“Es un año difícil: la almendra vale poco y el cereal no se pudo segar”
Agricultura
Baltasar Fajardo explica la complicada situación de muchos de productores de los Vélez
Ha llovido poco, a destiempo, y los precios se han desplomado
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Vélez Rubio/Septiembre ha llegado con algo más de agua que los meses antecesores. Las nubes han descargado varias trombas de agua en diferentes zonas de la provincia, como en la Comarca de los Vélez. Allí, en plena recogida de la almendra, no le hacen ascos, aunque se tiran de los pelos al pensar qué hubiera sido de la campaña si el agua llega a caer cuando le correspondía. Baltasar Fajardo, productor de almendra y cereal de Vélez Rubio, analiza cómo está el sector de la almendra ecológica y el cereal, marcado por una sequía que está haciendo estragos.
–Están estas semanas en plena recogida de almendra por la Comarca de los Vélez, ¿cómo marcha la campaña?
–En tema de cosecha, ha ido por zonas: en algunas se han helado las flores y ha sido poca la cantidad recogida, mientras que en otras zonas se ha recogido mucho, pero algo escasas de calidad porque la almendra se quedó más pequeña por falta de agua en el momento que necesitaba. Les falta un poco de peso y de tamaño, aunque lo más importante te digo que es la falta de precio de esta campaña. Al final, la almendra se nos paga por rendimientos, por lo que aunque sea más pequeña, el rendimiento es bueno. Sin embargo, al ser más pequeña, tenemos menos kilos y menos precio. Así, la cosecha te digo que es mala, los resultados son muy malos.
–Las organizaciones agrarias ya alertaban hace semanas de esta situación.
–Pensamos que se está entregando almendra por debajo del precio de coste. Considero que el precio mínimo es el que se está pagando en los últimos años, ha subido todo excepto la almendra. Está muy barata, hay zonas en las que ni se cogen. Ahora mismo la ecológica se está pagando en cooperativa a 5,25 euros kilo/pepita y su precio sería entre los 7 y los 8 euros, los 2 euros cáscara. El año pasado se llegó hasta los 9 euros, que es un gran precio.
–Con esos precios, supongo que hay gente que piensa incluso en dejarlo.
–Conozco a gente que duda incluso si recolectar o no. Tratamientos, abonos, labranza... si luego la cosecha no rinde, no podemos echarles productos ni cuidar a los almendros como se debe. Al final, va en detrimento de tus cultivos. Es la pescadilla que se muerde la cola: sin los tratamientos debidos, el año que viene tampoco va a haber una gran cosecha. Así estamos.
–¿Ha recolectado?
–Yo sí, pero cuando pague máquinas, la recolección o los tratamientos, no sé cuánto me va a quedar. Normalmente aquí la está recogiendo todo el mundo: las tienen y las recogen sin echarle cuentas a su jornal. Echan su jornal, sus horas de trabajo, recogiendo almendras.
–La almendra de la comarca es de mucha calidad, merece un precio mayor.
–Es almendra ecológica, respetamos los ecorregímenes y las exigencias que nos marca la PAC, como dejar la cubierta vegetal o usar menos tratamientos. Pagamos nuestros certificados de ecológico, tenemos nuestros controles, nuestras inspecciones. Todo controlado y siempre conforme a la normativa. Pero luego llegamos a la cooperativa y al precio que nos están pagando, es difícil que salgan las cuentas.
Las lluvias de junio salvaron pastos para la ganadería
Si difícil se presentaba la campaña para los cultivos extensivos, no menos compleja era la situación para la ganadería de la comarca, puesto que la falta de lluvia tenía los pastos totalmente secos. Sin la posibilidad de subir a los montes para pastar, los ganaderos se encontraban asfixiados al tener que comprar cereal para alimentar a todas las cabezas de ganado. “Suerte que cayó una importante cantidad de agua en junio, un poco antes de verano, que hizo florecer los pastos, porque los ganaderos lo iban a pasar bastante mal. El invierno y la primavera fueron muy secos, apenas había vegetación. Pero las lluvias de junio les han ayudado para que los animales pudieran pastar. A nosotros, sin embargo, ese agua ya nos vino tarde para el cereal”, asegura Bernardo Fajardo.
–¿Qué solución proponen?
–Aquí nadie se mueve, los carburantes están disparados y nadie se queja, nadie se manifiesta. La solución es que volvamos a perder los mismos.
–El año, por lo climatológico, ha sido muy complicado para los productores agrícolas.
–Mucho. De cereal no hemos recogido nada, los seguros no están respondiendo con los costes reales que costó la sementera, que ha sido la más tardía de la historia. Y ahora nos encontramos con la almendra, el segundo cultivo que manda en la comarca , sin precio pese a que la cosecha es decente. Llevamos dos años malos, malísimos, casi sin ingresos.
–¿La situación más complicado que recuerda?
–Sin duda, que yo recuerde sí. Por el tema de la sequía. He vivido situaciones complicadas, pero estos son de las peores campañas que hemos vivido.
–Ha llovido estos últimos días, llovió también en junio...
–Es cierto que ha llovido, pero lo ha hecho a destiempo. El año pasado cayeron cuatrocientos y pico de litros en marzo y éste fueron doscientos y pico en junio; va tarde para todo puesto que el cereal ya está perdido, la almendra está cuajada y no asimila el agua... En vez de ser una lluvia de invierno, que es lo que necesitamos, llueve a destiempo y en unas cantidades que no cala en la tierra.
–¿Qué hace falta de cara a los próximos meses?
–Que llueva. Ahora tenemos que empezar a preparar la tierra para sembrar el cereal de invierno. Vamos a preparar la simiente de cebada, avena, trigo, leguminosas... No hemos podido guardar semilla de este año porque no hemos recolectado, tenemos que comprarla. Ahora en octubre, cuando nos paguen el anticipo de la PAC, nos lo vamos a gastar en gasóil y simiente para empezar a cultivar. Luego veremos cómo afrontamos el año hasta que llegue de nuevo la época de la recolección.
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