Pozos ilegales

“Los pozos en Almería son seguros, pero siempre puede haber algún desalmado”

  • José Antonio Fernández, de Feral, insiste en que los regantes cumplen cumplen con la seguridad

Ejemplo de pozo ilegal en Andalucía, en el término de Lucena del Puerto (Huelva), y que la CHG va a cerrar.

Ejemplo de pozo ilegal en Andalucía, en el término de Lucena del Puerto (Huelva), y que la CHG va a cerrar.

La sociedad española sigue estremecida por la muerte del pequeño Julen, de dos años de edad, tras caer por un pozo de 25 centímetros de ancho y 71 metros de profundidad en el municipio malagueño de Totalán el pasado mes de enero. Después de este terrible suceso se ha abierto un arduo debate en el que se ha puesto el foco precisamente en existencia de estos sondeos y la peligrosidad que conllevan. El problema es la cantidad de ellos, ilegales, que existen. O más bien que se cree que existen. De hecho, se habla de más de un millón en España, de los que la gran mayoría se concentran en el sur por la falta de recursos hídricos y su agricultura como uno de los principales motores económicos.

El propio ministro de Agricultura, Luis Planas, admitió hace pocas fechas su preocupación por los pozos ilegales como el de Totalán. “Me quita el sueño no el millón (de pozos ilegales existente que estima el Gobierno), sino un solo pozo ilegal que haya, porque es un riesgo como se ha visto en este caso tremendamente desgraciado”. Planas recuerda, además, que estos pozos “deben estar sometidos, desde el punto de vista medioambiental, a la regulación legal del agua”.

Después del suceso se ha visto como se ha apuntado precisamente a los agricultores como causantes de la existencia de estos agujeros en la tierra que dan lugar a una situación muy peligrosa. Con este debate ahora en auge, se puede decir que en Almería, despensa de Europa y con una de las agriculturas más potentes del mundo, “está todo en perfecto estado. Los pozos de los agricultores almerienses, hasta los que yo conozco, que son muchísimos y especialmente en el Poniente Almeriense, cuentan con sus permisos y por tanto con sus medidas de seguridad reglamentarias. Están perfectamente señalizados, con rejas y sellados”, explica José Antonio Fernández, presidente de la Federación de Regantes de Almería (Feral), actualmente el colectivo más representativo e importante de la provincia almeriense para la defensa de los intereses legítimos de los usuarios y gestores del agua de riego y que engloba a más de 20.000 regantes.

Fernández ha lamentado profundamente a 'Diario de Almería' la muerte del pequeño Julen y ha trasladado sus condolencias ante tan dramático suceso. Al tiempo, se le ha visto molesto por el debate generado ante los pozos, donde subraya que hay que discernir entre los regantes y “un desalmado, porque no tiene otro nombre, que haga un pozo sin ningún tipo de autorización, ni permiso y, además, no ponga las medidas de seguridad pertinentes”.

Es obvio que es difícil localizar la existencia de un sondeo ilegal, pero insiste en diferenciar esto con la realidad del campo almeriense, ya que “los casos aislados siempre existen y no se puede generalizar”, subraya Fernández, quien manda un mensaje de tranquilidad en este sentido, además de pedir a todos los regantes que cuántas más medidas de seguridad mejor. “En las comunidades de regantes lo tenemos todo muy controlado, además, todos son muy conscientes y responsables. En cualquier caso, pido que toda persona que crea tener un pozo que no cumple con unas condiciones óptimas, o incluso si sabe de alguien, algún vecino o conocido del que lo crea, lo notifique a la administración más cercana, ya sea el Ayuntamiento o la Junta de Andalucía”.

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