hacer trabajos en Huelva o Sevilla, tenemos una empresa de total confianza en Sevilla a la que nosotros mandamos una persona desde aquí como responsable de ese trabajo y el resto lo hacen desde allí. Lo tenemos bastante bien estructurado.

-¿En qué cifras de facturación se mueve la empresa?

-Exactamente no lo sé. Nosotros no nos ponemos objetivo. Al principio yo sí que me los ponía y era un calvario, no dormía. A partir del tercer año eliminamos los objetivos y decidimos luchar y luchar porque la empresa salga adelante. Además, la facturación puede ser un poco ficticia porque este año puedes haber realizado cuatro grandes obras y el año que viene no y ésta baja, todo depende del mercado. También, Rami Frío siempre ha sido cauta a la hora de hacer grandes inversiones y nunca ha gastado más de lo que se necesitaba desamparando a la empresa. Aquí lo hemos hecho siempre al revés, es decir, el beneficio generado lo hemos ido invirtiendo en la empresa así acomodándola mejor, con, por ejemplo, nuevos vehículos; al principio teníamos furgonetas 4L básicas y ahora cada mecánico lleva su vehículo con todas las comodidades y necesidades técnicas; también contamos con un equipo de telegestión, con el que sabemos donde están los técnicos y minimizamos gastos y tiempo. No invertimos por el 'por si acaso', sino como con la apertura de Granada, bajo demanda.

-¿Abarcan desde el principio al fin una instalación?

-Sí, desde entrar en obra y hacer el plano hasta el final. Damos llave en mano, incluida la obra. Hoy si un cliente se quiere despreocupar del negocio que va a montar nos lo pone en nuestras manos y se lo damos hecho. La gente queda contenta porque se le hacen las cosas como ella quiere y bajo la dirección y la experiencia de los técnicos de Rami Frío. Tenemos equipo de delineación, de ingeniería, de mecánicos… cuando tú tienes todas estas herramientas hay que aprovecharlas, la gente está confiando en este tipo de servicios. También realizamos lo común, que es montaje de instalaciones y cubrimos un periodo de garantía 100% sin coste y los contratos 24 horas por los que el cliente está cubierto todos los días, sean o no festivos, y de día y noche.

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