El estado de Alarma continúa como medida de prevención a una crisis sanitaria que perdura en el tiempo, si bien es cierto que la curva de contagios por COVID-19 va bajando y el número de curados en el país ya es normalmente mayor al número de nuevos afectados en el reporte diario del Gobierno. Todos los esfuerzos están centrados en frenar la crisis y garantizar la vida a la normalidad de los españoles, pero es ahí precisamente donde entran las dudas. ¿Normalidad? Parece que la vuelta a la actividad total va ser compleja una vez se llegue a la llamada ‘desescalada’ total y dependiendo de en que sectores este retorno parece antojarse más difícil que en otros, con la correspondiente repercusión para toda la economía.

Los planes de choque se suceden en la provincia por parte de las administraciones de cara a la recuperación económica, tanto a nivel provincial como a nivel municipal, especialmente en aquellas zonas donde se depende en gran medida del turismo y la restauración. Randstad, empresa de recursos humanos mundial, ha llevado a cabo a través de Randstad Research, su centro de estudios y análisis, una estimación de la recuperación de las actividades económicas tras el periodo de confinamiento e hibernación económica por el coronavirus.

Estimación de recuperación de determinados sectores y actividades con dos posibles escenarios diferentes. Fuente: Randstad.

Este estudio ha contemplado dos escenarios, uno más optimista que el otro, dependiendo de la reducción de contagios y la mejora del consumo y revela que el sector del turismo será el más afectado por esta situación, ya que muchas de sus actividades no van a recuperar los niveles anteriores a la crisis hasta, por lo menos, el primer trimestre de 2022. Es el caso, por ejemplo, de actividades como los servicios de alojamiento, transporte aéreo y todos aquellos relacionados con los viajes, como los operadores, las agencias, etc. Aunque su actividad comenzará a recuperarse, en el mejor de los casos, en julio, su vuelta a un escenario anterior se demoraría hasta el primer y último trimestre de 2022.Una situación especialmente cruda para el ámbito del empleo, ya que hasta el pasado 15 de abril, estas tres actividades reunían a más de 166.000 afectados por ERTE.

La recuperación también se demorará sustancialmente en la hostelería, ya que cuenta solo en las actividades relacionadas con los servicios de comidas y bebidas con cerca de 715.500 trabajadores afectados por ERTE. En este caso, se prevé que, como pronto en junio y como tarde en septiembre, comience a remontar hasta alcanzar la recuperación total entre finales de 2021 y principios de 2022.