El metano de los vertederos daña 14 veces más que el CO2
Disminuir la cantidad de residuos urbanos y de gases tóxicos en la atmósfera son condiciones sine qua non para atajar el problema de la contaminación
La sevillana María José Asensio fue nombrada directora general de Cambio Climático y Medio Ambiente Urbano en mayo del pasado año. Desde entonces, centra su actividad en la búsqueda de las causas y soluciones para combatir el desajuste ambiental.
-¿En qué situación se encuentra Andalucía en cuanto a cambio climático?
-Sospecho y tengo la impresión de que estamos en un punto de inflexión. Hemos estado durante muchos años aumentando de forma muy intensa la emisión de gases de efecto invernadero, más rápidamente que otros territorios europeos, porque nuestro nivel de desarrollo era mayor. Esto, por una parte, es bueno, pero por otra es malo, por el coste que ha supuesto. Y ha sido así hasta hace poco, cuando hemos emprendido un cambio en nuestro modelo de desarrollo. Estamos 'cambiando las pilas' y la estructura del 'aparato'. Es un cambio lento, no ha dado resultados evidentes durante los primeros años.
-¿Y cuándo los dará?
-Aún no están los datos oficiales, pero estoy casi segura de que en 2008 hemos tenido, si no un descenso muy importante, sí un estancamiento y, me atrevería a decir, una bajada muy importante en las emisiones de gases de efecto invernadero. Ahí caben dos interpretaciones: que ese descenso es una cuestión coyuntural, o que es realmente el resultado de un cambio estructural que se está evidenciando. Aunque la crisis económica en la que estamos nos puede llevar a pensar que es una cuestión estructural, yo estoy casi segura, y creo que vamos a tener evidencias más adelante, de que es un descenso que supone un punto de inflexión, es decir, un cambio en la trayectoria de nuestro sistema productivo. El tiempo nos dirá si llevamos la razón o no...
-¿Y a nivel almeriense?
-Es cierto que las emisiones per cápita son inferiores al resto de Andalucía si hablamos sólo de emisiones difusas. Cuando hablamos de emisiones de gases de efecto invernadero hablamos de dos tipos de fuentes de emisión. Uno son las grandes industrias, que son las sometidas a régimen de comercio de emisión, es decir, grupos de industrias, (en Andalucía hay 200), que emiten una gran cantidad de gases de efecto invernadero, y que están sometidas a una vigilancia especial por parte de la Unión Europea, una a una. Para cada tonelada de CO2 que emiten necesitan un derecho de emisión, y no pueden pasarse de ese límite. Son, principalmente, las que producen energía. Estas 200 fuentes emiten casi la mitad de las emisiones totales regionales. ¿Quién emite la otra mitad? Las emisiones difusas, es decir, millones de fuentes que emiten muy poco, el ciudadano en general. De las difusas la mitad son las emisiones de transporte, los coches. El resto son pequeñas industrias, emisiones de agricultura...
-Según un estudio de la UAL, los invernaderos actúan como sumideros de CO2. ¿Cree que este hallazgo supone un avance a nivel medioambiental?
-Cualquier estudio o avance en este campo es bienvenido, aunque esté equivocado, porque la investigación abre y cierra puertas. De este estudio tengo constancia que la calidad científica es buena, lo que ocurre es que es una línea de investigación de inicio, y los resultados fiables y aplicables son un poco más lentos. No sé el alcance que puede llegar a tener. En cualquier caso, conocer nuestra capacidad de sumidero es muy importante. Hasta este momento las únicas capaces de hacerlo son las plantas, que transforman el carbono de la atmósfera en forma de tronco. Saber cuál es la capacidad de Andalucía de captar CO2 y convertirlo en algo fijo para quitarlo de la atmósfera, saber cómo funciona ese mecanismo para incrementarlo, como es el caso de los invernaderos en Almería, saber cuáles son las especies que captan más CO2... todo ese tipo de información es importantísima, porque debemos dejar de emitir gases a la atmósfera y, además, tenemos que retirarlos. Por lo tanto, cualquier investigación en este sentido, sea cual sea su resultado, es validísima siempre.
-¿Qué retos deben marcarse las grandes ciudades?
-En la gran ciudad hay dos grandes retos. Uno es el transporte. Si quitas los coches estás eliminando suciedad, ruido, contaminación, emisiones de CO2 y ganas en espacio y salud para las personas. Los coches ocupan el 70% del espacio en una ciudad. El otro gran problema desde el punto de vista ambiental es disminuir la cantidad de residuos urbanos. No podemos seguir produciendo esa cantidad de residuos por persona, es una locura, es irracional. Si redujéramos a la mitad los costes de la destrucción de residuos, los ayuntamientos se ahorrarían un dineral, y los ciudadanos, lo mismo en impuestos. Manejar semejante cantidad supone un coste brutal y llena las ciudades de contenedores, restándoles belleza. Además, las emisiones de metano de los vertederos hacen 14 veces más daño que una tonelada de CO2. La causa del cambio climático es también culpa del metano, y eso lo emiten los vertederos. Lo mires como lo mires, reducir la producción de residuos, y no digo sólo reciclarlos, es un reto importante para el ámbito urbano.
-¿Difieren mucho las medidas que deben tomarse en las poblaciones más pequeñas o es sólo a nivel cuantitativo?
-Sí, porque también es una cuestión de hábitos. Una persona de un municipio pequeño no emite lo mismo ni tiene el mismo impacto ambiental que otra en una población grande, además las estructuras físicas son diferentes. También es verdad que la pérdida de calidad de vida en una ciudad grande es mayor, por los temas ambientales. Entonces, ni la causa ni el efecto son los mismos. En una ciudad grande no puedes vivir sin transporte público, en una pequeña sí. En una grande tienes un nivel de ruido mucho mayor. En una pequeña se recicla menos, pero también se utilizan menos envases... Un ejemplo muy claro es la comida rápida, una fuente inagotable de residuos, porque todo viene súper-envasado.
-¿Se han planteado iniciativas tomando como referencia otros países de la Unión Europea?
-En el ámbito de la UE y fuera se toman iniciativas muy interesantes, pero se hace a nivel municipal, a través de ordenanzas. Hay ciudades que prohíben la circulación de coches con matrícula par en determinados días de la semana y con impar el resto de días. También se ha propuesto reducir la velocidad dentro de las ciudades, consiguiendo un efecto muy importante. Algunas son muy imaginativas, pero no se pueden hacer, de momento, en ámbitos más grandes. ¿Qué es lo bueno de eso? Que las diferentes ideas, en el momento en que dan resultado, se difunden y se imitan. Esa es una de las grandes ventajas de lo local: uno puede poner en marcha iniciativas imaginativas de una forma relativamente rápida, como ocurre en la naturaleza, que va probando... Me parece un fenómeno muy curioso, y significa que la gente está dándole vueltas a la cabeza.
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