Los fitosanitarios, vitales para prevenir enfermedades del olivo

En contra de la tendencia actual que aboga por el uso de mecanismos naturales, los químicos se proponen como alternativa infalible contra plagas como el Repilo

Las plagas afectan a la calidad final del aceite de oliva.
V. Hernández / Almería

23 de enero 2010 - 01:00

El tratamiento fitosanitario para el olivo es vital para un crecimiento sano y vigoroso de todo el olivar, además de la única forma de obtener los rendimientos esperados en términos de unidades cosechadas y de su anatomía saludable. No obstante, hay que tener en consideración que el objetivo primario de un tratamiento fitosanitario para el olivo siempre tiene un carácter preeminentemente preventivo.

Según la página web especializada en la materia, www.aceiteoliva.com, las plagas que azotan al ámbito de la oleicultura son bien conocidas y se están desarrollando detalles acerca de ellas en los últimos tiempos.

Con esto se hace referencia especialmente a la mosca (Daucus oleae), a la arañuela (Liothrips oleae) y a la polilla (Prays Oleae) del olivo, plagas muy dañinas en el olivar, que afectan principalmente a la calidad final del acei te.

A ellas se suman otras plagas bien conocidas, como son el Barrenillo del olivo y el escarabajo picudo, que provocan la caída de hojas, frutos y desecación de las ramas de los árboles.

Si bien cada una de ellas es abordable con algunos métodos físico- químicos más o menos caseros (atrapamoscas, bandas adhesivas o similar), cabe señalar que la ventaja del tratamiento fitosanitario para el olivo es que éste es bastante global y protegerá tanto frente a enemigos rastreros, como voladores e incluso larvas. Se habla, así, de tratamientos con compuestos orgánicos fosforados o con carbaril en agosto, eficaces y de espectro bastante amplio de modo que justifican la inversión.

Por otra parte, hay que pensar en las enfermedades tales como el Repilo, también conocido como la micosis o 'lepra' de la aceituna. Está considerada como la micosis del olivo más extendida en todas las regiones de España y en el resto de los países olivareros. En este caso es necesario identificar bien el agente patógeno y aplicar productos tales como el caldo bordelés (antiguo y conocido), o productos cúpricos, ambos muy eficaces.

La especificidad es más selectiva que en el caso de los insectos, por lo que se hará necesario el asesoramiento de un experto.

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