"Sería interesante experimentar con mangos en invernaderos"

La Nacla, ubicada en el paraje Puntalón en la costa de Granada y con una superficie de tres hectáreas, fue puesta en marcha en 1980 con el objetivo de realizar una experimentación agraria cercana a las necesidades del agricultor tanto en el campo de la horticultura intensiva como en el de los subtropicales. Su director, Ignacio Escobar, cuenta los proyectos e investigaciones de la finca experimental, dependiente de Caja Rural de Granada.

-He leído que están realizando ensayos para la mejora de la calidad de tomate Raf, ¿puede sintetizarme en qué consiste el proyecto?

-El objetivo ha sido tratar de obtener, a partir de aguas de riego de muy baja conductividad, tomates de diferentes tipos, como Cherry, Kumato y Raf, con una muy alta calidad, mejorando su sabor y un contenido en azúcar mucho más alto que los que normalmente se obtienen, presentando así una alternativa diferente y que el mercado demanda. Los resultados han sido excelentes. El ensayo se ha repetido durante cuatro años consecutivos en la Estación Experimental La Nacla en Motril (Granada). Una de las empresas más importantes de Níjar, Caparrós Nature, donde estos tomates son muy apreciados, ya ha puesto esta técnica en producción en cultivos sin suelo (hidropónico sobre perlita) obteniendo en cuatro hectáreas de producción unos óptimos resultados. En Murcia, la empresa holandesa Looije,s.l. lo está aplicando tanto en España como en su fincas holandesas, así como otros agricultores granadinos. Creemos que aunque actualmente en el mercado tradicional exista más demanda del tomate estándar donde prima la calidad externa, es posible que en el futuro aumente la demanda en el mercado del tomate con sabor, lo que pudiera resultar muy rentable para un número importante de agricultores.

-En Almería este cultivo tiene una gran importancia, ¿las técnicas practicadas en La Nacla pueden extrapolarse a cualquier zona donde se cultive esta variedad de tomate?

-Las técnicas utilizadas podrían extrapolarse y se está haciendo. Haría falta en principio realizar el cultivo en lo que llamamos "cultivo sin suelo", sobre sustrato de perlita. Por supuesto en cualquier invernadero. Sería necesario que el agricultor esté dispuesto a aprender estrictamente las directrices mediante un asesoramiento técnico de al menos un primer año, pero no es complicado, sólo se requiere asumir la nueva técnica sin pensar por su cuenta, con fechas, marcos de plantación, variedades concretas fertirrigacion, técnicas culturales, etc. prefijadas durante el cultivo.

-En cuanto al pepino Almería, habéis estudiado unos experimentos para el aumento de su producción, ¿qué tienen que hacer los agricultores para llevarlo a cabo?

-En el caso del cultivo de pepino tipo Almería, largo, lo que hacemos es, por un lado, ensayar las variedades comerciales más tolerantes a los periodos de otoño-invierno, en cuanto a temperatura, enfermedades, etc. y que a la vez resulten más productivas. Esto se consigue seleccionando los cultivos comerciales año tras año, y siguiendo su comportamiento en campo con algunos agricultores, cooperativas y empresas exportadoras concretas donde se ensayan las mismas variedades. La segunda parte del ensayo, ya que el planteamiento es cultivar si calefacción, en un principio, es aplicar técnicas de protección contra las bajas temperaturas como la doble cubierta, de fácil instalación y calefacciones de emergencia de bajo coste (aire caliente) que se utilizarían sólo en caso de temperaturas por de bajo de umbrales críticos (alrededor de menos 7ºC, por ejemplo), evitando gastos fijos de instalación como la calefacción por agua caliente mediante tuberías. El agricultor sólo tendría que plantear en qué fecha quiere plantar, ¿cómo es su invernadero y situación?, para ver si puede ser viable su planteamiento, y luego elegir de los híbridos más idóneos de los resultados de los ensayos, aquellas variedades que su empresa comercializadora le permita o se decantarse por la que le otorgue mayor confianza. No es complicado y tampoco exclusivo, pudiéndose dar distintos planteamientos para el mismo fin. En nuestra finca experimental asesoramos a técnicos de empresas comercializadoras y a agricultores, pero estos últimos deben ir de la mano de sus entidades comercializadoras.

-¿La finca está desarrollando algún proyecto relacionado con la aplicación de energías renovables en los invernaderos para el aumento de su rentabilidad?

