La explotación minera avanza firme por el camino de la sostenibilidad
Los áridos son el segundo producto más consumido por el hombre a nivel mundial · La explotación de áridos debe contemplarse como un proyecto de futuro en un marco legal de desarrollo sostenible
El árido es el segundo producto más utilizado por el hombre a nivel mundial después del agua y su consumo oscila en torno a 25 kilogramos por persona al día. Su uso está destinado en mayor medida a la fabricación de hormigón para la construcción, aunque también se emplea, por ejemplo, para fabricar vidrio y acero, así como para la producción de azúcar o PVC.
Para hacerse una idea de la repercusión de los áridos en la vida cotidiana basta con conocer que para obrar un kilómetro de autovía se requieren 30.000 toneladas de áridos o que para producir una tonelada de vidrio se necesita otra tonelada de áridos u otra media para elaborar una tonelada de papel. Según estos datos de la Asociación Nacional de Empresarios Fabricantes de Áridos (Anefa) es deducible el hecho de que los áridos están íntimamente ligados al desarrollo socioeconómico y a una mejora de la calidad de vida,
En Almería se producen anualmente 8,3 millones de toneladas de áridos y su consumo es de 8,4 millones de toneladas por año.
La explotación de canteras puede suponer, a priori, un gran impacto medioambiental, sin embargo su restauración se ha convertido, además de en una obligación, en una responsabilidad para los encargados de la industria extractiva. El sector es consciente de que debe conciliar la eficacia económica con la calidad técnica y la preservación del entorno ambiental, siendo evidentes los progresos que se vienen realizando en ambos campos de actuación. Hoy en día, toda explotación de áridos debe constituir un proyecto de futuro a medio o largo plazo dentro de un marco legal de desarrollo sostenible mediante el equilibrio de la realidad geológica, que determina, ineludiblemente, la ubicación del yacimiento, con la explotación de los recursos y con una restauración de los terrenos adecuados a las prescripciones de la legislación ambiental.
De acuerdo a lo expuesto en la Guía de buenas prácticas medioambientales en la industria extractiva europea del Ministerio de Economía, la calidad de los proyectos de restauración orientados a conservar la naturaleza, cuyo coste puede estimarse, como media, entre 1.500 y 6.000 euros por hectárea, se basan en una gran variedad de aspectos, como la plantación de especies vegetales raras o locales que habrán de convivir con plantaciones existentes menos adecuadas, reintroducción de aves o la creación de espacios naturales orientados al gran público, entre otros.
De la calidad de muchas de esas restauraciones da fe el que varias empresas españolas, hayan sido galardonadas por los Premios Europeos de Desarrollo Sostenible. Ejemplo de ello es Holcim, una de las empresas líderes en explotación de canteras y graveras para la fabricación y la venta de áridos.
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