La primera empresa almeriense que confecciona la vestimenta deportiva
Trabaja para diversas marcas y personaliza las indumentarias de colectivos
Desarrolla una labor 'oscura' pero básica en el mercado
El tejido empresarial de Almería continúa su expansión y esta vez lo hace de la mano de un negocio familiar. No es que Claudio y Carmen, propietarios del ente privado, se hayan embarcado en esta aventura ahora puesto que acumulan casi un cuarto de siglo al mando del taller Horme. Sin embargo, desarrollan una labor en el textil inédita en la provincia y exclusiva: la confección de la ropa deportiva. Una tarea que iniciaron hace un lustro y para nada estuvo exenta de dificultades en aquel momento.
Lo cierto es que encontraron un nicho de mercado intacto hasta entonces y decidieron ser pioneros. El hándicap con el que contaban no fue otro que la falta de referencias cercanas. Les bastó conocer las nociones básicas de la confección para lanzarse, lo que les ha permitido evolucionar profesionalmente y les ha convertido en autodidactas. Para ello necesitaron investigar sobre las técnicas y adaptarse a la demanda de nuevos tejidos, además de la inversión en maquinaria y la reconversión de algunos aparatos para hacer frente a las nuevas funciones.
Es un cometido 'invisible' porque el consumidor no lo percibe en el escaparate de los comercios, pero no deja de constituir un quehacer fundamental en el proceso de producción. Patronaje, corte y diseño son algunas de las funciones que realizan. "Cuando entro a una tienda no me fijo en la primera impresión de la prenda, sino que pienso en todo el trabajo que hay detrás", cuenta Carmen. La perfección es uno de las señas de identidad de la empresa, algo que obliga a ejecutar un gran número de pruebas para que la ropa quede al gusto del cliente. Una exigencia que también esta presente en la formación de los empleados: "Tratamos de contar con los mejores profesionales porque después hay que estar a la altura en la calle", destaca la propietaria.
Pero querían ofrecer un servicio más completo y apostaron por instruirse en la personalización de la vestimenta deportiva. Cinco años han pasado con una evolución exponencial, hasta el punto de erigirse como una referencia a nivel provincial. Han trabajado para diversos colectivos, entre los que se encuentran algunos clubes deportivos. "Es una satisfacción ir por la calle y ver que la gente lleva tu ropa, emociona ver a los niños vestidos con tu sello", relatan. La clave es la fidelidad de los clientes, lo cual favorece el crecimiento del negocio.
Como muestra de su buen hacer, participarán en el Salón de la Salud, el deporte y calidad de vida, que se celebrará entre el 26 y el 28 de octubre en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Aguadulce. Un evento que congregará a las últimas tendencias del deporte y la salud y es una cita destacada en el programa de ocio de Almería. Lo harán, además, por expreso deseo de la organización, que ha solicitado su participación en el encuentro.
La confección de los tejidos en el taller Horme también les ha abierto la puerta a trabajar con determinadas colecciones de baño como Ilovebelove y ya preparan la llegada de otras firmas que actualmente fabrican sus productos en Madrid o Portugal, aunque las expectativas prevén la ampliación de la clientela en las próximas fechas. Un crecimiento que se deja notar en el taller porque requiere más capacidad para atender el volumen de trabajo. Pero la denominación Horme no es una casualidad y se adquirió puesto que en la mitología griega representa la personificación del esfuerzo y el trabajo, los dos valores que identifican a la empresa.
Forty Love, la marca que llegará en otoño de la mano de Horme
Desde la confección hasta la personalización de la ropa, ese era el período de trabajo que sustentaba Horme. Pero faltaba ir un paso más allá para consumar la cadena de producción y en otoño será una realidad con el lanzamiento de la marca Forty Love. Un nuevo proyecto que se lleva fraguando casi un año y su puesta en marcha está próxima. De esta manera, el negocio familiar aspira a asentarse en la comercialización de sus propias elaboraciones, lo cual no supondrá un obstáculo para continuar con la labor que han desarrollado hasta la actualidad. La ropa deportiva será el núcleo que centrará la actividad de la marca, aunque también se ofertarán complementos como mochilas. La particularidad respecto a otras firmas es que la confección, el patronaje y el diseño serán fruto de su propio trabajo. Además, la ausencia de intermediarios favorecerá que el precio de venta sea más asequible. Este último desafío completa así la escalada que ha experimentado la empresa, si bien destacan sus propietarios que ha sido "a base de esfuerzo y mucho sacrificio, pues hubo que levantar un negocio de la nada y eso conlleva mucha perseverancia".
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