El pollo asado triunfa en todos los rincones de Almería: “El 95% de la gente que lo prueba siempre repite”

Gastronomía

Los diferentes municipios de la provincia marcan la cita en el calendario para recibir a los camiones ambulantes que venden este plato tan socorrido, económico y exquisito.

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Pollos asados preparados para su venta. / Macarena González

Hay una cita gastronómica que no puede perderse todo aquel que alguna vez prueba un pollo asado de los camiones ambulantes, que se encargan de elaborar y llevar este delicioso manjar a cada uno de los rincones de la provincia de Almería. Cocinas sobre ruedas, que fijan un día o una fecha en el calendario gastronómico de sus clientes, quienes les esperan impacientes sabiendo que “hoy es día de pollo”.

Juan Forte lleva “desde que era un crío” trabajando en el negocio familiar de venta de pollos asados. Empezaron su padre y su tío, y ahora la empresa dispone de cuatro camiones con todas las garantías sanitarias, que se reparten diariamente por los mercadillos almerienses para dar de comer a cientos de familias.

Tiene arte para vender, y eso se nota. Los clientes se va organizando frente al mostrador que lo separa de ellos, formando grandes colas que apenas duran cinco minutos con la misma gente. Se van renovando a medida que Juan y sus compañeros sacan el pollo, que lleva hora y media girando en el asador, lo cortan, lo envasan en una de las típicas tarrinas de aluminio, y lo embolsan para ofrecerlo a sus clientes con la mejor sonrisa. Todo esto a una velocidad de vértigo.

Hay quienes son más precavidos, y lo tienen encargado. A primera hora de la mañana, con una llamada o un wasap, se aseguran de que la comida hoy la tienen resuelta. Otros, se apresuran a medida que les ven situados en sus sitios estratégicos, o conforme les va llegando el olor que embriaga a cualquiera que pasa cerca. Juan lo tiene claro, “hasta que no los venda todos no me voy”, se le escucha responder a las preguntas de algunos clientes sobre la hora de cierre.

Los días 1 y 15 de cada mes, se come pollo en Canjáyar. Los lunes alternos, dos al mes, les toca a los virgitanos. El martes, visita el mercado del Estadio y el miércoles Tabernas. Los jueves, es el turno de Campohermoso y Roquetas, y el viernes Alhama. De cara al fin de semana, se intensifican las ventas, llegando el sábado a Fondón y Uleila, y el domingo hasta El Alquián, San Isidro y Vícar.

Aparte del pollo entero o del medio pollo, que es lo más habitual, en este camión también se puede comprar el pollo por piezas. “Si no te gusta la pechuga puedes comprar dos o tres muslos y tres o cuatro alas por menos dinero y ya has comido”, apunta. Además, también ofrecen otras opciones en el menú como costilla, secreto e incluso croquetas caseras.

Pero sin duda, lo que les hace diferentes es una receta única que ha ido pasando de generación en generación, y que los diferencia del pollo asado tradicional. “ El 95% de la gente que lo prueba, siempre repite”, señala el empresario orgulloso.

En cuanto al precio de este manjar, ronda en casi todas partes los 10 euros, dos euros más si se quiere acompañar de patatas y pimientos. Esto lo convierte en una opción muy “socorrida, económica y exquisita”.

El pollo asado, es además, una comida para todos los públicos. “Le gusta a todo el mundo, desde personas mayores a jóvenes y niños”, según José Martínez de ‘Sabor Sobre Ruedas’, otro de los negocios ambulantes que vende cada semana cerca de 300 pollos en la rotonda de Viator, y que también se desplaza a municipios como Benahadux y Gádor.

Los fines de semana, y concretamente los de la temporada de verano, son sin duda los mejores días de venta. “Con esta calor no apetece cocinar, lo que hace que la gente aproveche las compras de la mañana para pasarse y llevarse el almuerzo hecho”, explica Martínez, quien ya sabe a quien le gusta más tostado, más crudo e incluso de qué forma prepararlo para que esté al “capricho” de cada uno de sus clientes habituales. Además, apunta que “hay otra gente que va para la playa, le pilla de paso, y se lleva un pollo asado que le resuelve el almuerzo con vistas al mar”.

Para ellos, lo que prima es la calidad del ave, acompañado de un buen aliño natural. “Exigimos a nuestro distribuidor que el pollo estuviese vivo como mínimo 48 horas antes de su venta”, apunta el dueño del asador.

Además, para asegurarse de que no sobra ningún pollo a la hora del cierre y con el objetivo de combatir el desperdicio alimentario, estos pollos se pueden adquirir a un precio más económico a través de una aplicación móvil. “Mientras limpiamos y recogemos el negocio damos la opción de que se pasen a recoger los pollos que nos han sobrado para no tener que tirarlos”, explica.

Más que una simple comida, el pollo asado de los camiones ambulantes se han convertido en una tradición arraigada sobre la mesa de muchos almerienses.

El verano, “uno de los momentos clave para la venta”

El pollo asado es uno de los platos que cobran protagonismo cuando llega la temporada de verano, una de las más importantes especialmente en las zonas del Mediterráneo, como la provincia de Almería. El consumo, crece notablemente los meses de junio y agosto, según datos del sector recogidos y publicados hace unas semanas por EFE.

La campaña de verano es, según la Asociación Interprofesional Española de Carne Avícola (Avianza), “uno de los momentos clave” para el consumo de pollo asado en España. Durante los meses estivales, la demanda aumenta entre un 10 y un 15 %, y puede crecer hasta un 35 % en zonas turísticas y costeras del arco Mediterráneo, como Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía, Baleares y Canarias. Este crecimiento se explica por el efecto del turismo, el calor y la búsqueda de comidas prácticas, sabrosas y que no requieran tiempo en la cocina, según las declaraciones del secretario general de Avianza, Jordi Montfort a EFE hace unas semanas.

A pesar de que este 2025 ha arrancado con una ligera subida de precios, el sector prevé una campaña de demanda estable, similar a la de años anteriores. Según los datos facilitados, el precio del pollo para asador ronda los 4 euros por unidad (de unos 1,35 kilos de media), mientras que el precio de venta al público puede oscilar entre los 11 y 12 euros. En total, España produce unos 2,4 millones de pollos semanales para asar y cuenta con entre 9.000 y 10.000 asadores activos durante todo el año, cifra que puede llegar a los 12.000 en los meses de verano.

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