Radiografía de los pisos turísticos en Almería: ¿Cuántos hay en la provincia?
Vivienda
Choque de cifras entre la Junta de Andalucía y el INE: la primera tiene registradas el doble de viviendas que el segundo
A la venta parte de un cortijo de 1880 en este pueblo de Almería

Son cada vez más y provocan quebraderos de cabeza en los municipios en los que mayor cantidad hay. Los pisos turísticos son señalados cada vez que se habla de la crisis en la vivienda y Consumo anunciaba este lunes que se va a obligar a retirar más de 65.000 anuncios ilegales de estos inmuebles en esta plataforma, la líder en el sector. El ministerio que dirige Pablo Bustinduy considera que estas ofertas no cumplen con la normativa sobre publicidad, pues no incluyen el número de registro, no indican quién es el arrendador o las licencias no coinciden con las dadas por la administración pública.
En el caso de Almería, la administración andaluza señala que se encuentran registrados 12.445 inmuebles, según un documento al que ha tenido acceso Diario de Almería. Se trata de un registro de datos consultado este lunes y que choca con los ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística en su última publicación, la del pasado noviembre. Según los datos de Estadística, en la provincia hay 6.601 alojamientos dedicados a este tipo, lo que en proporción sobre el total de hogares supone uno y medio por cada centenar. Puede parecer poco comparado con la cifra que sirve la administración andaluza, pero es el récord desde que el INE hace este muestreo. Aunque en el total son menos, la presión habitacional es el doble que en Sevilla, una de las zonas donde más se ha alzado la voz contra el fin turístico de las viviendas.

Según datos de Airbnb consultados por Diario de Almería, la zona de la provincia preferida para asentarse este tipo de negocios es la costa. En la capital destaca el Zapillo, donde una de las actividades económicas más importantes es el alquiler de temporada, y el entorno de Nueva Almería, territorio en el que más hay que pagar por acceder a una de estas viviendas, hasta 174 euros por persona y noche si se reserva de cara al mes de julio, en pleno verano, temporada alta.
La cercanía con la playa es uno de los atractivos que promocionan los responsables de los pisos turísticos a la hora de atraer visitantes. "Disfruta y relájate en nuestro apartamento situado en primera línea de playa con preciosas vistas a la bahía de Almería", vende la oferta de 174 euros/noche.
Decidir dónde quedarse es clave para que el bolsillo no sufra más de la cuenta. En la playa de San Miguel, el precio ronda los treinta euros por persona y noche, pero junto al 'palmeral' se puede triplicar y rozar los cien euros. Algo parecido sucede en el centro de la capital, donde la calle Navarro Rodrigo, que desemboca en el Paseo, es cuatro veces más barata, que el entorno de la Plaza Flores, donde, a estos pisos, se suma la amplia presencia de hoteles.
Un escenario de masificación se ve lejano, pero nadie escapa ya a la presencia de este fenómeno. Ha llegado a Cabo de Gata, donde estas viviendas están diseminadas por el pueblo, en San José, en la Isleta del Moro, en Rodalquilar, Las Negras, Mojácar, Vera... y así por todo el litoral almeriense, también en dirección al Poniente.
Las ciudades dormitorio no se escapan a este fenómeno
Al igual que ocurre con quienes quieren establecerse en un punto en concreto, los visitantes sufren de igual manera el encarecimiento del precio de la vivienda y optan por establecer su base en las conocidas como 'ciudades dormitorio', como las que forman la comarca del Bajo Andarax. El municipio más cercano a la capital, Huércal de Almería, no es el más prolífico en esta plataforma, con apenas dos ofertas publicadas. Al otro lado del río, en Viator, sí hay más presencia de este fenómeno, en especial en el entorno de la Ciudad Deportiva. Buscando la Alpujarra, Benahadux, Pechina o Gádor concentran la mayoría de la oferta.
En pocos municipios escapan de este fenómeno habitacional. Uno de ellos es Benitagla, con medio centenar de habitantes, donde no hay ofertas publicadas en Airbnb. En la capital, el negocio de las viviendas turísticas llegan donde no lo hacen los hoteles, como es el caso de Regiones Devastadas, en la calle Alta de la Iglesia hay un loft por 68 euros la noche; la linde con El Puche, donde una habitación cuesta 31 euros; o Castell del Rey, el barrio sin negocios y colmado de chalets, donde las viviendas pueden valer hasta 320 euros por veinticuatro horas.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Quantica