‘Semilla. Jóvenes sembrando futuro’. Este es el nombre del proyecto de innovación social impulsado por la Asociación Ítaca, que ha culminado su primera etapa, de nueve meses de duración, gracias a colaboradores como la Fundación UAL-Anecoop, Fundación La Caixa y el IES Sol de Portocarrero.

El fin de este programa es facilitar la capacitación técnica y emprendedora de cinco jóvenes de El Puche en situación de vulnerabilidad de forma que se favorezca su desarrollo personal, social y laboral. En esta iniciativa se trata de aplicar el carácter innovador de la agricultura almeriense al ámbito social para mejorar las condiciones de vida de jóvenes en riesgo de exclusión a través de su capacitación. Para conseguir esto, los chicos se han formado en dos líneas. Por un lado, adquiriendo conocimientos reglados a través de un ciclo formativo de grado medio denominado ‘Producción Agroecológica’ en el IES Sol de Portocarrero y, por otro, con un programa de formación experimental el cual se ha desarrollado en la Finca Experimental UAL-Anecoop. En este espacio los jóvenes han liderado la gestión y explotación de una parcela agraria de 500 metros cuadrados. Tal y como informan desde la Fundación UAL-Anecoop, los conocimientos de los alumnos han sido tales que han producido de manera autónoma 500 kilos de tomate aproximadamente y 150 kilos de melón Cantalup.

Los jóvenes logran cosechar 500 kilos de tomate y 150 kilos de melón de manera autónoma

Estos jóvenes, conocedores de la situación vulnerable de muchas familias, especialmente con la crisis actual de la COVID-19, han donado íntegramente todo lo recogido al centro logístico de Cáritas.

Según Ítaca, el carácter innovador de este proyecto reside en la practica directa desde el inicio del proyecto que va en aumento con el paso de los meses. Además, su formación técnica será complementada por una capacitación en gestión empresarial, que les dotará con los recursos para emprender en el ámbito de la agricultura cuando termine su formación.

En torno al mes de agosto se retomará la formación y prácticas en la Finca Experimental UAL-Anecoop. Asimismo, se suma la posibilidad que los jóvenes opten por terminar su formación en algún país de la Unión Europea dentro del programa Erasmus.

“En definitiva, podemos decir que en esta primera evaluación los resultados superan las expectativas, ya que los jóvenes además de haber adquirido los conocimientos que se les pedía, demuestran un interés muy alto en proseguir su formación, obtener y vivir nuevas experiencias fuera de nuestras fronteras y poder ser en breve agricultores explotando sus fincas, pudiendo ser los primeros jóvenes agricultores empresarios del barrio”, señalan desde la Asociación Ítaca.

Para poder desarrollar económicamente este proyecto y dotar de los materiales necesarios a los jóvenes como ropa de trabajo, material escolar, así como gastos de la finca, La Caixa ha brindado su apoyo.