Crítica literaria
Francisco Bautista Toledo
La Unión
La empresa almeriense de servicios funerarios Funespaña recibió ayer el respaldo mayoritario de la gestión que está realizando su equipo ejecutivo.
No solo se mantiene la sede de la compañía en la capital almeriense, como ya anunció El Almería ayer, sino que, además, los accionistas mostraron su apoyo a cuestiones como la transparencia en la información de las actividades que se vienen efectuando, así como al tipo de operaciones, que se ajustan a criterios no especulativos, según respaldaron los accionistas; asuntos que habían dañado la imagen de la firma en los últimos tiempos, sobre todo, por las acusaciones del ex presidente y máximo accionista, con el 29,5%, José Ignacio Rodrigo.
La reunión que comenzó más tarde de las cinco de la tarde, hora prevista en convocatoria, contó con la participación más alta de la historia de Funespaña en una junta de accionistas.
Vinieron de todos los puntos de la geografía nacional: Guipúzcoa, Granada, Barcelona, Madrid o Sevilla, para zanjar un asunto que la familia Valdivia, Juan Antonio, vicepresidente ejecutivo y fundador del grupo, y Ángel, ha defendido a capa y espada, por encima de criterios empresariales: el mantenimiento de la sede social en Almería, la continuidad de esas raíces, con la importancia que supone para la economía provincial, al tratarse de la única firma almeriense que cotiza en Bolsa y que, en lo que va de año, es la única, junto a Asturiana de Zinc, que no ha perdido valor bursátil.
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