La mejora genética, segunda revolución verde, el sector que más inverte en I+D

La segunda jornada del II Congreso Agricultura y Justicia, que acogió ayer el Auditorio Maestro Padilla, trató diversos e interesantes temas para el devenir del campo. Uno de ellos, la necesidad de conseguir nuevas variedades y técnicas de cultivo. "La mejora genética, que trae la segunda revolución verde, es el futuro de la agricultura". Así lo resaltó Antonio Villarroel López de la Garma, secretario general de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (Anove), una asociación privada y sin ánimo de lucro cuya finalidad es la representación, promoción y defensa de los intereses profesionales de los obtentores, encauzando y gestionando su participación e interlocución ante las administraciones públicas y toda clase de organizaciones o entidades.

El conferenciante expuso al público reunido en el Auditorio unas pinceladas sobre Anove, los obtentores, así como de las leyes de Protección de Nuevas Variedades hortícolas tanto nacional (Ley 3/2000, de 7 de enero, de régimen jurídico de la protección de las obtenciones vegetales) como comunitaria (Reglamento (CE) N° 2100/94 del Consejo de 27 de julio de 1994 relativo a la protección comunitaria de las obtenciones vegetales).

El abogado y secretario de Anove, Antonio Villarroel, cerró su intervención con una clara y concisa conclusión: "El respecto a los derechos de propiedad intelectual es una necesidad para el futuro de la agricultura". Pero antes ofreció datos llamativos y a tener en cuenta en referencia a la obtención de nuevas variedades, ya que como bien resaltó "la mejora genética es lo que ha provocado un salto evolutivo en la agricultura, además de permitir incrementar los rendimientos". En algunos cultivos, como el maíz, en porcentajes muy elevados.

En dicha evolución y mejoras para el campo gracias a la obtención de nuevas especies ha jugado un papel fundamental la inversión que este sector, que describió como "puntero", ha realizado en I+D. "Somos uno de los sectores que más ha invertido e invierte hoy por hoy en investigación y desarrollo, la inversión es un 20% superior a cualquier otro sector", detalló Antonio Villarroel.

Otro de los datos expuestos durante su conferencia fue el tiempo dedicado para la obtención de nuevas especies. "El tiempo medio de desarrollo de una nueva variedad vegetal es de más de 10 años, subiendo hasta los 15 dependiendo del tipo de especie".

También el secretario general de Anove resaltó el coste que supone este trabajo. "El coste medio de desarrollar una variedad vegetal ronda entre 1 y 1,5 millones pudiendo alcanzar en algunas especies hasta los dos millones de euros".