"Un nuevo concepto de las 4 Calles": La hostelería y el ocio llenan de vida la Vega y la Térmica

Los barrios de expansión de la ciudad, poblados principalmente por gente joven, son el asentamiento ideal para negocios

Esta plaza de Almería es una esperanza para los comercios de barrio: "Los bares son lo que más vida da"

Ambiente distendido y cómodo en la terraza de Pícaro, en la Térmica, frente al Paseo Marítimo.
Ambiente distendido y cómodo en la terraza de Pícaro, en la Térmica, frente al Paseo Marítimo.

Las 4 Calles son un referente para distintas generaciones de almerienses que soltaban viernes y sábado todo el estrés de la semana. Incluso en los últimos años, universitarios y erasmus instalaron los juernes como un día hábil más para olvidarse de las responsabilidades diarias ante una necesaria caña con su tapa o una apetecible copa.

La expansión del núcleo urbano, que poco a poco ha colonizado y edificado lo que eran terrenos de su vega, ha provocado que muchos jóvenes emigren de los barrios paternos hacia otros más modernos y poblados de gente de mediana edad. Las grúas han hecho su trabajo y era cuestión de tiempo que los negocios siguieran los pasos de las familias jóvenes para instalarse en zonas como vez más atractivas como la Térmica y la Vega.

“En los últimos meses han abierto muchos locales de hostelería y ocio. Nos hemos traído las 4 Calles a la Vega”, comentaba una vecina del barrio. Razón no le falta, aunque con matices por supuesto. Las tradicional zona de marcha del centro sigue estado entre el Paseo de Almería y la Catedral, son historia del fin de semana de la ciudad, pero es cierto que la dificultad para aparcar en el casco histórico y la mayor amplitud y tranquilidad de los nuevos locales de los barrios plus ultra Avenida del Mediterráneo son muy atractivos: “Hemos conseguido crear un microclima de ocio que resulta muy cómodo y agradable para los vecinos o para gente que viene de otros barrios a desayunar, tardear o tomarse una copa”, explica con mucha exactitud Leandro, de Craft Brunch& Drunch.

Un concepto moderno e innovador de las 4 Calles, sin el bullicio que allí se percibe dada la propia morfologia urbana del casco histórico, con calles pequeñas y balcones que se agolpan para aumentar una acústica a veces estridente. “Yo tengo en el centro también negocios, más pensados para estudiantes o turistas. Aquí en la Vega, sin embargo, servimos desayunos, brunch, tardeo y hasta copas”, explica este empresario que cree que los locales que se instalen apuestan a caballo ganador: “Poco a poco, el barrio está teniendo más negocios. Cada vez hay más vecinos y la demanda de sitios es alta”, finaliza Leandro antes de continuar sirviendo desayunos en la fresca mañana de este martes.

El último establecimiento de hostelería y ocio que ha abierto sus puertas en la Vega ha sido Imperfecto Anticlub. Una filosofía innovadora, que dejan claro en su propio perfil de Instagram: “No es un club-No es un bar-No es un after-No es un sitio de ligar-Ni una coctelería-Ni una sala de conciertos-No es nada de eso y a la vez es todo”.

“Nosotros apostamos por una copa elegante. Tenemos dos espacios bien diferenciados: por un lado está una terraza espaciosa con estufa y dentro un espacio para bailar. Es la tendencia que está llegando desde Europa y que estamos implementando: un aperitivo a media tarde, que acompañe a la bebida, y luego unas copas tranquilas en la terraza o bailando en el interior”, explica Enrique Brotons, socio de Imperfecto que bien conoce la diferencia entre el centro y la periferia dado que tiene otros negocios como Santa Madonna, Berlín Social Club, Casa Farra [lo que era Premium] o La Clásica, entre otros.

Además del concepto de un tardeo y una noche más tranquila [“la música no está muy alta, lo que permite la conversación”], los propios locales son distintos al centro. “Aquí son más grandes y nos permiten tener dos zonas. Además, mientras en el centro nuestra decoración es más industrial, en Imperfecto es más minimalista, más elegante”, lo que está gustando visto los llenazos diarios: “Apostamos por este la Vega porque es la zona de expansión de la ciudad, con gente joven, con ganas del ocio que ofrecemos. Estamos muy contentos por cómo nos está yendo. Hace falta que los locales sigan creciendo por toda esta zona porque lo normal es que la Vega cada vez tenga más habitantes”. Las obras y proyectos que hay entre manos le otorgan la razón.

Esto en cuanto al corazón de la Vega. No lejos de allí, en la Térmica, el desembarco de negocios de hostelería va por el mismo camino. Pedro Segura se dio cuenta que frente al Paseo Marítimo había un filón con una clientela que se desplazaba desde distintos sitios de Almería para salir de la saturación del centro y comer y pasar una tarde de ocio viendo el mar. Por eso, primero se trajo desde Cortijo Grande el Stanley & De Marco y después abrió Pícaro 213. “Tenemos un cliente de mucha calidad, con una media de 30 años. La gente se desplaza hasta Pícaro porque hay un ambiente muy bueno, disfrutan del tardeo y luego a quien le apetece, se toma una copa”, indica el propietario.

De hecho, una de las cosas que más favorece a su tipo de negocio es que tener un local tan amplio y facilidad de aparcamiento permite que sean grupos grandes los que se sienten en sus mesas y echen toda la tarde. “En el centro la saturación es mayor y los grupos se dispersan por los distintos locales. Aquí, sin embargo, hay espacio para grupos grandes, que se pasan la tarde y/o la noche hablando tranquilamente”, como se está viendo en estas fechas navideñas: “Se nota que hay ganas de disfrutar de estos días, estamos teniendo muchas reuniones de amigos. La verdad es que es un no parar”, asegura a través del móvil mientras cierra una reunión tras otra. Cosas de la gente de negocios.

Así es el día a día de los empresarios que han apostado por la Vega y la Térmica, dos zonas residenciales de Almería que tienen algo más de 4 Calles, pero que han exportado de esa céntrica zona la idea de que los locales de restauración y ocio son su punto de encuentro para dejar a un lado el agobio laboral.

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