-En cuanto al uso de energías renovables, no tenemos ningún ensayo en marcha. Si bien existen en la zona algunas iniciativas privadas en ese tema interesante, como el uso de aprovechamiento de biomasa para calefactar invernaderos dedicados a producción de plantas ornamentales y que está resultando rentable. En invernaderos de hortalizas todos los ensayos que realizamos desde hace ya diez años con agua caliente estaban muy descompensados en cuanto a la inversión y los resultados de producción obtenidos, además nos situamos en una ventana de mercado muy pequeña en Europa (desde septiembre a febrero o marzo para pepino) y los precios muy coyunturales en tomate donde hay mercado hasta mayo-junio. El uso de placas solares, cogeneración o aprovechamiento eólico para producir energía eléctrica no resulta práctico para el agricultor ya que al no poder vender energía a la empresas distribuidoras, la inversión no compensaría la actividad. De todas formas, por un lado, considero que supondría meter a los agricultores en unas inversiones sin futuro y perderíamos la competitividad actual que tenemos en el mejor de los casos. Por otro, no existen estudios experimentales previos y para explotaciones de pequeña escala (menos de 2-3 hectáreas), creo que no serían rentables.

-¿Qué otros cultivos estáis investigando que se pudiesen trasladar a la provincia almeriense por el tipo de clima?

-Creo que sería interesante experimentar con mangos en invernaderos, como se está haciendo en la provincias de Málaga y Granada, con un mercado emergente y desarrollar un programa viable para Almería. No todos los invernaderos servirían, hace falta ensayarlos previamente en las áreas más templadas y sobre la base de aprovechar estructuras que se abandonen bien por su baja rentabilidad o por cambio de actividad del propietario debido a la edad o desarrollar especies con menos necesidad de atención y mano de obra.

-¿Lleváis entre manos algún proyecto relacionado con la cuarta y quinta gama?

-En la actualidad no llevamos nada en ese sentido, pero lo que sí hacemos es apoyar proyectos privados bien vía financiera, que incluye subvenciones, o a través de apoyo técnico-logístico a empresas que nos lo solicitan y trabajan en esas líneas, sobre todo, en las provincias de Granada, Almería y Málaga, que actualmente son las provincias donde más trabajamos.

-¿Habéis o estáis trabajando con alguna empresa de Almería en estudios de investigación?, ¿cuáles son y en qué consisten estas iniciativas?

-A finales de los años 90, suscribimos un convenio con el actual Ifapa de la Mojonera, con el departamento de fisiología vegetal con la directora Pilar Lorenzo, y se desarrolló un proyecto durante varios años comparando la aplicación de calefacción por aire y agua caliente sobre cultivo de judía en invierno. También seguimos colaborando con el investigador Julio Gómez del Ifapa en ensayos de patología de hongos de suelo (Phitopthora en tomate), donde se logró controlar la enfermedad presente en nuestra comarca mediante la aplicación de Hipoclorito en el agua de riego y el uso de algunos patrones en injerto, tolerantes a enfermedades en tomate. Asimismo, mantenemos un convenio anual con la Universidad de Almería, con el departamento de producción vegetal, para apoyo a la experimentación que se viene desarrollando en nuestra finca. A nivel informal, como te conté al principio, hemos desarrollado la técnica del cultivo del tomate Raf 'con sabor', mediante contactos personales con el departamento técnico de Caparrós Nature. Años atrás, también hemos financiado conjuntamente con Cajamar trabajos de experimentación en postcosecha de aguacate y otros proyectos con la Estación Experimental La Mayora-CSIC (Málaga).

-¿Mantenéis contacto con otras fincas experimentales, aunque correspondan con entidades diferentes, para evitar la duplicidad de las investigaciones?

-Si se mantiene un contacto suficiente con otras fincas experimentales. En el caso de la EE La Mayora, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se mantiene una estrecha relación mediante convenios de experimentación anuales en temas de fruticultura subtropical y en iniciativas puntuales en horticultura. Con el Ifapa de Granada, actualmente se desarrolla un proyecto conjunto para los próximos tres años sobre nutrición en tomate. Con Cajamar tenemos bastantes contactos y no existen problemas de duplicidad porque nuestro escenario de cultivo y variedades suele ser distinto y, cuando coincidimos, aprovechamos mutuamente la información que se genera. No está el tema para repetir lo mismo, el coste de la experimentación agraria es muy alto y hay que gestionarlo de una manera eficiente. Nosotros, sobre todo, trabajamos sobre ensayos que se puedan trasladar al agricultor lo más rápidamente posible.