La sequía está causando estragos en el sector oleícola, pero los datos de producción estimados para la nueva campaña son positivos. Así, por ejemplo, Almería crecerá hasta en un 20%, llegando a las 13.000 toneladas de aceite de oliva, lo que supone un 20% más que la campaña anterior. El descenso con respecto a los últimos cuatro años también es mínimo: un -2%, según las estimaciones del Gobierno. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha difundido este lunes la primera estimación de cosecha de aceite de oliva, tras haber recibido las previsiones de producción de las comunidades autónomas.. 

En comparativa con el resto de Andalucía, la provincia almeriense se sitúa sexta en producción sólo superando a Cádiz y Huelva. Granada es la única que baja un 1% con respecto al año pasado, mientras que el conjunto de Andalucía sube en un 7% hasta los 550.600 toneladas, lejos eso sí de la media de los últimos años que está casi en el doble: 919.863. A nivel nacional, la producción de aceite de oliva en España se limitará a unas 765.300 toneladas en la campaña 2023-2024, un 15 % más que en la anterior campaña pero un 34 % por debajo de la media de las últimas cuatro.

La actual campaña, que comenzó el pasado 1 de octubre, cuenta con unas existencias de enlace de 257.000 toneladas, lo que supone un 43 % menos que las iniciales de la campaña anterior y un 52 % menos que en las últimas cuatro campañas. Se estima que la producción aumentará en las principales regiones productoras, como Andalucía (+7 %), Castilla-La Mancha (+29 %) y Extremadura (+101 %), si bien en las dos primeras continuará por debajo de la media. La cosecha andaluza, por ejemplo, estará en un 40 % por debajo de la media, especialmente por la baja producción prevista en Jaén (primera provincia productora de España), Córdoba y Granada.

Estadísticas.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, ha achacado estos datos a la escasez de lluvias que han tenido un "impacto directo" en la producción y a las altas temperaturas, especialmente las que se produjeron el pasado abril. El ascenso del termómetro afectó tanto a la floración como al cuajado el fruto, lo que ha provocado que hayan disminuido las posibilidades de incremento de la producción de aceite durante esta campaña. Además, los árboles han presentado condiciones heterogéneas en las diferentes zonas productivas, lo que ha dificultado el cálculo del aforo en algunas regiones.

En cualquier caso, Planas ha precisado que se trata sólo de estimaciones y que estos datos se irán actualizando en función de los datos reales de la cosecha obtenida y de su comercialización. El Ministerio dará a conocer el próximo miércoles los datos de cierre de la campaña 2022-2023, que estuvo marcada por una importante caída de la producción como consecuencia de la sequía, lo que ha elevado el precio del aceite de oliva a máximos históricos. Según el último dato de IPC de agosto el aceite de oliva se han encarecido un 52 % en el último año.